Patricia Stambuk “El periodismo tiene una responsabilidad con la democracia”
PREMIO NACIONAL DE PERIODISMO 2023 Patricia Stambuk "El periodismo tiene una responsabilidad con la democracia" SE CONSIDERA UNA "EMBAJADORA DE MAGALLANES", TIERRAS AUSTRALES QUE HAN INSPIRADO PARTE IMPORTANTE DE SU TRABAJO DE PERIODISMO LITERARIO Y DE RESCATE DE LA MEMORIA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS. AUTORA DE CASI UNA DECENA DE LIBROS, CON TRAYECTORIA EN PRENSA ESCRITA, RADIO Y TV, STAMBUK REVISA AQUÍ PASAJES DE SU BIOGRAFÍA Y EL VALOR DE LA TAREA PERIODÍSTICA EN MOMENTOS POLARIZADOS. POR Pilar Segovia I. FOTOS: Jonathan Mancilla. Patricia Stambuk “El periodismo tiene una responsabilidad con la democracia”. ta Parra.
Una Una semana después de su cumpleaños a mediados de agosto, Patricia Stambuk venía manejando hacia su casa en Viña del Mar desde el sur, cuando recibió una llamada del ministro de Educación Nicolás Cataldo para anunciarle anunciarle que acababa de ser elegida Premio Nacional de Periodismo 2023. Yo partí felicitándolo por su nombramiento y lamentando las desgracias en las escuelas del país y la huelga con que iniciaba su gestión. “La adrenalina nos hace bien”, le dije, ¡y la mía estaba alta! Era previsible el motivo de su llamado, pero cuando me anunció que por unanimidad era Premio Nacional de Periodismo 2023, me emocioné. emocioné. Otra cosa es escuchar que has recibido el máximo honor profesional profesional de tu país.
“Ministro le dije, estoy en la ruta y así me siento con el periodismo en este momento: voy a seguir caminando”. Patricia Stambuk Mayorga (72 años, Punta Arenas) fue reconocida por su larga trayectoria periodística, en distintos medios de prensa escrita, también radio y televisión, pero sobre todo por el rescate y aporte a través de casi una decena de libros que ha realizado de la historia de los pueblos originarios, en especial yaganes y rapanuí, junto a personajes relevantes del siglo XX, como la biografía de Viole. Qu cosas esenciales ha aprendido sobre Chile en estas investigaciones? Que nos admiramos por la diversidad geográfica de Chile, pero no por su extraordinaria diversidad humana. Nuestra delgadez en eL mapa tiene la musculatura que le dan sus pueblos antiguos, sus campesinos, campesinos, sus ancianos.
Hemos perdido mucha memoria chilena esencial esencial por no recoger a tiempo las voces de quienes nos cuentan la historia con sus palabras, con sus emociones, no como un mero acto personal, sino reflejando a través de sus vidas las etapas del país que nos interesa retratar.
Y las mujeres, que han concentrado mi mayor atención, son excelentes y memoriosas informantes. tambuk, quien dirigió la escuela de Periodismo de la Universidad Católica de Valparaíso y ha sido académica en varias universidades, hoy es vicedirectora de la Academia Chilena de la Lengua y miembro, ad honorem, de la junta directiva de la Universidad de Magallanes.
En 2019 recibió el Premio Manuel Montt de la Universidad de Chile por su libro “Rongo: la historia oculta de Isla de Pascua”. De todo el camino recorrido y las tareas que asumió, hoy reconoce: Todas fueron significativas, no me nace decidir que una fue mejor o peor que la otra. Tuve tropiezos y desventuras en varias, para qué contarlas, hasta me divierto comentándolas entre mis amistades, pero cada dificultad me hizo más fuerte. He sido feliz en todo lo que he hecho en periodismo, medios, comunicación estratégica, investigación, investigación, academia, pero no volvería atrás en nada. Eso de decir “en mis tiempos” no va conmigo. Mi tiempo es hoy.
Periodista y escritora, ¿cuál de sus dos facetas es la que le ha dado las mayores satisfacciones?, ¿se pueden separar ambos oficios? En mi caso, no hay separación, excepto con mis breves licencias para hacer cuentos históricos, es decir, ficción relativa, anclada en hechos que ya no es posible reconstruir con testigos o protagonistas.
Mis libros son periodismo puro, no hay separación de oficios, son el resultado de entrevistas en profundidad, presentadas en relatos de largo aliento, articulando distintas voces o con una sola voz, aunque con una calidad literaria que necesariamente va más allá del periodismo periodismo del día a día. Me presento como periodista y escritora, porque se relaciona con nuestra profesión con medios y no con libros. Sin duda, los libros me han dado muchas satisfacciones, pero también fueron una experiencia espléndida los años de entrevistas políticas en El Mercurio de Valparaíso y en Televisión Nacional, para regiones. Es una pena la pérdida de esa red de regiones. Rescatar la historia oral delfin del mundo, ¿qué ha traído a su vida? Me agrada que me consideren una embajadora de Magallanes. Lo soy.
