Autor: NICOLÁS SILVA Ing. Agrónomo M. Sc Desarrollo de Mercado BASF Chile SA.
Manejo preventivo y control de bacterial en huertos de cerezos
La estrategia de control de Cáncer bacterial debe considerar un uso razonable de cobre y debe incluir productos que permitan rotar su uso. Afortunadamente existen alternativas de rotación que permiten reducir el número de aplicaciones de cobre en la temporada. Ada año nuevas explotaciones agrícolas entran en producción en la zona sur de Chile y cada vez es más común encontrar con nuevas plantaciones de cerezo, arándano, nogales, avellanos y manzano. A pesar de que estos huertos están a kilómetros de las principales zonas productoras del país, sus problemáticas no distan de la realidad de la zona central.
La producción de frutales en Chile posee distintas limitantes productivas; clima, suelo, plagas y enfermedades, por tal razón es de gran importancia generar proyectos agronómicos integrales que se anticipen a posibles problemas, con soluciones viables, prácticas y económicamente rentables. Algunas de estas problemáticas son enfermedades de origen bacterial o fungoso, muchas veces silentes en nuestros huertos esperando que se produzcan las condiciones ambientales favorables para iniciar su ciclo en su huésped, nuestros huertos frutales.
Una de las enfermedades más importantes de control en huertos de cerezo es el cáncer bacterial (Pseudomona syringae pv syringae) enfermedad de origen bacterial que causa diversos daños como: muerte de regresiva de ramas, lesiones en frutos y cancros con gomosis en tejidos leñosos, síntomas que a medida que pasa el tiempo, causan reducción de los rendimientos e incluso la muerte de plantas.
Pseudomona puede establecerse en los huertos de diversas formas, pero la más común es el ingreso mediante las heridas naturales causadas en el período de caída de hoja, momento en el cual, se produce una gran cantidad de sitios de entrada en los que Pseudomona puede ingresar en las plantas e iniciar su infección. MANEJO PREVENTIVO El manejo del cáncer bacterial no ha sido fácil, dado principalmente a la falta de bactericidas curativos de alta eficacia, medio ambientalmente favorables y a la vez prácticos en su uso. Es por esta raz Ón que el manejo de cáncer bacterial es esencialmente preventivo. Actualmente los principales bactericidas utilizados son en base a cobre, utilizados durante el período de caída de hoja y receso invernal.
Dado el alto número de aplicaciones de cobre durante la temporada y en temporadas sucesivas, su uso ha generado la aparición de poblaciones de Pseudomona Syringae pv syringae resistente a cobre en algunos huertos chileno, esto sumado al incremento de la cantidad de cobre en el suelo y aguas subsuperficiales nos impulsa a generar programas de control sostenibles. La estrategia de control de Cáncer bacterial debe considerar un uso razonable de cobre y debe incluir productos que permitan rotar su uso.
Afortunadamente existen alternativas de rotación que permiten reducir el número de aplicaciones de cobre en la temporada, maximizando su eficacia y su sostenibilidad, de estas alternativas destacan productos de origen biológico en base de Bacillus sp. Y producto de origen químico como es el caso de COMETO EC, fungicida de BASF CHILE, con acción en el control de cáncer bacterial. COMET EC posee en su formulación el innovador ingrediente activo Pyraclostrobin, que luego de una aplicación foliar, produce diversos efectos fisiológicos en plantas. Uno de los efectos que más destaca es la aceleración de los factores de reconocimiento de patógenos en plantas, mejorando su capacidad de respuesta frente al ataque de patógenos.
En diversos estudios se ha demostrado que COMET EC entrega una alta eficacia en aplicaciones preventivas para el control de Cancer bacterial frente a diversas formulaciones de cobre, entregando una herramienta de alta eficacia a los productores, produciendo un programa de control sostenible y mefavorable para el manejo de cáncer bacterial. COMETE EC debe ser aplicado en forma preventiva durante el periodo de caída de hoja y/o yema hinchada alternando con fungicidas cúpricos, considerando un mojamiento de entre 1200 — 2000 L/ha.