Autor: Lenka Carvallo
"El presidente Boric es quien tiene que encauzar el rumbo de la Convención"
Fulvio Rossi, ex Senador Í Mis amigos me molestan, dicen que me volví facho... ”, reconoce Fulvio Rossi, con el pelo algo más cano, barba incipiente, hablando casi sin respiro luego de un largo rato sin dar entrevistas.
El ex diputado, ex senador y ex militante socialista, quien llegó a ser presidente de ese partido y por el cual fue parlamentario en su región natal de Tarapacá, hoy lleva cinco años lejos de la política activa.
Un período “con momentos bastante negros”, como describe, marcado por una serie de episodios, entre ellos una investigación por eventuales delitos tributarios por parte del Ministerio Público, en el marco del caso SQM, iniciado en el 2015 y del cual fue sobreseído por la Corte Suprema en el 2019.
En septiembre del año pasado, a través del abogado Ciro Colombara, Rossi presentó una demanda en contra del Estado por la actuación de la Fiscalía y el Servicio de Impuestos Internos (SII) y pide una indemnización por 500 millones de pesos. “Demandé al Estado y al director del SII por presentar una querella absolutamente trucha para permitir que me desaforaran y así sacarme de la cancha. De lo contrario, habría sido reelegido como senador.
La mejor muestra es que pese a to- “Él debe ejercer su liderazgo; el éxito de su gobierno se juega también en el éxito de la Constitución”, dice el médico cirujano quien lleva cinco años desterrado de la política por su vinculación al caso SQM, por el cual fue sobreseído en 2019. “Demandé al Estado.
Esto fue una persecución”. do, logré el 25% de los votos y habría sido más de no haber vivido esta persecusión política”, dice a propósito de la campaña de 2017, en la que compitió como independiente —tras una bullada desafiliación del PS—, y cuando además se desató otra tormenta luego de que la Secretaría Migrantes de la Juventud Socialista lo acusó de fomentar la xenofobia al prometer terminar con las migraciones ilegales y sacar una ley para expulsar a los delincuentes en forma inmediata. Días antes de la elección, Rossi fue herido con un arma blanca cuando llegaba a su casa en Iquique. Describió al atacante como un hombre de “acento extranjero”, pero no hubo testigos que lo constataran, lo que sembró dudas. “La PDI redactó un informe de 700 páginas donde confirma que sí hubo participación de terceros. Nadie lo leyó porque a nadie le importa la verdad.
Pero en fin, ya me he ido sanando de tanta mentira e infamia... ”. Y agrega: “El tiempo me dio la razón; la misma izquierda que me acusó y que recurría a la justicia para evitar la expulsión de los migrantes que cometen delitos o que entraron por la ventana, sin papeles, ahora estaban en las marchas para protestar por la delincuencia y exigir medidas más duras, iguales a las que yo planteé”, afirma por las masivas protestas en el norte estas semanas. “Fui víctima de una operación política muy bien urdida y eso me trajo mucho sufrimiento personal y familiar. Pasé por momentos de mucho dolor.
Si no fuera porque por suerte nació Flavia (su hija con la filósofa e investigadora del CEP, Sylvia Eyzaguirre, con quien lleva varios años separado), no me imagino cómo habrían sido esos años”. Y sobre su relación con su ex pareja, afirma: “Sylvia es una mujer extraordinaria.
Somos súper amigos, el año pasado fuimos a Walt Disney juntos los tres”. En este tiempo, Rossi se dedicó a la actividad médica como traumatólogo, primero en el Hospital Salvador y ahora en una clínica privada como cirujano especialista en rodilla. Dice que ha tenido ofertas para volver al parlamento y también para ser gobernador, pero que las rechazó porque aún no se ha sanado. “Además, económicamente me va mejor... Pero la política es mi pasión y sigo teniendo juicios políticos, sobre todo hoy en que vivimos un momento crucial en la historia de Chile. Me siento en la obligación de aportar”, explica sobre su activa participación en Twitter, donde cuenta con 128 mil seguidores.
Hace dos días, su posteo sobre la Convención, a cuyos integrantes acusó de “ignorancia y totalitarismo”, adelantando que votará rechazo de continuar “la cantidad de estupideces que se aprueban en las comisiones”, generó revuelo. —Le llovieron las críticas, los likes y sus amigos con mayor razón le deben decir facho... —Las funas me tienen sin cuidado, ya me acostumbré.
