Mujeres que abren nuevos espacios trabajando en terreno en la minería
Mujeres que abren nuevos espacios trabajando en terreno en la minería HISTORIAS DE ESFUERZO Y LIDERAZGO: Mujeres que abren nuevos espacios trabajando en terreno en la minería Supervisando tronaduras, operando minas o pozos, o dirigiendo el mantenimiento eléctrico, entre otras tareas, la presencia femenina se extiende a áreas esencialmente técnicas, que antes estaban reservadas solo para hombres. MARTA SÁNCHEZ L.
JULY REYES, OPERADORA DE POZOS Y COORDINADORA EN TERRENO En los dos años que lleva en Albemarle, en el salar de Atacama, logró ser la primera mujer operadora de pozos, y siguió avanzando hasta convertirse hoy en coordinadora de terreno. A sus 36 años, esto ha significado “aprender cosas nuevas, tomar decisiones importantes y liderar un equipo. Además de superar barreras y demostrar que el liderazgo no tiene género, sino que se basa en la capacidad, el esfuerzo y la dedicación”, indica. Recuerda que desde que entró a la empresa buscó nuevas oportunidades. “Fui adquiriendo más experiencia, enfrentándome a distintos retos y demostrando mi capacidad. Aprendí de mis compañeros y jefes, y poco a poco fui tomando más responsabilidades”, cuenta. Llama a otras mujeres a trabajar en el sector, porque “podemos desempeñar cualquier rol con la misma capacidad que un hombre. No solo contribuimos a la equidad de género, sino que también mejora la seguridad, la innovación y el ambiente de trabajo”, afirma.
Además, agrega, “se generan mejores condiciones para el desarrollo de sus comunidades y familias”. CAMILA VALDIVIA, SUPERVISORA DE TRONADURA A sus 27 años, esta ingeniera en minas se convirtió en la primera mujer en asumir el rol de supervisora de tronadura en SQM Yodo Nutrición Vegetal. “Sentí una gran alegría y orgullo, porque significaba que mi jefatura y mis pares vieron en mí cualidades y capacidades que me hacían apta para el cargo”, cuenta. “Quería romper estereotipos y abrir camino para que más mujeres se sientan inspiradas a unirse al mundo minero y, en particular, al área de tronadura, que es un campo apasionante”, agrega. Para llegar a ese cargo, Camila superó varias barreras, lo que incluyó estudiar “en profundidad todos los procedimientos, asegurándome de interiorizarlos. Trabajo en un área crítica, con altos riesgos, por lo que mi prioridad siempre ha sido la seguridad y el bienestar del equipo por sobre cualquier resultado”, dice. “Recomiendo totalmente que más mujeres ingresen al sector. La industria necesita diversidad de pensamientos y perspectivas. Es fundamental que tengamos oportunidades para desarrollarnos en áreas donde históricamente no hemos estado presentes”, afirma.
VALENTINA LARA, JEFA DE TURNO DE MANTENIMIENTO ELÉCTRICO Tras estudiar Ingeniería Civil en Automatización, Valentina entró a la industria minera “llena de temores, porque no tenía experiencia en este rubro”, recuerda, y se convirtió en la primera mujer jefe de turno de mantenimiento eléctrico e instrumental en Minera Centinela de Antofagasta Minerals. A los 35 años, cuenta, “logré ser la primera mujer que entró en el área donde trabajo. Llegué a liderar un grupo de puros hombres. Y conforme ha ido pasando el tiempo se han ido incluyendo más mujeres.
Vamos muy bien encaminados a que sea más equitativo”. Como casi todos los mineros, tiene jornadas “7x7”: “Trabajo siete días y después tengo siete de descanso, lo que me permite hacer otras cosas que eventualmente no las podría hacer en un trabajo de lunes a viernes”, dice, y destaca lo importante de tener una vida balanceada.
