Autor: MICHAEL LEATHERBEE Presidente Programa Estratégico Regional de Turismo Andes Santiago
CARTAS: Ruta G-21: la cuesta dentro de la curva
Señor Director: Un día después del caótico taco de más de diez horas para bajar de Farellones a Santiago, la ruta volvió a llenarse de visitantes sin grandes contratiempos. ¿Qué cambió? Se derritió el hielo sobre el camino. El problema no es la nieve ni el tráfico: es la "curva chilensis”. Comparemos. La subida a L'Alpe d'Huez (Grenoble) y nuestra G-21 tienen una cantidad similar de curvas, un desnivel comparable y reciben flujos anuales parecidos. La gran diferencia está en un detalle que importa: en Francia, las curvas no ganan altura; en Chile, muchas suben entre 1 y 2 metros. Esa pequeña "cuesta dentro de la curva”, inofensiva en seco, sobre hielo puede convertir a cualquier vehículo en un tapón. Eso fue exactamente lo que vimos.
He seguido de cerca los esfuerzos de la Municipalidad de Lo Barnechea, el Gobierno regional, la Subsecretaría de Turismo y Corfo por transformar a Santiago en Capital de Turismo de Montaña a 2030 pese a una vialidad que no acompaña. Llegaríamos mucho más rápido si se sumara a este esfuerzo estratégico un actor decisivo: el Ministerio de Obras Públicas. La solución es específica y abordable: rediseñar las curvas de la G-21 para que sean horizontales, corrigiendo peraltes y sobreelevaciones que hoy agregan riesgo. Con ese ajuste, Farellones podría acercarse al estándar de L'Alpe d'Huez en el corto plazo: un camino público, seguro y accesible para todos. Estamos a pocos pasos de transformarnos en potencia mundial de turismo invernal. Hoy, el principal cuello de botella tiene nombre y número: Ruta G-2L Atrevámonos a enderezar la curva chilensis.