Autor: Rosa Zamora Cabrera
“Lo razonable es rechazar el texto e iniciar proceso hacia Carta moderna y progresista”
66 Yo pienso que la situación económica no va a mejorar o lo hará después de mucho tiempo de mediocridad.
Eso es así, y este grupo dirigente tendrá que decidir si va a seguir con ensoñaciones puramente doctrinarias, o va a buscar un acuerdo más amplio que permita que el país funcione”. De Ricardo Lagos, Ernesto Ottone Fernández, estuvo en el 78% de quienes votaron Apruebo para una nueva Constitución, con la convicción de que eso ayudaría “a generar cierto consenso básico para pensar el futuro”. Hoy cree que “para tener una Carta progresista, democrática y moderna, ayuda más el Rechazo”. Partidario de la extensión de derechos sociales, el reconocimienpueblos originarios, la igualdad de género y el compromiso ambiental incluidos en la propuesta constitucional, y profundamente crítico de normas como la plurinacionalidad, y los sistemas político y de justicia, el sociólogo, doctor en Ciencias Políticas y ensayista porteño, autor de más de veinte libros, toma distancia del acuerdo oficialista sobre los cambios con que busca mejorar el texto. Piensa que es una reacción “in extremis” que no va al fondo de los graves defectos que este tiene. “La pregunta es por qué aprobar algo mal hecho.
Lo razonable es rechazar el mal proyecto” e iniciar un proceso que se traduzca en una Constitución moderna, democrática y progresista que permita una convivencia democrática, plantea el exsecretario ejecutivo adjunto de la Cepal, académico del Colegio de Estudios Mundiales de París y de la Universidad de Chile, y profesor honorario de la Universidad Diego Portales.
En otro aspecto, Ottone atribuye la caída en la aprobación del Gobierno a que “comete muchos errores, tiene muy poco oficio y muchas contradicciones”, a la vez que sostiene que los grupos dirigentes “fueron muy hábiles para llegar a la cabina de mando, pero cuando lo hicieron no sabían qué botones pulsar”. En un escenario cuesta arriba tanto por las estadísticas de seguridad como por la situación económica, aboga porque tengan un aprendizaje ojalá “no tan lento”, porque “tendrán que decidir si van a seguir con ensoñaciones puramente doctrinarias, o van a buscar un acuerdo plio que permita que el país funcione”. E 125 de octubre de 2020, el exjefe de asesores del Gobierno RENUNCIAS PARA UN ENCUENTRO - Usted, que votó Apruebo en el primer Plebiscito, ¿imaginó que íbamos a llegar al referéndum de salida con el Rechazo al texto de la Convención imponiéndose en las encuestas? - Yo voté con mucho entusiasmo y con mucha convicción por el Apruebo para tener una nueva Constitución.
No por una suerte de fetichismo en el sentido de creer que las constituciones cambian a los países, porque siempre he pensado que son los países los que las escriben y no estas cartas las que los diseñan. Pero creía que en la situación chilena era un elemento que podía ayudar mucho a generar un cierto consenso básico nacional para pensar el futuro.
Naturalmente con muchas diversidades, con distintos proyectos, pero compartiendo algunos elementos que dieran el perfil del país, del marco institucional que queremos. - ¿ Qué cree que pasó para llegar a esta situación, que va de la mano con la caída en la aprobación del Presidente al 35% según la última encuesta Cadem? - Lo primero que yo creo que pasó es que la realidad del país, la correlación de fuerzas de los distintos sectores, la mirada mayoritaria, que es más bien moderada, no iluminó la elección de los convencionales.
Hubo una especie de ensoñación con el independentismo, con los independientes, e incluso se cambiaron las reglas para que hubiera más, y resulta que los independientes no eran tales. - Los independientes lo eran en el sentido de que no pertenecían a partidos políticos, no así en cuanto ideología. - Era una visión mezquina del independentismo. No pertenecían a los partidos establecidos, pero no eran para nada independientes, sino que tenían un sesgo muy grande hacia la izquierda maximalista.
Eso configuró una Convención que fue, por decirlo en términos marítimos, mal estibada, en la cual no hubo una base de acuerdos, lo que generó que hubiera más bien la idea de imponer posiciones que representan a un sector por sobre la búsqueda de un acuerdo compartido, donde todos abandonaran algo de su idea para poder encontrarse.