Creo que he logrado transmitir mensajes de admiración y a la vez respeto por la naturaleza austral y por sus primeros habitantes, por su historia cotidiana, por esas voces que revelan amor por una tierra que para otros es solo frío y lejanía. Que mis libros se mantengan mantengan en el tiempo, con sucesivas reediciones, en un país donde se lee poco, ya es un gran premio. No son best seller, pero sí long seller. Catalogan su trabajo como periodismo literario”, ¿le gusta ese nombre? Es perfecto. También se habla de periodismo testimonial, obras de referencia, literatura testimonial, obras corales o polifónicas, pero periodismo literario describe muy bien la confluencia de la disciplina, las fuentes y el nivel de la escritura.
PATRICIA DEL FIN DEL MUNDO Soy el resultado de dos padres singulares y de fuerte personalidad, personalidad, que a su modo dejaron una huella resume con convicción hoy la periodista sobre su historia familiar. -\ Li Patricia tambuk recuerda que hace 66 años otra hija de inmigrantes inmigrantes croatas como ella, Lenka Franulic, recibió este premio. A Patricia Stambuk “El periodismo tiene una responsabilidad con la democracia”. Andrés Stambuk inmigró a Punta Arenas desde Dalmacia, a los 16 años, en 1936, después de la muerte de su madre, Antonia Ursic. Patricia cuenta que él era el mayor de cinco hermanos.
Todos ellos viajaron para reencontrarse con su padre, Iván, que ya residía en Punta Arenas. --(Mi padre) no sabía leer música, pero se integró de inmediato como contrabajista en la Orquesta Sinfónica de los croatas y tenía una excelente voz de tenor. Logró ser un exitoso empresario de la construcción y dirigente en su colectividad extranjera. Era profundamente chileno. Hoy, una calle de la ciudad lleva su nombre.
Mi madre, María Eliana, una agraciada puntarenense, nieta de españoles peninsulares y chilotes, fue una pintora naíf que incluso llevó a las telas sus visiones, sus sueños y los hechos de la actualidad que la impresionaban. Una cronista visual en todos los soportes y técnicas. Era muy especial. Le veía "el ángel" a las personas y coleccionaba una gran variedad de cosas, muchas de ellas las donó al Museo Salesiano, ¡incluidas las mías sin mi permiso! Muchos recuerdan su simpatía, alegría y generosidad.
La infancia de Patricia Stambuk y su hermano Juan, un año mayor, destacado médico oncólogo que reside en Santiago, estuvo marcada por el contacto con la naturaleza. --Mi abuela materna tenía un campo cerca de la ciudad, a orillas del Estrecho de Magallanes, y también salíamos a acampar con familiares y amigos, junto a los ríos, con fogatas fragantes, asados y parrilladas deliciosas y también cacerías de conejos que no repetiría. Esa proximidad con la naturaleza me acompaña hasta hoy y creo que explica muchos de mis intereses. Íbamos de vez en cuando a ciudades argentinas vecinas o en el verano a las playas del sur de Chile. Mis vacaciones en las estancias de amigos y familiares en Tierra del Fuego son inolvidables. Me perdía por los coironales cantando, observando. Siempre me gustó cantar. En la casa de los Stambuk Mayorga solía recibirse, semanalmente, revistas como Life, Vea, Patoruzú, Billiken o La Pequeña Lulú. El acceso a una lectura variada y sus idas al cine conformó parte de su bagaje cultural y familiar en esos años. --Hubo siempre vida de familia. Pero el domingo en la tarde mi padre partía religiosamente al Club Yugoslavo a encontrarse con sus coterráneos. Con ellos hablaba en croata, cantaban y jugaban al cacho o a las cartas. Mi madre también iba a las sesiones de canasta con sus amigas. Patricia Stambuk estudió en el colegio de monjas María Auxiliadora. --Fui buena y piadosa alumna, pero me echaron en el último año por desordenada y rebelde. Me aburría. Ni contar lo que hacía. Mi breve paso por el Liceo de Niñas, donde había enseñado Gabriela Mistral a principios de siglo, fue también un aporte en mi vida. De ahí a Derecho en la Universidad de Chile y después de una emergencia médica que me hizo regresar a Punta Arenas resolví el cambio a Periodismo en la misma universidad. Poco antes de dejar la capital de Magallanes para estudiar Periodismo en Santiago, su pololo de entonces le ofreció casarse. --Quedé perpleja.
