La sombra del Tercer Reich en Chile
La sombra del Tercer Reich en Chile Gabriel Rodríguez, escritor y periodista Reich en Chile El Partido Nacional Socialista Alemán del Trabajo, más conocido como Partido Nazi, decidió fundar y apoyar en Chile una filial. Además, envió y financió a innumerables espías.
Tras la guerra, Chile fue parte de la "ruta de las ratas" usada para dar refugio a los criminales de guerra E n 1930, luego de una reunión en Berlín, quedó oficialmente definido que se fundaría a la brevedad en Chile una filial del Partido Nacional Socialista. En representación de Chile asistieron Karl Hübner y Willy Köhn. El 5 de abril de 1932 el joven abogado Jorge González von Marées reunió en Santiago a un grupo de descendientes de alemanes y fundó el Movimiento Nacional Socialista de Chile. Paralelamente, ese mismo año, Willy Köhn, Richard Zeissig y el general Hans von Knauer fundaban también en Santiago, la filial del Partido Nacionalsocialista Alemán e infiltraban con gran éxito a la colonia alemana residente. En los primeros meses, el Movimiento de González von Marées pareció no tener ningún impacto pero tras la visita del jefe del Dpto. Exterior del Partido Nazi Alemán, comenzó a recibir apoyo económico. Al poco tiempo editaba el diario Trabajo, la revista Acción Chilena y compraba una propiedad en Huérfanos 650, a pocos pasos de la Embajada de Alemania en esos años, para convertirla en su cuartel general. En 1933 el movimiento realizaba concentraciones en cines y desfiles por las calles con sus uniformes grises. Habían declarado que su principal enemigo era el Partido Comunista y a menudo se trenzaban en graves trifulcas con militantes de ese partido.
A medida que el nazismo en Alemania quemaba libros e imponía su ideología totalitaria persiguiendo a opositores y disidentes, en Chile se formaba la Alianza de Intelectuales presidida por Pablo Neruda, que a través de declaraciones y acciones denunciaban el peligro del nazismo en el país. Una de sus principales acciones fue la donación a la Biblioteca Nacional de libros de autores prohibidos en Alemania. Paso a paso el nazismo penetró en Chile donde las condiciones eran altamente favorables al existir una fuerte presencia de descendientes alemanes. El plan del Partido Nazi era cubrir todo el continente, influir en los gobiernos nacionales y tener información sobre movimientos de barcos enemigos. El golpe de Estado y la matanza del Seguro Obrero En las elecciones parlamentarias de 1937 el nazismo chileno obtuvo tres diputados, entre ellos a González von Marées, potenciando su presencia en el país.
Se acercaban las elecciones presidenciales de 1938 y tres candidatos se disputaban la voluntad popular: la aristocracia y el alessandrismo gobernante representado por Gustavo Ross Santa María, el radicalismo y los partidos de izquierda agrupados en el Frente Popular tenían a Pedro Aguirre Cerda, y el populismo apoyado por el nazismo al ex dictador Carlos Ibáñez del Campo. El 4 de septiembre de 1938 los ibañistas realizaron una multitudinaria "Marcha de la Victoria" con la participación de unos 10 mil nazis. Al día siguiente un grupo de ellos se tomó el edificio del Seguro Obrero muy cerca de La Moneda mientras otro se tomaba la Casa Central de la Universidad de Chile. Los golpistas esperaban el apoyo de diversos regimientos a lo largo del país, lo que no ocurrió. El presidente Alessandri ordenó reprimir la asonada y carabineros y militares rodearon ambos edificios intercambiando disparos. Después de algunas horas la Casa Central fue retomada y los jóvenes nazis se rindieron. Fueron trasladados al Seguro Obrero donde también las fuerzas de orden habían logrado la rendición de los golpistas. Totalmente indefensos 59 de ellos fueron asesinados provocando un impacto en la situación política.
Carlos Ibáñez, impulsor del golpe, se entregó a los militares, renunció a su candidatura y optó por el exilio, Gustavo Ross perdió apoyo producto de la represión gubernamental y la opinión pública volcó su apoyo al candidato Pedro Aguirre Cerda. González von Marées y Oscar Jiménez Pinochet se entregaron a las autoridades y fueron condenados por el Ministro en Visita del caso a veinte y quince años de reclusión respectivamente. Estalla la guerra en Europa La invasión de Polonia por los ejércitos de Hitler provocó el inició de la II Guerra Mundial. La red de agentes nazis instalada en los diversos países de América del Sur redoblaron su actividad. A pesar de las presiones de ambos bandos, el gobierno del presidente Aguirre Cerda mantuvo la neutralidad en el conflicto. En agosto de 1941 el secretario general de la Dirección de Investigaciones se trasladó a Puerto Varas y ante el juez Juan Valdebenito denunció las actividades del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores. Después de una ardua investigación el juez estableció Registro de una reunión organizada en Puerto Varas por Bertoldo Meyer Straten, dirigente de la sección chilena del Partido Nazi (1937). Crédito: www.archivonacional.gob.cl. La sombra del Tercer Reich en Chile la existencia de los siguientes hechos que estimó constitutivos de delito.