Y a mis amigos de izquierda les contesto que fui un militante del socialismo democrático, concertacioA los líderes de mi sector les ha faltado coraje para plantear temas impopulares... Tienen miedo de las funas”. Conozco a Elizalde desde cabro chico y tiene un problema: siempre ha sido un tanto pusilánime, una persona a la que le cuesta tomar decisiones”. nista, de los que cree en la socialdemocracia, en la tercera vía, que esos son mis ideales y, en cambio, fueron ellos los que se corrieron para el lado, los que abandonaron el barco en el que navegaron durante 30 años y que algunos incluso capitanearon a través de distintas funciones... Pero ahora abjuran e incluso señalan que lo que se hizo fue inmoral... Se pasa la mano por el pelo... —Ahora me alegra ver que ese discurso de los 30 años y los 30 pesos se desmoronó con la aparición de un Gabriel Boric moderado, socialdemócrata, gradualista, que quiere focalizar los recursos fiscales con Mario Marcel como ministro de Hacienda.
Eso me da esperanza... —¿ Pero no dijo que iba a votar en blanco en la segunda vuelta porque su giro no le daba confianza? —Efectivamente voté en blanco porque no estaba convencido con el cambio de Boric a uno más moderado, era cosa de observar su trayectoria: en el orden público siempre estuvo por indultar a saqueadores, a los que quemaron las iglesias y destruyeron pymes.
También apoyó legislativamente los retiros, a pesar de decir que estaba en contra... El Boric de ahora dice que no habrá indultos y respecto de los retiros, dice que son una mala política pública y, para mayor abundamiento, pone a Mario Marcel, uno de los creadores de la política contra cíclica durante la Concertación, un hombre con una clara mirada sobre la responsabilidad fiscal, en el rol de ministro de Hacienda. Entonces lo mío es un acto de fe. Estoy convencido de que la única forma de que a Boric le vaya bien es gobernando con quienes rechazó durante tanto tiempo. En el Congreso necesita una base de apoyo para tener un gobierno exitoso y en su gabinete veo una Concertación 3.0. Lamentablemente no es lo mismo que pasa en la Convención, donde muchos de sus miembros sienten desprecio por la historia de Chile.
Espero que ellos también se peguen el mismo giro, que dejen la lógica refundacional; el riesgo para la izquierda, y para todos los que votamos Apruebo, es que esa Constitución se rechace. —El convencional Jorge Baradit respondió a su tweet señalando que estaba juzgando los sacos de cemento antes de ver la casa construída... —OKk, me parece interesante su argumento, debatamos. Pero cuando al punto seguido afirma que mi posición le parece “sospechosa”, como si yo tuviera un interés creado, acciones en alguna AFP o isapre, no me parece.
Esa es precisamente la izquierda totalitaria que se pone en un púlpito y juzga a los demás como si fueran moralmente superiores, cuando a mí lo único que me preocupa es el futuro de Chile y el país que le entregaré a mi hija. “Ojalá me equivoque” “Falta coraje para decir las cosas.
Hace tiempo, cuando estaba en política aprendí que hay que ser capaz de nadar contra la corriente porque en eso consiste el liderazgo”, señala el ex presidente del PS cuando se le pregunta por el silencio que observa en el que antes fuera su sector.
“Con el estallido se construyó el relato de que el pueblo de Chile estaba de acuerdo con la violencia, lo que llevó a muchos parlamentarios, entre ellos figuras muy importantes del sector, a no ejercer su liderazgo con el coraje que se requiere para plantear temas impopulares. Es por eso que, personas como yo, que ya no estamos en la primera línea política, estamos preocupados y así lo hemos demostrado. Si uno ve tanto silencio que se hace cómplice, te sientes en la obligación, al menos, de plantearlo en las redes, articularse con cierta gente”, dice.
“Lo que friega a los países no es la economía sino la política, y creer que Chile es inmune a todo lo que ha pasado en América Latina, suponer que nunca vamos a tener una inflación de 1000% como Venezuela o que jamás viviremos una dictadura como en Nicaragua.
Pero son cosas que pueden ocurrir y alguien tiene que advertirlo... ”. —Recién el martes comenzará el segundo tiempo de la Convención, cuando se realice el primer plenario en el cual se discutirán y votarán los distintos informes para retornarlos con indicaciones. Esa fase terminará en abril.