Era atractivo y cantaba como Sinatra, pero mi plan a los 16 años, que tenía cuando ingresé a la universidad, ¡no era ser dueña de casa! ¡Pero dolió perderlo! Lo extrañé más a él que a mi familia (jajaja). Por supuesto que esperaba cualquier oportunidad para viajar a mi ciudad, sobre todo con tanto paro que había entonces en la universidad.
Después de titularse como periodista, regresó a Punta Arenas. --Me casé con Marcelo Pincheira, un talquino muy guapo, 12 años mayor, que andaba de paso en Punta Arenas, y fuimos padres felices de Andrés, hoy abogado y que vive en Coyhaique, y de Paz Andrea, psicóloga, que reside en Viña del Mar. (Tengo tres nietos. El mayor, a punto de egresar como ingeniero de la U.
Católica, la segunda en arquitectura en la misma universidad y el menor, de 12, en el colegio). Enviudé a los 47 años, cuando ya me había trasladado a vivir a Viña del Mar, y de una forma tan dramática, que Isabel Allende ya la hubiera relatado en una novela. No sé si algún día podré hacerlo yo. Fue un golpe tremendo. Lloré por años. Soy una mujer muy independiente, pero de compañero, así que me casé 6 años después en Viña del Mar con Alex Avsolomovich, talentoso abogado, también mayor que yo, gran apoyo en todo. Y aquí estamos. --¿ Ha viajado a la isla Brac de donde proviene su padre? --La primera vez fui en los años 80 y la segunda demoré 38 años en regresar. Ahora voy cada vez que puedo. La familia Stambuk era de canteros. Ver intacta la casa de dos pisos de mi padre, hecha con esa piedra preciosa de Brac, me ató para siempre a Croacia.
Imagino cada vez a mi padre y a sus hermanos en la cocina, con la olla dentro del fogón, la konoba o bodega donde hacían el vino y el aceite, o saboreando los higos del verano. Es una emoción muy especial cada vez que la visito.
La hermosa isla Brac es uno de mis territorios sagra"Creo que he logrado transmitir mensajes de admiración y a la vez respeto por la naturaleza austral y por sus primeros habitantes, por su historia cotidiana, por esas voces que revelan amor por una tierra". Patricia Stambuk “El periodismo tiene una responsabilidad con la democracia”. dos. Las islas son mi pasión: Brac, Navarino, Isla de Pascua, Tierra del Fuego, Chiloé y Magallanes, que también es isla por su desconexión con el resto del país, y varias más.
El historiador Manuel Vicuña (que escribió “Barridos por el viento) señala: “Tierra del 1iego es como un espacio de la Iragedia” Iragedia” Con tantos naufragios tempestades piratas y aventureros aventureros en medio de esos mares revueltos y tierras agrestes; el exterminio exterminio de los fueguinos, la extrema soledad, ¿de qué manera ese paisaje marcó su personalidad? La tragedia campeó en esos parajes, tiene razón Vicuña, pero Tierra del Fuego es también un espacio mágico de orígenes y finales, y así lo siento.
No es fácil separar la idea de páramo triste y solitario de fin de mundo con la de paisaje prístino donde te enamoras del viento que hace brillar al coirón y de las lengas que enrojecen los montes, mientras algún guanaco brinca a tu paso. Tierra del Fuego entera es una maravilla de lagos, ventisqueros, fiordos y estancias. La soledad es también un premio.
LOS DESAFÍOS Patricia tambuk viaja constantemente a Punta Arenas, por su labor en la junta directiva de la Universidad de Magallanes, y su tarea en el Centro de Estudios Magallánicos (CEEM UMAG) que fundó a fines de 2022. En momentos tan polarizados como el que vivimos, ¿qué rol debe jugar el peri odismo? Moderar y no picanear. Dar visiones más globales. Interpretar con buen criterio. Salir en lo posible de la coyuntura. (... ) El periodismo periodismo tiene una responsabilidad con la democracia.
Una prensa equilibrada, equilibrada, mesurada, abierta a todas las ideas, hechos y opiniones, ayuda al buen clima que necesitamos para cuidar y perfeccionar la democracia democracia en un país de impetuosos. &El gran enemigo del periodismo es la desinformación provocada provocada por las redes sociales ofake news? No, en absoluto. Las noticias falsas son más bien amenazas sociales, porque impiden al público conocer los hechos de forma seria. Lo que acecha al periodismo hoy es no tener la fuerza para seguir dominando en la entrega informativa por sus medios más convencionales o por otros de las nuevas tecnologías.