MONOPOLIO DE LA FUERZA EN DEMOCRACIA - El 77% de los encuestados declaró tener temor a ser víctima de la delincuencia, el nivel más alto desde 2014. ¿La seguridad ciudadana le va a pasar la cuenta al Gobierno y por ende al Apruebo, al ser la principal preocupación de las personas? - Al Gobierno no le haido bien, pero yo he sido muy prudente en señalar esto como un destino, porque todavía lleva relativamente poco tiempo, aunque lo que hemos vivido hasta hoy no nos muestra un grupo dirigente que tenga madurez para señalar una orientación al país. Comete muchos errores, tiene muy poco oficio y muchas contradicciones en Su interior. Ellos fueron muy hábiles para llegar a la cabina de mando, pero cuando lo hicieron no sabían qué botones había que pulsar. Y por eso tenemos esta situación en la cual se siente un poco la ausencia de dirección.
Creo que por eso ha caído tan rápidamente su aprobación. - ¿ Y qué ocurre con el problema de la seguridad? - Frente a eso soy muy cuidadoso de culpar al Gobierno en particular, porque es una tendencia global. También existe globalización del crimen. Y lo que estamos viendo son formas de criminalidad muy distintas a las que conocíamos, algo que pasa en todas partes, nuevos delitos, mucho más crimen organizado. El problema es que hay una no-respuesta frente a eso. Y no me refiero solo a que tengamos policías con más medios, capacidad e inteligencia, sino también a que las ciudades no cuentan con una forma de gestión que ayude a derrotar esta delincuencia contemporánea. Además está el problema regional, como en el sur, con grupos armados.
Creo que hay que distinguir entre la cuestión de los pueblos originarios, de los pueblos indígenas y una política hacia ellos, y la existencia de grupos armados, que son inadmisibles en una democracia, y ahí la democracia tiene derecho al uso de la fuerza. Por algo existe el monopolio de la fuerza en una democracia, sometido naturalmente a derecho, a las reglas de la democracia y al respeto por los derechos humanos.
Pero aplicar la fuerza es parte del deber de los gobernantes. - Y si bien el 86% cree que la economía chilena está estancada o en retroceso, al mismo tiempo el 58% califica como buena o muy buena su situación económica o la de su familia. ¿Cómo entender eso? ¿ El chileno es poco reflexivo al responder, eventualmente al votar? - Es muy singular lo que ocurre con esas dos preguntas juntas, yo creo que está en la naturaleza humana. Existe una cierta tendencia psicológica de las personas a sentir que ellas lo están haciendo bien. Hay una consulta a la que yo le tengo mucha distancia, que es sobre la felicidad. Por lo general los encuestados perciben que existe mucha infelicidad, pero cuando uno les pregunta por su situación personal, todos niegan ser infelices. Se haga donde se haga esa pregunta, son así.
Ahora, lo grave es que realmente la situación económica está mala y va a seguir estando mala, porque es una combinación de señales internas, de ciertas inseguridades sobre el futuro, de datos que no son buenos. En comparación con el resto de América Latina, el próximo año nosotros vamos a estar bastante más abajo, no en el pelotón de arriba. Por muchos años estuvimos a la cabeza, o muy cerca, pero ahora todos los indicadores económicos y sociales están cayendo. Entonces, claro, se produce una contradicción entre un Gobierno que plantea un buen vivir, una sociedad más justa, y la situación cotidiana, que la gente vive con mucha preocupación.
DÉFICIT DE CONDUCCIÓN Y HORA DE DEFINICIONES - Sobre lo que dijo recién, que parecería que el actual grupo dirigente mostró gran habilidad para llegar a la cabina de mando, pero ahora no sabe mucho cómo conducir la nave, ¿qué gravedad le asigna a ese déficit? - Es un déficit grave. Chile aprendió y ha podido avanzar tanto desde que recuperó la democracia, porque en general tuvo una buena conducción. Pero lo que se ve ahora, no tiene ese nivel, no tiene ese carácter. Yo pienso que la situación económica no va a mejorar o va arepuntar después de mucho tiempo de mediocridad. Esoes así, y este grupo dirigente tendrá que decidir si va a seguir con ensoñaciones puramente doctrinarias, o va a buscar un acuerdo más amplio que permita que el país funcione.
Somos un país de ingresos medio altos en comparación con otros del mundo, que ha logrado mucho, pero que tiene que hacer esfuerzos enormes para conseguir un El acuerdo oficialista sobre los cambios con que busca mejorar la propuesta constitucional es “una reacción “in extremis que no va al fondo de sus graves defectos”, opina el exjefe de asesores de Ricardo Lagos.
