Autor: Alberto Escobar Director de Movilidad de Automóvil Club de Chile
LEY JACINTA
SEÑOR DIRECTOR: Debate ha generado el proyecto de ley, conocido como Jacinta, que buscarestringirel otorgamiento de licencias de conducir a persones mayores de 65 años por el motivo de enfermedad grave o vejez.
Sibien la actual ley no mites de edad para conducir, y los adultos mayores cumplen exactamente las mismas pruebas a las que debe someterse cualquiergrupo etario para renovar este documento, es importante precisar que la edad nunca ha sido un obstáculo para manejar, ya que es revisar la capacidad real de cada conductor, un factorque no puede medirse segúnlos años que tenga la persona.
Conelpaso del tiempo, todos los humanos van disminuyendo sus sentidos, como la vista y la audición, se ralentizan las reacciones, se pierde masa muscular y existe un deterioro cognitivo, pero eso no imposibilita poder conducir mientras se apruebe con éxito el examen de salud y la evaluación psicosensométrica.
Muchos lo olvidan, pero las direccionesde Tránsito están facultadas para imponer el periodo de tiempo para que una persona pueda continuarconduciendo y pueden colocar ciertasrestricciones quegaranticenundesplazamiento seguro de quien la está renovando, por ejemplo, que está apto solo para conducción diurna, en la ciudad, solo encaminos unidireccionales, etc.
Sonellas las encargadas de garantizar que estas personas cuenten con la idoneidad moral, física y psíquica para seguir conduciendo con responsabilidad, y es ahí donde se presenta el primer desafío para enfrentar este problema: armonizar criterios y definir protocolos comunes que mejoren el acceso a la licencia de conducir a nivel nacional.
Si se quiere mejorar el estándar de quienes hoy transitan por nuestras vías y que esta moción sea verdaderamente un aporte en materia de seguridad vial, las exigencias deberían aplicarse atodos por igual, y no solo para algunos.