EE.UU. y Argentina, un acercamiento marcado por intereses y beneficios mutuos
EE.UU. y Argentina, un acercamiento marcado por intereses y beneficios mutuos E l 19 de noviembre pasado, luego de que el conteo de votos le diera el triunfo a Javier Milei en la segunda vuelta presidencial, en el escenario ubicado en el comando de campaña libertario apareció el logotipo del gobierno electo muy similar al de la Casa Blanca. Era el primero de una serie de guiños y decisiones que marcarían un acercamiento entre Argentina y Estados Unidos, una relación impensada hasta muy poco, considerando la política exterior de los gobiernos kirchneristas. En los casi cinco meses transcurridos desde que Milei asumió el poder, el 10 de diciembre pasado, la sintonía en el ámbito castrense con Washington ha sido quizás el aspecto más llamativo. A comienzos de abril, Milei recibió en Ushuaia, la localidad más austral de Argentina, a la general del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson.
En un discurso ante militares, el mandatario destacó la importancia de reforzar la "alianza estratégica con Estados Unidos y los países que defienden las ideas de la libertad". Mientras que la general Richardson destacó que su país está "comprometido a trabajar estrechamente con Argentina", para que los "esfuerzos colaborativos de seguridad beneficien a nuestros ciudadanos, nuestros países y nuestro hemisferio de manera duradera y positiva", y transfirió a la Fuerza Aérea argentina un avión de transporte Hércules C-130H.
El acercamiento continuó dos semanas después, cuando la embajada de EE.UU. en Argentina anunció, el 18 de abril, la entrega de US$ 40 millones en financiamiento militar extranjero (FMF, por sus siglas en inglés) para apoyar la modernización en defensa. "Esta es la primera vez, desde el año 2003, que Argentina recibe fondos de FMF de EE.UU. ", destacó el comunicado de la representación dirigida por el embajador Marc Stanley, quien se ha mostrado cercano a la administración libertaria. La embajada agregó que "el FMF es un subsidio de asistencia en seguridad reservado para socios importantes". Otros dos hechos reforzaron esta cooperación.
Aviones y OTAN El ministro de Defensa argentino, Luis Petri, selló el 16 de abril, en Dinamarca, la compra de 24 aviones F-16 de fabricación estadounidense, en la mayor modernización en décadas de la Fuerza Aérea de Argentina, adquisición realizada con el visto bueno de Washington y luego de descartar una oferta china. Dos días después, el mismo Petri pidió a la OTAN que aceptara a Argentina como "socio global" de la alianza atlántica, categoría que en América Latina solo tiene Colombia.
Luis María Savino, presidente de la Fundación Centro de Estudios Americanos, con sede en Buenos Aires, dice que "como país mediano, Argentina puede ser un más que interesante socio estratégico de Estados Unidos en la región, sobre todo si observamos la composición de la región". El experto argentino destaca también que "el potencial de Argentina en lo económico --mucho más que la triste realidad de estos momentos-puede ocasionar un interés permanente de los Estados Unidos en Argentina, que son los buenos negocios". Peter Hakim, presidente emérito y senior fellow del centro de estudios Diálogo Interamericano, tiene una mirada diferente. "Aparte del deseo de Milei de una relación comercial y económica más fuerte con EE.UU., no veo muchas razones en absoluto para que Washington se interese por Argentina, sobre todo teniendo en cuenta el estado debilitado e impredecible de la economía argentina, su política inestable y altamente conflictiva, y la profunda incertidumbre de su liderazgo presidencial", dice Hakim. El experto estadounidense agrega que "Milei parece haber hecho algunos progresos para abordar la debacle económica argentina, pero sigue siendo un factor potencialmente explosivo.
El resultado es que Argentina sencillamente no puede permitirse reducir su creciente dependencia del comercio, los préstamos y las inversiones chinas". Del otro lado de la relación, Hakim cree que "EE.UU. hoy no es capaz de hacer mucho para ayudar a Argentina a reinsertarse en la economía mundial", y estima que sí "podría ser útil en las negociaciones de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros financiadores, lo que podría tener cierta importancia para el futuro económico de Argentina, pero no será suficiente para remodelar seriamente las relaciones" entre ambos países.
Javier Milei asumió el poder determinado a reducir a cero el déficit fiscal, una meta más ambiciosa de la que impone el propio FMI, con el cual Argentina tiene un acuerdo crediticio por US$ 44.000 millones.
