La venta "sin cartel de venta" DE CLÍNICA LAS CONDES
n febrero la acción de Clínica Las Condes bordeó los $ 10.000. En julio su precio se elevó hasta los $ 28.419. Si en 2 0 2 2 s e t r a n s a r o n $5.400 millones en papeles, a septiembre el valor superaba los $22.000 millones. Comenzaron los rumores.... y tomaron fuerza los que anticipaban una posible transacción, incluso una OPA.
Todo apuntaba a que el grupo Auguri --controlado por Cecilia Karlezi, heredera de María Luisa Solari Falabella-y que tiene el 50,05% de la propiedad, estaba en vías de vender la compañía, a la que ingresó en 2008 mediante la compra de varios paquetes accionarios y una OPA en 2019. En la oferta pública pagó $40.000 por papel. Hoy la acción vale $20.000, con una caída de 13% en el último mes. Los rumores se han apaciguado... aunque soterradamente las apuestas siguen. "Las corredoras están buscando puntas", confirman en el sector. Hoy varias entidades financieras se han reunido en más de una oportunidad con el presidente de CLC y pareja de Cecilia Karlezi, Alejandro Gil. La posibilidad de desprenderse de la clínica ha estado sobre la mesa. "Alejandro quiere vender, pero sin cartel de `se vende'", asegura un testigo de los encuentros. Las conversaciones han sido solo con Gil. Karlezi vive en Miami gran parte del año, y no han existido contactos con ella. Si bien no existe ningún mandato, los bancos de inversión han sondeado a posibles compradores. La situación financiera de la entidad y del sector hace hoy que Gil se abra a la posibilidad de salir del rubro.
Fuentes al tanto, de hecho, aseguran que Karlezi no estaría dispuesta a inyectarle más recursos al centro de salud, sobre todo en circunstancias de que el principal activo del grupo y generador de recursos --su 12,73% de Falabella-no pasa por un buen momento. Hoy la acción del retailer ha caído de los $6.000 que bordeaba su acción en 2018 a un tercio de ese valor. Si hace cinco años la participación de Karlezi valía US$ 2.947 millones, actualmente asciende a US$ 715 millones. "No hay ánimo de inyectar más recursos a la clínica", dice un cercano. Además, no son pocos l o s q u e e s t i m a n q u e mientras Gil siga a cargo de la gestión, los resultados no repuntarán. La profunda crisis El 14 de septiembre, Feller Rate bajó la perspectiva de Clínica Las C o n d e s d e E s t a b l e a Negativa, por primera vez. Apuntó a un deterioro de sus principales métricas financieras y de generación de flujos, producto de una baja en su actividad y en sus niveles de ocupación. De hecho, su ocupación alcanza solo al 34,36% de la infraestructura total de camas, prácticamente la mitad del 63,39% que tenía en junio del año pasado.
Mientras que la ocupación de pabellones ha pasado de un 44% al 21%. Con todo, la generación de Ebitda cayó 64,6%, y el margen llegó hasta el 9,77%, cuando el promedio del último quinquenio había sido de 15,8%. El informe de Feller evidencia, además, que si bien las cuentas por cobrar en términos netos han disminuido, la cartera con mora mayor a 180 días pasó de un 13% en 2021 a un 75,6% al primer semestre de 2023. Y esa seguidilla de malos pronósticos continuaría. La clasificadora ICR está actualmente analizando la situación. Y durante estos días emitiría su informe.
De esta forma, quienes conocen de cerca la entidad aseguran que hoy la firma se sostiene financieramente por su estrategia seguida de prepagar parte de su deuda con el rescate de los bonos E y F, lo que financió mayoritariamente con excedentes de caja y nuevos financiamientos. "Tienen bonos a largo plazo que le están dando aire", confirma una fuente. Sus balances a junio revelan, además, una marca "rescatable". Clínica Las Condes opera en 239.521 metros cuadrados en Estoril, en la comuna de Las Condes. Tiene cinco torres. "Nadie duda que tiene muy buenas instalaciones, y una gran ubicación", dice un ejecutivo de la salud. Ese es también el potencial que le otorga Gil.