Espera que el aprendizaje del Gobierno “no sea tan lento”. Ernesto Ottone Fernández, sociólogo, cientista político y ensayista: 66 A mí me divierte esto de declararse estupefacto por lo que dijo Jackson... ¡ si lo viene diciendo desde hace muchos años! Se construyeron políticamente de esa manera. Fue un momento de franqueza nomás. Ahora, es muy irresponsable que un ministro de Estado diga esas cosas”. desarrollo mayor y mejor, que permita una mayor igualdad, que se logren todas las promesas que se han hecho.
Eso no aparece en la acción del Gobierno, por lo menos hasta ahora. - En ese mismo sentido el cientista político y columnista Kenneth Bunker dijo que “son expertos en identificar problemas que no saben cómo solucionar”. - Es una ironía bien certera.
Un viejo dirigente comunista, Luis Corvalán, refiriéndose a la ultraizquierda de aquel tiempo, decía que eran “buenos para identificar la problemática, pero no la solucionática”. Esimportante menos soberbia, más aplicación, entender que el mundo no comienza hoy, que la gradualidad que se ha usado para que Chile avanzara fuertemente no es un capricho.
Un país como el nuestro requiere ser prudente, gradual y hacer las cosas bien. - Usted ve el Rechazo como un mejor escenario para que se logre una nueva Constitución democrática, con derechos sociales, “que incorpore muchas cosas que están en el proyecto, pero que cambie otras”. ¿Cuáles mantener y cuáles modificar? - Esta es una propuesta constitucional que trata de enfrentar materias del siglo Los temas de género o el reconocimiento de los pueblos indígenas no estaban en el escenario; la extensión de los derechos sociales, la definición de un estado social como base de la república, todos esos elementos me parece que esimportante mantener. En lo que respecta a las modificaciones, yo veo problemas fuertes para la democracia en el sistema político. No se puede terminar con la separación de poderes de igual jerarquía. Ejecutivo, Legislativo y Judicial deben estar constituidos como poderes, pero aquí hay uno que es menos que los otros, que es el Judicial. Y no creo que deba haber 11 sistemas judiciales.
“NOSOTROS SOMOS MESTIZOS” - La plurinacionalidad sigue en el centro del debate. - Creo que hay que hacer un reconocimiento, que puede estar ligado a la tierra, a la lengua y a muchos elementos sobre lo que son ofueron los pueblos originarios. Son -como el pueblo mapucheo fueron, como el pueblo chango, cuya existencia es muy difícil de entender desde el punto de vista científico, si uno recorre la historia del país. Es la diferencia que yo hago entre “pueblos originarios” y “pueblos imaginarios”. No imaginarios porque no hayan existido, sino porque sigan existiendo y menos como nacionalidades. También creo que hay una exacerbación identitaria que no corresponde a una historia que es de discriminación, de abuso, etc, pero también de mestizaje. Nosotros somos mestizos. Hay una nación chilena mestiza que se enriquece con la existencia de pueblos originarios, de migrantes que vinieron en distintos tiempos de la república y que constituyen el Chile de hoy. Ese es el estadonación de Chile. - ¿ Y eso no es claro en la propuesta de la Convención? - Eso tampoco aparece claro. Y creo que, como esos, hay otros elementos que deben ser revisados, que deben concitar un acuerdo mayor de parte de los chilenos. Por eso ha habido esta reacción, que no esperábamos, la del Rechazo. Y como veo que hay reticencia a cambiar de quienes tuvieron mayoría en la Convención, que a lo mejor es efímera, quieren imponerla para siempre. Por eso, pienso que para tener una nueva Constitución, progresista, democrática, abierta y moderna, en este momento ayuda más el Rechazo.
EL ANTES Y EL DESPUÉS DE “LA CARTA DE LAGOS”, DOS DÍAS TRENDING TOPIC - Durante la semana, un grupo de diputados socialistas se reunió por más de una hora con el expresidente Lagos en lo que se interpretó como un intento de que apoyara el Apruebo, lo que no pasó. ¿Debe mantenerse en esa posición? - A mí me parece muy bien lo que ha hecho desde el punto de vista de un expresidente, que ha sido decirles que las constituciones no son un programa político, que deben admitir alternancia en el poder y que debemos trabajar porque haya posiciones sensatas. Ha expresado que su misión no es señalar cuál es el camino para eso, pero que es necesario, y ha mencionado una serie de elementos. Si gana el Apruebo, habrá que hacer esto. Si gana el Rechazo, esto otro.
