El magnicidio contra el general Schneider
La idea de los conspiradores (militares en retiro, en servicio activo y civiles) era evitar a toda costa la llegada del marxismo marxismo al poder.
Para ello, debían impedir la sesión del Congreso Pleno del 24 de octubre octubre de 1970, donde se ratificaría el triunfo triunfo electoral de Salvador Allende y urdir un plan que permitiera derrocar al gobierno de Eduardo Frei Montalba e impulsar una toma del gobierno por parte de las Fuerzas Armadas. En un principio, el plan fue secuestrar al comandante en jefe, haciendo pasar el hecho como una acción de la izquierda y, por medio de ello, impulsar a las Fuerzas Armadas a tomar el poder. Detrás del plan estaba el general en retiro Roberto Viaux Marambio, el mismo que se había acuartelado acuartelado en el Regimiento Tacna solo un año antes, exigiendo mejoras salariales para el Ejército. Las investigaciones posteriores también dejaron en evidencia la participación participación el general Camilo Valenzuela Godoy. En 1972, un fallo de la Justicia Militar detalló varios elementos del crimen.
Según se lee en él, “algunos de estos elementos conspirativos tomaron contacto con el general de División, Comandante Comandante General de la Guarnición de Santiago, Camilo Valenzuela Godoy y con el Vicealmirante, y a la sazón segunda antigüedad antigüedad de la Armada y Comandante en Jefe de la Primera Zona Naval, Hugo Tirado Barros, los que se sumaron en estas deliberaciones y resoluciones, resoluciones, en reuniones en que algunos actuaron en ella y otros sólo las facilitaron”. facilitaron”. El plan era más amplio: amplio: secuestrar al comandante el jefe y realizar una serie de otras acciones de terrorismo, terrorismo, que adjudicarían a un inexistente grupo de extrema izquierda, al que llamarían llamarían BOC (Brigada Obrera Campesina). Con el general retenido, sucesivos hechos violentos violentos y la prensa militante de derecha intensificando intensificando sus coberturas, se empujaría a las policías a realizar redadas y decomisar decomisar armas. El nivel de tensión facilitaría un levantamiento de las Fuerzas Armadas y el retirado general Viaux podría acuartelarse en uno de los regimientos de Santiago, Iiderando Iiderando el movimiento. El mismo fallo describe que hubo dos intentos frustrados de secuestrar al general general Schneider: el 19 y 20 de octubre. El propio propio Roberto Viaux instó al grupo a ejecutar el tercer intento lo más pronto posible, advirtiendo advirtiendo el riesgo de tener que desecharlo. Y ASÍ SUCEDIÓ. El 22 de octubre, un largo listado de conspiradores se reunió a las 7 de la mañana para tomar ubicaciones según el plan. A las 8:17, el Mercedes Benz del Ejército Ejército en que se trasladaba el general Schneider Schneider transitaba por calle Martín de Zamora.
Veinte metros antes de llegar a la avenida Américo Vespucio, los vehículos disminuyeron disminuyeron su marcha por la ubicación de un disco disco “Pare”. En ese momento, un Ford Falcon amarillo se cruzó por delante, dándole un estrellón al Mercedes del general, conducido conducido por el cabo Leopoldo Mauna. Un Jeep Willys café se asomó en la esquina de Vespucio y cerró la calle. Un Peugeot blanco invierno se puso detrás del Mercedes y un Dodge Dart azul se puso a su derecha. Cuando el cabo Mauna bajó del automóvil del general a averiguar qué ocurría, los ocupantes de los cuatro vehículos vehículos bajaron y corrieron hacia el Mercedes Benz. Usando un martillo rojo, uno de ellos quebró los vidrios del costado izquierdo y trasero. Inmediatamente, dos hombres gatillaron sus pistolas automáticas calibre 45. Tres impactos hirieron al general Schneider. Schneider. Sólo 3 minutos después del bloqueo, los victimarios corrieron a sus vehículos y escaparon. El cabo Mauna condujo el vehículo a máxima velocidad hacia el Hospital Militar, con el general desangrándose. Pese a su esfuerzo y la lucha del propio Schneider por 72 horas, el comandante en jefe falleció, falleció, producto de disparos que perforaron su pulmón, hígado, bazo y muñeca, entre otros órganos.
LA DECISIÓN FUE EL ASESINATO En un artículo escrito en la Revista Ercilla a los pocos días del magnicidio, el periodista Luis Hernández Parker presentó presentó una hipótesis en la que cuestiona la versión de que los secuestradores perdieron perdieron en control y terminaron disparando. Planteó que “la decisión fue el asesinato. Muerto el Comandante en Jefe, las FF.AA., en un esperado espíritu de cuerpo, declararían declararían su indefensión y asumirían el poder. Sería clausurado, para siempre el Congreso Congreso Pleno y depuesto el Presidente Frei.