Su diagnóstico, según todos quienes han conversado con él, es que los pacientes volverán en respuesta al lugar y sus instalaciones, no por una fidelización respecto de doctores particulares. "Varios le han tratado de hacer entender que al menos en este nivel de paciente la confianza en el médico es vital, que no es un commodity, pero no escucha", señalan al interior de la clínica. Al contrario, Gil apuesta a cambiar el modelo de negocio orientándolo a estratos más medios, desconcentrándolo de los de mayor poder adquisitivo que, efectivamente, han seguido a sus doctores de confianza. Regulación y precio La pérdida de facultativos y, además, la amplia lista de acciones judiciales que han impulsado extrabajadores han afectado el prestigio de CLC. Y también el valor.
Y es basado en eso que las corredoras han puesto la venta en su radar. "Podría ser un muy buen negocio", señala un actor del mercado financiero. "Acá no existe ningún mandato de nada, pero la clínica la están ofreciendo a todo el mundo", añade una fuente del rubro de la salud. "Están buscando puntas; todos llaman", agrega otro contactado. Es que las entidades financieras estiman que cambiando la dirección de la firma habría un rápido repunte e incluso podrían volver algunos doctores de renombre que partieron.
Sabidos han sido los contactos con la red UC Christus; de hecho, conocedores señalan que hubo conversaciones avanzadas... pero no han sido los únicos, pues se la habrían ofrecido a las principales clínicas del país, y a fondos de inversión. Aunque al final del día lo ideal sería enajenarla a una red que tenga el equipo médico necesario para volver a nutrir a Las Condes. Actores del rubro de la salud reconocen que les interesa, que la mirarían, pero que el momento no es el más oportuno y que la venta sería muy compleja.
La situación económica y de incertidumbre ha desvanecido el interés por invertir en el país, sobre todo en un sector como la salud, que goza de una incertidumbre adicional. "La salud está en suspenso, y nadie quiere apostar ahí hasta que no se despeje la regulación", precisa una fuente. A ello se suma que cualquier transacción debe pasar por un sinnúmero de autorizaciones. Primero, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), dado que la clínica opera una compañía de seguros, la cual, dicen en su entorno, también ha perdido asegurados por la situación de la clínica. Y claramente, la operación debe contar con el visto bueno de la Fiscalía Nacional Económica. Y acá varios actores coinciden en que ese paso tiene una complejidad adicional: "Todos los competidores se opondrían duramente", dice uno. No solo por un rechazo natural, también porque --subrayan-todas las clínicas del sector oriente se han beneficiado de la crisis de CLC. De hecho, Clínica Universidad de los Andes y MEDS se han nutrido de los doctores que han emigrado del centro de Estoril. Una fuente lo gráfica así: "Quién conocía al MEDS, más allá del entorno deportivo, antes de la caída de CLC". Y a todo este contexto se suma un aspecto central: el precio. El GAP entre el valor actual de la acción y el que pagó Auguri por el control es demasiado alto. Tendrían que estar dispuestos a hacer una pérdida importante... y hasta ahora, Gil se resistiría. Si hoy el papel bordea los $20.000, él apuntaría a recuperar la inversión, al menos. Un escenario que, por ahora, se ve lejano. que cuenta con líneas bancarias de corto plazo aprobadas, para reducir el riesgo de liquidez.
Su caja asciende hoy a los $15.708 millones; un 21% menos que en diciembre. "El gran problema de la clínica es la baja en la actividad, y es causa básicamente de un deterioro de la imagen y la marca", señalan desde una entidad financiera. La gestión de Alejandro Gil ha generado la fuga de un centenar de médicos, y con ellos se han ido los pacientes y la confianza en la clínica.
Con todo, sigue siendo un buen activo, y La venta "sin cartel de venta" DE CLÍNICA LAS CONDES Recinto hospitalario tiene hoy solo un 34% de ocupación: El alza de la acción encendió las alertas, hace algunas semanas. Se habló de venta y de OPA. Hoy, con el papel en retroceso y una compleja situación financiera, la enajenación cobra sentido. Aunque no existe ningún mandato, bancos de inversión han contactado a una seguidilla de actores para intentar "juntar las puntas". "Están ofreciendo la clínica", dice un actor de la salud. Algunas entidades se han reunido con el presidente de CLC, Alejandro Gil. Quiere vender --aseguran--, pero sin poner cartel de "se vende". El problema es el precio. · MARÍA JOSÉ TAPIA. E Cecilia Karlezi controla CLC a través de dos sociedades: Lucec Seis, con un 32,78% de la propiedad, y Santa Filomena, que tiene el 17,27%. Cecilia Karlezi, principal accionista de la clínica. Alejandro Gil, presidente de CLC. MACARENA PEREZ La venta "sin cartel de venta" DE CLÍNICA LAS CONDES.