Entonces, creo que es una posición de una persona que tiene un interés de Estado, por sobre las partes. - Políticamente hubo un antes y un después de “la carta de Lagos”. Ese día y el siguiente fue trending topic con más de 26 mil y 55 mil tweets. ¿Su influencia ha ido al alza? - Yo creo que cuando la historia mire lo que fue su Presidencia y el rol que ha jugado Ricardo Lagos en la historia contemporánea de Chile, va a ser muy fuertemente valorado. Eso que describe, pienso yo, se debe a que la suya se entiende como una voz no partisana, sino como de una figura con una preocupación de Estado muy grande, de que Chile marche bien. Por eso provoca tanta marejada, para seguir hablando en porteño.
Y eso que en relación a su gobierno quienes conforman hoy el grupo dirigente le han dicho de todo, peroen la medida que ese grupo viva un gobierno va a aprender cada vez más a tomarle respeto a lo que ha hecho ese Presidente. = eSCAÑOS RESERVADOS E INDEPENDIENTES - El Presidente dice que si se aprueba la propuesta, depender del veto histórico que ha tenido la derecha durante los últimos 30 años” y que si se rechaza, “vamos a volver a foja cero y tendríamos que empezar un nuevo proceso constituyente”. ¿ El Ejecutivo puede por sí solo imponer una vía? - No, no puede por sí solo, porque si gana el Rechazo, queda un poder constituyente radicado en el Presidente y el Congreso. Tiene que haber un acuerdo ahí y deben formular un camino a seguir que no puede ser la repetición de la misma vía que, en ese caso, fracasó.
Tiene que ser un camino que pase por una decisión soberana, pero que esté basada en corregir las cosas que originaron el Rechazo. -Si la propuesta constitucional fuera rechazada y hubiera nuevas elecciones de convencionales, ¿cómo deberían ser las reglas del juego para escaños reservados e independientes? - Yo creo que eso hay que hacerlo de una manera razonable, sensata, que tenga relación con la realidad. Estoy a favor de que haya escaños reservados, pero debe haber correspondencia entre ellos y la existencia de esos pueblos, su peso y su realidad. Tampoco se puede imaginar que todos los representantes de ellos son maximalistas de izquierda. Eso no es así, como se ve en todas las elecciones. Hay que buscar una fórmula razonable, sensata y que no sea conservadora, porque tampoco se trata de volver atrás en ese proceso, sino que seguir adelante, pero de mejor manera. Y ahí existe desconfianza. Es verdad que la derecha tuvo durante muchos años una actitud extremadamente obstruccionista a los cambios constitucionales, de lo cual tantos se arrepienten hoy. Pero uno tampoco puede ver una sociedad petrificada: hay cambiosen sectores de la derecha, tal como hay sectores nuevos en laizquierda, el centro o losindependientes.
No hay que trabajar sobre la desconfianza, sino desde la confianza. - ¿ Qué le parece el acuerdo del oficialismo con el fin de cambiar para mejorar el texto constitucional si gana el Apruebo? -Pienso que es una reacción “in extremis” que muestra la razón por la cual mucha gente progresista no ha podido aceptar el proyecto constitucional, y que no va al fondo de los graves defectos que este tiene para un desarrollo democrático del país. El texto presentado no es bueno, requiere cambios de fondo. La pregunta es por qué aprobar algo mal hecho.
Lo razonable es rechazar el mal proyecto, e iniciar un proceso inclusivo y sensato que genere una Constitución moderna, democrática y progresista que pueda generar una ley de leyes que nos permita una convivencia democrática. - Aestaaltura es un lugar común, pero transcurridos varios días de las declaraciones del ministro Jackson, ¿cuál es su reflexión sobre el punto, cuando varias voces plantean que no hubo equivocación y que así piensa efectivamente el Gobierno? - Amí me divierte esto de declararse estupefacto por lo que dijo Jackson... ¡silo viene diciendo desde hace muchos años! Se construyeron políticamente de esa manera. Fue un momento de franqueza nomás.
Ahora, es muy irresponsable que un ministro de Estado diga esas cosas, y naturalmente se termina en lo que ya pasa a ser una especie de tic del Gobierno, que es meter las patas y pedir perdón.
Espero que con el tiempo se vaya aprendiendo, porque sea cual sea el resultado del Plebiscito, este es el Gobierno que existe y Chile tiene que mantener sus formas democráticas y su estructura institucional, por lo que es bueno que este gobierno aprenda a dar esos pasos y juegue ese papel. Nadie puede desearle que lo haga mal, todos queremos que lo haga bien. Por tanto, es muy bueno que haya un proceso de aprendizaje, y que no sea tan lento, porque si se demora cuatro años, estamos complicados.