A las mujeres que recién se incorporan a la minería, es enfática en aconsejar “que se empoderen con lo que quieren hacer, que pierdan el miedo, que disfruten el camino”. ROCÍO CARES, OPERADORA DE MINA Empezó a trabajar en minería a los 18 años, tras estudiar Técnico en Explotación Minera en el Liceo Bicentenario Minero S. S. Juan Pablo II. “Al principio, ingresar a una industria mayoritariamente masculina me generaba incertidumbre”, recuerda Rocío, quien hoy ejerce como operadora de mina en Collahuasi. Pero se encontró “con un ambiente dinámico y un equipo de trabajo disciplinado, que me ha motivado a seguir aprendiendo y mejorando. La minería es desafiante”, dice.
En sus cinco años en la empresa, le satisface ver cómo se van integrando más mujeres en distintos roles, “lo que representa un avance significativo en la diversidad, ya que nuestra presencia en la minería no solo fomenta la inclusión, sino que también aporta nuevas perspectivas, enriqueciendo el entorno laboral”, destaca. ¿Recomendaría el trabajo minero a otras mujeres? “Definitivamente sí. La minería es un lugar donde se valoran las habilidades, el compromiso y el trabajo en equipo.
Animo a quienes tienen interés a que confíen en sus capacidades; como mujeres tenemos mucho que aportar”, subraya. 0 CAROLINA ORELLANA, JEFA DE OPERACIONES NIRVANA ZAMBRA, MANTENEDORA MECÁNICA “Ser la primera mujer en varias de las áreas en que he participado implicó un proceso de adaptación, aprendizaje constante y la tarea de ir erradicando sesgos”, reflexiona Carolina, ingeniera de minas y geo minero metalúrgico, quien tiene una larga trayectoria en cargos especializados al interior de Codelco. Partió en la planta de chancado primario en 2015; luego estuvo en la gerencia de plantas, en molienda y flotación convencional, “desafío que me permitió pavimentar el ingreso a nuevas generaciones de mujeres”, asegura. En estos 10 años, participó también de la puesta en marcha del proceso de flotación de SeweII y en la planta de tratamiento de relaves. Estuvo en la gerencia de Minas, en el área de Perforación y Tronadura, Sub 6 y Diablo Regimiento, entre otras. A comienzos de este año se integró a la División El Teniente, como jefa de operaciones en la gerencia de Obras Mina, “cargo históricamente ocupado por hombres. Hoy ya tenemos un turno en Mina Norte con liderazgo solo de mujeres”, afirma. Llama a las mujeres a atreverse y perder el miedo, “porque la minería es hermosa, llena de aprendizajes y en el camino conoces grandes personas, líderes y mentores”, dice.
“Desde pequeña, mi padre, que es conductor de buses, siempre me invitó a ayudarlo cuando arreglaba la máquina que manejaba, y eso hizo surgir mi amor por la mecánica”, señala Nirvana, actual mantenedora mecánica en la planta concentradora Laguna Seca en Escondida BHP. Junto a sus hermanas, estudió en el Liceo Industrial de Valparaíso, “donde el 90% de los estudiantes eran hombres”, cuenta. Pero “esto nunca fue un impedimento para obtener mi primer título de técnico nivel medio en Mecánica Industrial y luego el de técnico universitario en Mantenimiento Industrial en la UTFSM”, agrega. Hoy, está estudiando Ingeniería Industrial. La minería siempre estuvo en su mente. “Encontrar un puesto en minería como mujer recién egresada, más siendo mecánica, era complejo, pero no imposible”, recuerda. “Cuando conquisté mi primera oportunidad como mecánica de equipos de alto tonelaje no la desaproveché”, añade.
No duda en recomendar esta industria, porque “tenemos la oportunidad de hacer un cambio positivo y demostrar que la presencia de mujeres en la minería contribuye a crear un ambiente de trabajo más seguro, productivo, inclusivo y respetuoso”, asegura. II í I7 I7.