Autor: NICOLÁS LUCO
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¿Qué me dice, Mr. Darwin?
La versión 12* del Congreso Futuro, “Sin límite real”, me cambió. El primer golpe fue la entrevista televisada que la periodista Paloma Ávila le hizo a Carlos Darwin, un hito en el periodismo nacional (congresofuturo. Cl). El equipo Merlín, que ideó esta entrevista, acumuló prácticamente todos los escritos de Darwin en un gran archivo. Un poderoso computador clasificó los datos, los escritos de Darwin, concepto a concepto. Una herramienta de inteligencia artificial, un programa, fue armando posibles relaciones entre los conceptos, como cuando uno abre el refrigerador y piensa en el menú que podría cocinar con lo que hay. El programa sabe que los tomates aparecen más relacionados con el choclo que con el cochayuyo. Millones de palabras y conceptos de Darwin, millones de relaciones probables, y, al fin, brota la respuesta. Paloma y el escritor Julio Rojas idearon muy buenas preguntas. No me detendré en la hazaña de la sincronía entre los labios y las palabras, los gestos y los sentimientos de Darwin. Paloma abre preguntándole al sabio si está dispuesto a hablar sobre su vida personal, como forma de controlar la veracidad de la conversación.
“Por supuesto”, contesta una VOZ grave, “siempre me interesa hablar sobre mi vida y trabajar con quienes se interesan en la ciencia y su futuro”. Darwin, hijo de pastor, responde sobre la influencia de la religión en su obra. Y más. Las respuestas corresponden a sus escritos. Porque el sistema de inteligencia artificial relaciona los conceptos guardados en su base de datos y articula las respuestas más probables. Mauro Arancibia, de Merlín (metadialogo. Com), intenta comunicarme la difícil tarea de programar esto. Porque con lenguajes LLM (large language models) uno puede conseguir que el Chat GPT3 (búsquenlo y pruébenlo, por favor), responda qué diría Darwin sobre la muerte, pero eso podría estar contaminado con ideas ajenas.
En este caso, como se trabajó armando una base de datos (se cargó el refrigerador) solo con textos de Darwin, las respuestas son inevitablemente suyas (los choclos van con los tomates). Para sorpresa de todos, al final de la sesión, Paloma y el periodista Daniel Silva le pidieron una sonrisa a Darwin para una selfie. Accedió. “¿ Te das cuenta de las posibilidades para la educación?”, me comentó Nicolás Fernández, de la Fundación Encuentros Futuro, organizadora del congreso. Esto es inteligencia artificial. La semana anterior, en la U. Técnica Federico Santa María, durante la celebración del primer año del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (cenia. Cl), su director, el doctor Álvaro Soto, presentó a la audiencia un breve discurso conmemorativo. Se lo había pedido al Chat GPT. Apareció un estupendo discurso, artificial, pero inteligente. Yo le pedí al Chat GPT: “Escribe un poema sobre el azar”. Maravilloso resultado. ¡Qué tema para la pedagogía, el derecho, la literatura, la política, la ética....! Son caminos ya ineludibles. Volveré sobre esto. Que nadie se duerma.