Es decir, todavía resta un buen trecho y ya varias iniciativas, como la del Estado Plurinacional, han sido rechazadas... —Sí, es cierto, aún no vemos el producto definitivo, pero cuando conoces a los actores y escuchas sus puntos de vista y sus intenciones, no te quedan muchas razones para estar optimista. Ojalá me equivoque, sería lo mejor que le pueda ocurrir a Chile... —¿ A qué se debería este silencio entre quienes hoy lideran la centro izquierda, según usted? —Por miedo a la funa.
Hay mucho temor a las redes sociales, al maltrato en la calle y otras formas de actuar por parte de una izquierda totalitaria que cree que la política partió con ellos. —Usted sabe de funas... —Fui funado como parte de una mentira y presenté una demanda... Luego Hugo Gutiérrez (ex parlamentario y hoy convencional del PC) dijo que yo tenía algo que ver con Corpesca, lo que la fiscal Chong desacreditó, sin embargo hasta el día de hoy me involucran cuando no tuve nada que ver. Pero yo siempre tuve coraje y enfrenté las acusaciones; nunca le he temido a la crítica o a meterme en temas impopulares. Hoy mucha gente que conozco dice una cosa en privado y actúa de otra muy distinta en lo público.
El miedo ha dañado mucho a la clase política. —La convencional Constanza Schonhaut, muy cercana a Boric, señaló en Twitter que votará en contra de eliminar los tres poderes del Estado y reemplazarlos con una “asamblea plurinacional de las y los trabajadores y los pueblos”, porque estaría fuera de “todo marco democrático”. El presidente le dio RT, lo que se interpretó como una señal... ¿Debiera manifestarse de manera más contundente? —El presidente Boric tiene que ejercer su liderazgo y encauzar el rumbo de la Convención. —¿ Y arriesgar su capital al buscar influir en un órgano autónomo? —Entiendo que él sea el presidente y que es un órgano autónomo, pero para que a Boric le vaya bien necesita que de la Convención salga un buen producto, uno que genere bienestar, progreso, desarrollo, unidad... tanto tiene que ejercer ese liderazgo que en segunda vuelta fue apoyado por una inmensa mayoría, muchos de los cuales no habían votado por él en primera vuelta y que piensan como yo.
Hay maneras de hacerlo sin que se afecte la autonomía del proceso... ¡Si esto es política! Y los partidos que tienen la llave maestra son el FA y el PS. —Aunque ya vio cómo el PC bloqueó el intento del FA en las elecciones para suceder a la directiva de Loncon y Bassa, lo que llevó a una maratónica jornada de votaciones.
Se dejó claro que una cosa es la coalición que gobierna y otra es cómo se gobierna la Convención. —En mi opinión no son cosas separadas... ¡ Si la política no ha cambiado tanto! Tampoco nos olvidemos de que en regímenes presidenciales como el nuestro, el presidente de la República es a la vez jefe de Gobierno, jefe de Estado y jefe de la coalición. Si le va mal, no le podrá echar la culpa a Apruebo Dignidad... Por eso insisto: Boric tiene mucho que decir en estos momentos. El éxito de su gobierno se juega también en el de la Convención.
El PS y el FA tienen una gran responsabilidad. —Militó 30 años en el PS. ¿Cómo evalúa el rol de su mesa directiva, en particular la figura de Alvaro Elizalde? —Conozco a Elizalde desde cabro chico y tiene un problema: siempre ha sido un tanto pusilánime, una persona a la que le cuesta tomar decisiones.
Aunque siendo objetivo, debo reconocer que al PS le ha ido bastante bien en las últimas elecciones, eso es lo que lo mantiene. —Aunque ese tipo de éxitos no se dan solos... —El PS es una marca, tiene una historia; no es como el PPD que puede desaparecer y a nadie le importa.
Ahora sería bueno que Elizalde abra un poco la boca, aunque veo difícil que cambie su manera de ser. —Consiguió poner a cinco ministros en el gabinete; superó en poder al PC. ¿No le concede algún mérito? —Por favor, ese es un triunfo de Gabriel Boric. Maya Fernández no era candidata de Elizalde y seguramente Carlos Montes tampoco. No sé si Antonia Urrejola. Y Mario Marcel era una carta de Gabriel Boric.
Es evidente que la estrategia fue diseñada por el presidente, él necesitaba al PS dentro. —¿ Entonces cómo cree que funcionará la alianza entre Boric-PS? —Tienen que generar un liderazgo que les permita conducir al parlamento, al gobierno y a la Convención. No son cosas separadas. Sé que es de buena crianza hablar de la autonomía de la Convención, pero eso no es así y todos los que han hecho política lo saben.