Entonces Entonces habría tiempo para todo lo demás, empezando por la liquidación de Allende, de Tomic, de Alessandri... ”. En el contexto global de la Guerra Fría, el agregado militar de la Embajada de Estados Estados Unidos en Chile, coronel Paul Wimert, dio pistas de quienes estuvieron detrás del asesinato del general René Schneider, describiendo que “las órdenes llegaron de Nixon (Presidente de Estados Unidos). Era la CIA, de Helms, Kissinger, Nixon”. Estas aseveraciones las confirmaría años más tarde quien ocupaba, en ese entonces, el embajador de Estados Unidos en Chile, Edward Korry, quien por no querer operar ilegalmente en contra de la decisión electoral de los chilenos, fue superado por la CIA, según un documental de del canal de televisión de la National Geografic, NATGEO. NATGEO. Sin embargo, versiones posteriores aseguraron que, aunque estuvieron en la conspiración y evaluaron aportar financiamiento, financiamiento, la CIA decidió dar pie atrás en su apoyo, cuando evaluaron que el plan caminaba caminaba hacia el fracaso. “La CIA, bajo el nombre de “Track Two”, financió a estos grupos en su intento de evitar la llegada de Allende a la presidencia presidencia mediante un golpe de Estado. Luego Luego de revisar los planes de Viaux, la CIA determinó que no tendría éxito, y que no lo apoyarían por ser muy prematuro el forzar un golpe de Estado. De igual manera, Viaux realizó el intento de secuestro actuando de manera independiente de la CIA en ese momento”, se lee en el informe Hinchey, de Noviembre de 1970.
LOS GENERALES DE LA CONSPIRACIÓN Se le imputó participación en la acción sediciosa, en diversos grados, a los generales generales Camilo Valenzuela, Roberto Viaux y Alfredo Canales; el almirante Hugo Tirado, comandante en Jefe de la Armada; el general general Joaquín García, segundo jefe de la Fuerza Fuerza Aérea; Vicente Huerta, director general de Carabineros y, entre muchos otros más, los civiles Juan Luis Bulnes Cerda, Diego Izquierdo Izquierdo Menéndez y Jaime Melgoza Garay. Según dirían después, los motivó detener detener el “comunismo” en Chile.
En prisión, el propio general (r) Viaux diría a la periodista Florencia Varas, autora autora del libro “Conversaciones con Veaux”: “Yo he sido militar antes que nada y, en segundo lugar, lo hice (su participación en el caso Schneider) para evitar que el país cayera en manos marxista-leninistas, ya que siendo soldado no podía permitir permitir que Chile pasara a poder de una potencia extranjera, al Poder Soviético”. La sentencia final determinó que “no hubo dolo homicida en el accionar de los culpables”. El 16 de junio de 1972, el Fiscal de la Segunda Segunda Fiscalía Militar, Fernando Lyon, que instruyó los procesos procesos contra los implicados en el Caso Schneider, notificó a los acusados el fallo de primera primera instancia dictado por el juez militar General Orlando Urbina Herrera.
El juicio a Roberto Viaux Marambio determinó: determinó: veinte años de presidio mayor en su grado máximo por el secuestro con resultado resultado de muerte de Schneider y cinco años de extrañamiento por infringir la Ley de Seguridad Seguridad Interior del Estado. Curiosamente, el 4 de septiembre de 1973, una semana antes del golpe, Viaux parte a Paraguay a cumplir su condena de extrañamiento. En la Sentencia N 603, de la Segunda Fiscalía Militar de Santiago, (16 de junio de 1972), también fueron condenados a presidio presidio otros veinte integrantes del comando derechista y varios más a relegaciones. Apelaciones posteriores rebajarían la pena de presidio de Roberto Viaux y de otros de los acusados. “La justicia militar concluyó como autores materiales de los disparos a Julio Bouchón, José Melgoza Garay y León Cosmelli. Juan Luis Bulnes y Diego Izquierdo Izquierdo cuando se les procesó no estaban en Chile; cuando volvieron al país el general Augusto Pinochet ya había dado el Golpe Militar. Todos fueron indultados, con su firma firma de puño y letra. La sentencia señala que el asesinato de Schneider estaba planeado por dos grupos militares, uno conducido por Roberto Roberto Viaux y el otro por el general Camilo Camilo Valenzuela. Viaux y Valenzuela fueron condenados por su eventual conspiración para causar un golpe de Estado, y Viaux también fue condenado por el secuestro. Fue el único en no ser indultado.
LA HISTORIA DEL 11 DE SEPTIEMBRE DE 1973 Desde la incapacidad de los políticos para gobernar hasta la desgracia de la dictadura El magnicidio contra el general Schneider El episodio de la muerte del comandante en jefe del Ejército, René Schnelder, reafirma la existencia de grupos de extrema derecha que estaban por la vía armada para llegar al poder, tal como lo habían declarado los grupos de extrema izquierda a mediados del gobierno de Eduardo Frel. Se trató de un magnicidio solo comparable con el asesinato de Diego Portales. El magnicidio contra el general Schneider.