El partido existía en Chile desde 1931 y sus integrantes tenían las mismas obligaciones que los residentes en Alemania: prestaban juramento de obediencia absoluta al Führer Adolf Hitler y de sumisión a las leyes alemanas sin considerar el ordenamiento jurídico del país. Además, la organización estaba sujeta a un régimen militar y debían usar uniformes. El allanamiento al Club Alemán de Puerto Varas y otras entidades permitieron recoger numerosa documentación y doce fusiles con cuarenta y cinco mil tiros de guerra. El juez Valdebenito logró establecer los nombres de los principales jefes de las comunas del sur, así como de quienes dirigían la organización desde Santiago. El 10 de septiembre Gustavo Montero, juez del Séptimo Juzgado del Crimen de Santiago, citó a declarar a connotados miembros de la colonia alemana residente, quedando detenidos tres de ellos. El ministro de la Corte de Apelaciones de Valdivia, Humberto Mewes, ordenó diversos allanamientos que arrojaron pruebas irrefutables de la penetración nazi. Miles de documentos procedentes de Berlín fueron traducidos y dejaron en evidencia los planes de "nazificación" de Chile.
En ellos también se recordaba la superioridad de la raza germana y se prohibía a los súbditos del Reich contraer matrimonio con elementos provenientes de "razas degeneradas". Una vasta red de espionaje nazi Karl Hübner, alemán que llegó a Chile muy joven, asumió en 1935 la jefatura para Chile del Partido Nazi. Bajo su dirección se organizaron las "Guardias de Asalto" nacionales.
Su rol fue tan relevante que recibió una condecoración de Hitler por su "trabajo sobresaliente de jefe del Grupo Territorial de Chile". La red implicaba a directores de colegios y ciudadanos chilenos quienes mantenían contacto entre ellos y con sus dirigentes nacionales y continentales a través de aparatos de radio. El 25 de noviembre de 1941 fallece sin completar su mandato el presidente Pedro Aguirre Cerda. Nuevo gobierno y nueva etapa El 1 de febrero de 1942 se enfrentaron en las urnas Juan Antonio Ríos y nuevamente Carlos Ibáñez del Campo. Para la colonia alemana residente y el movimiento nazi la opción era clara en favor del ex general.
La gran cantidad de dinero y los esfuerzos que desplegaron los hombres del Tercer Reich para apoyar a Ibáñez no tuvieron éxito y el ganador fue el radical Juan Antonio Ríos, arrojando a la basura las esperanzas que Chile mantuviera sus simpatías hacia los países del eje durante la guerra.
En abril del mismo año se constituye una organización de "Alemania Libre" para luchar abiertamente contra el nazismo, apoyar a los aliados y denunciar a los "hitleristas activos". Esta organización formada por descendientes alemanes ayudó a descubrir la red de espionaje que abarcaba Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile con agentes en pequeñas o grandes propiedades adquiridas con los recursos del Partido Nazi y ubicadas en puntos militar o económicamente estratégicos. En octubre, el ministro del Interior Raúl Morales Baltramí, tras conocer los informes de los servicios policiales, decretó la expulsión del país de tres personas por participar en actividades de espionaje.
Una actividad desarrollada por otros agentes estaba situada en el puerto de San Antonio quienes por radio informaban del movimiento de la flota mercante, los barcos pertenecientes a los aliados y las actividades de la Marina de Guerra chilena. Con el paso de los meses se descubren nuevos espías y en la primera semana de 1943 el Gobierno dio a conocer una enorme lista de extranjeros que debían abandonar la capital. El 19 de enero de ese año el Senado aprueba la suspensión de relaciones diplomáticas con Alemania, Italia y Japón. Ese mismo mes el Ministerio del Interior procedió a confinar a ciento sesenta y ocho ciudadanos alemanes y a setenta y cuatro japoneses. Algunos relegados alemanes fueron destinados a Curicó y Talca. El 11 de marzo ingresaban a la Cárcel Pública de Talca Francisco Kraus y Walter Blumel en calidad de detenidos e incomunicados. Ambos residían en la comuna de Santiago. El 29 de septiembre de 1943 los diplomáticos alemanes emprendieron el retorno a su patria. Esto no significó el fin de las actividades pro alemanas. En febrero de 1944 veinte ciudadanos alemanes, paraguayos y chilenos confesos de espionaje fueron detenidos por Investigaciones. Operaban a través de aparatos clandestinos de radio para enviar información fuera del país. La organización era liderada por Bernardo Timmermann, contaba con más de cien miembros y estaba orientada a cubrir actividades económicas, militares y políticas. Sus planes comprendían la paralización total de las industrias, así como el sabotaje de las principales plantas de energía eléctrica. Tras la derrota de Alemania, gran cantidad de criminales nazis con el apoyo de sectores de la Iglesia Católica y la Cruz Roja buscaron refugio en el Cono Sur de Sudamérica. Como Josef Mengele, el "ángel de la muerte", médico de las SS que realizó horrorosos experimentos humanos en Auschwitz, instalado en Paraguay. O el coronel Walther Rauff creador de los "camiones de la muerte" que permitió el asesinato de unos 250 mil judíos y que vivió por décadas en Tierra del Fuego. Rauff fue asesor de la DINA durante la dictadura y su extradición para ser juzgado por sus crímenes fue negada por la Corte Suprema. Pero esa es otra larga historia.
Presencia nazi en Chile Esta crónica está basada en gran parte en el libro "Chile y los hombres del Tercer Reich" de María Soledad de la Cerda, tal vez la investigadora y documentalista que más ha estudiado la presencia de los nazis en nuestro país. Editorial Sudamericana. "Chile y los hombres del Tercer Reich", de María Soledad de la Cerda.. - - - - - - - -