Hay un gran contingente de público que no entra al mundo digital de las comunicaciones, comunicaciones, que prefiere el papel, y hemos perdido revistas interpretativas interpretativas o bien magazinescas que incluían muy buenas entrevistas políticas. políticas.
Los diarios se defienden con una dotación reducida, las salas de redacción no son las de antes y creo que un gran aporte son los medios propios digitales, las nuevas plataformas, donde a menudo han desembocado las generaciones más recientes. Allí hay que reforzar reforzar la formación en fondo y forma en las escuelas de periodismo. Etica, cultura, estilos, buen uso del idioma, junto a las nuevas tecnologías. tecnologías.
Cuando asumió en la Academia, su discurso versó sobre “Huellas de la pregunta en nuestra memoria cultural” ¿ Qué hay detrás del acto humano de preguntar? La búsqueda del conocimiento, la curiosidad e incluso ansiedad por explicarse el mundo, la aventura de la vida, desde lo más simple a lo más complejo. Preguntar y escuchar son actos imprescindibles y claves del periodismo, y además hay que saber hacerlo. La pregunta es la intermediación nuestra con el receptor de la información, y no es llegar y lanzarla. Hay decenas de formas de interrogar, no son solo “preguntas abiertas o cerradas”, como a veces se dice. Es un tema que he investigado, usando amplios corpus de entrevistas políticas en la prensa escrita. Y en el periodismo informativo no está demás repasar las famosas 7 preguntas clásicas: qué, quién, cuándo, dónde, cómo, por qué, cuándo y agrego cuánto. Así se cumple con un buen contexto, contexto, que a veces falta.
En su último libro, “El farero del fin del mundo” (Catalonia), Patricia tambuk recoge la historia de José Rodríguez, que hoy tiene 80 años y trabajó tres décadas en distintos faros, y a quien entrevistó por Zoom durante los meses de pandemia en 2020. Ya en los años 70, recorrió en algún operativo de la Armada, faros no habitados en la ruta Edén y Tortel. Pronto espera volver a “hacer faros, como dicen los marinos”, visitando los más simbólicos de los faros australes, de los que relata José Rodríguez en su libro. s.
Cuál es la palabra más hermosa hermosa en lenguaje yagón para describir la naturaleza fueguina indómita que usted recuerda en boca de Rosa Yagán? Yagán? Me fascina que la palabra más concisa del mundo, según el Libro Guinness de los Récords, sea mamihiapinatapai mamihiapinatapai del idioma yagán, que a la vez está considerada como uno de los términos términos más difíciles de traducir.
Describe: Describe: «una mirada entre dos personas, cada una de las cuales espera que la otra comience una acción que ambas desean pero que ninguna se anima a iniciar». Ojalá fuera la palabra esperanzadora esperanzadora que guiara la vida política de nuestro país. Y de todas las que escuché a Lakutaia le kipa o Rosa Yagán, escojo “akáinij”, el nombre del arcoíris, porque en una naturaleza fueguina tan desafiante desafiante era la esperanza de un clima mejor. A ese akóinU le rezaban “como si fuera Jesucristo”, decía ella. Con Rosa aprendí la importancia de respetar e interpretar la naturaleza, entre tantas enseñanzas que nos dejan su vida y sus palabras. Le dolía que ya no se hablara yagán. Eso me hizo comprender aún más la importancia de la lengua desde la tragedia de perderla. Cuól ha sido el mayor costo que ha tenido su carrera? Los únicos costos importantes podrían haber sido los familiares, y he navegado sin zozobras. Mis hijos lograron lograron sobrevivir a mis tecleos de madrugada madrugada y a mi falta en los desayunos. Tenía un programa radial temprano y no quería llegar crispada después de los clásicos “mo encuentro mi cuaderno! ” o “idónde está mi mochila!”. Marcelo fue un papá maravilloso que suplía esas pequeñas faltas. Y en mi segundo matrimonio he sido muy apoyada por Alex. En ambos casos ha sido recíproco. Ya está en su cabeza la idea de su próximo libro? Me gustan los temas originales, no tratados, significativos en el alma nacional. No me agradan las sandías caladas, como puede ser amarrarse con Mistral o Neruda y asegurar atención y lectores, pero no puedo desperdiciar un testimonio valioso que he encontrado sobre la admirable Gabriela. Para más adelante hay una larga lista que incluye posibles personajes del norte de Chile, armando este pequeño universo chileno, e incluso obras de ficción que hasta tienen el título. Es decir, ¡sigo en el camino! Patricia Stambuk EL FARERO DEL. FIN DEL MUNDO PArtidA TAUM6 ROSA YAGAN A. KU1A L IPA 4; 2 ¿ k\TLIF TMiç Patricia Stambuk “El periodismo tiene una responsabilidad con la democracia”.