El lunes pasado, en una cadena nacional en que anunció que por primera vez desde 2008 Argentina registró superávit financiero en el primer semestre, el Presidente no se refirió a las negociaciones que mantiene con el FMI, pero el organismo ha visto con buenos ojos los ajustes hechos por el economista.
Savino dice que Argentina tiene que "regenerar la confianza, restablecer las relaciones con el referente en Occidente, en el mundo, que es Estados Unidos, y con los organismos internacionales que forman parte del sistema internacional". Argentina también se ha acercado a socios de Washington, como Ucrania (el Presidente Volodimir Zelenski acudió a la toma de mando de Milei) e Israel (el Presidente argentino viajó a ese país en febrero pasado), un cambio respecto de la diplomacia de los años del kirchnerismo.
El 29 de diciembre pasado, dos días antes de que entrara en vigor, Milei renunció a la membresía de Argentina al BRICS, bloque comercial que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y que el peronista Alberto Fernández (20192023) mostró como gran logro en política exterior de su mandato.
Durante la campaña (y antes), el economista libertario también dijo que cortaría lazos con China, pero los préstamos adquiridos durante la administración de Alberto y Cristina Fernández y las grandes inversiones de Beijing en Argentina hicieron olvidar esa promesa. Pero el interés de EE.UU. en Argentina tiene algo que ver con el poderío chino.
Balance de poder Durante su visita a Argentina, la comandante Richardson habló de la presencia china en el país sudamericano, específicamente sobre la estación espacial que Beijing opera desde 2017 en Neuquén, gracias a un primer acuerdo bilateral firmado en 2012, durante la administración de Cristina Fernández (2007-2015). Estados Unidos cuestiona las actividades de esa base --la única de China en el continente americano--, bajo la posibilidad de que tengan objetivos miliares y no científicos. El gobierno de Milei había anunciado que auditaría la estación china para cerciorarse de que el país asiático no lleva a cabo actividades militares en la base, algo que fue desmentido por Beijing.
Savino estima que la relación de Argentina (y de la región) con China no es problemática desde el punto comercial: "No hay que erradicar a China de la región, sino simplemente limitar lo que se puede llamar estratégico, geopolítico, como las mencionadas bases militares. Esto es lo que realmente no se quiere", señala. Lazos bilaterales: EE.UU. y Argentina, un acercamiento marcado por intereses y beneficios mutuos GASPAR RAMÍREZ Desde que Javier Milei asumió la Presidencia, ambos países han afianzado una relación que hasta hace poco era tensa. JAVIER MILEI se reunió en Ushuaia con la general del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson.
FRANCE PRESSE La expresidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015) acusó ayer al actual mandatario, Javier Milei, de "anarcocolonialismo", haciendo un juego de palabras con la doctrina que él preconiza, el anarcocapitalismo, y le pidió "un golpe de timón" en sus políticas de ajuste.
En su primer acto público desde que el 10 de diciembre se produjo el cambio de gobierno entre Alberto Fernández, del que ella era vicepresidenta (2019-2023), y el libertario Milei, y arropada por miles de simpatizantes que llegaron a la inauguración del Microestadio Presidente Néstor Kirchner en la localidad de Quilmes, la exmandataria cuestionó algunos logros económicos exhibidos por el actual Presidente.
Fernández se refirió al discurso ofrecido días atrás por Milei para anunciar el superávit fiscal y financiero logrado en el primer trimestre de 2024 como producto de su drástico plan de ajuste y que, según ella, "no tiene sustento". "Cuando escuché congratularse por el superávit público del primer trimestre y resulta que no pagaste la energía, las obras públicas, lo que debés a las provincias, a las universidades... es como ustedes después de no pagar la luz, el gas, las expensas y dicen `tengo un superávit'. No, hermano, no es cierto. Mirá todo lo que debés, superávit de dónde... No tenés superávit", espetó. También cuestionó lo que Javier Milei llama anarcocapitalismo. "Nos preanuncia una economía extractivista, llevarse todos los recursos naturales sin valor agregado, sin tecnología, sin industrialización; o sea, una economía precapitalista. Me hace acordar a la Argentina del Virreinato del Río de la Plata. Más que anarcocapitalismo, me parece que suena a anarcocolonialismo", aseveró Fernández.
La expresidenta también preguntó al mandatario "de qué sirve" una victoria electoral con un 60% de votos "si luego, cuando eres gobierno, la gente se caga de hambre, pierde el trabajo, aumenta la desocupación y no puede llegar a fin de mes". Ante el "inútil sacrificio" que está haciendo la sociedad argentina --añadió Fernández--, "el Presidente debe comprender que debe dar un golpe de timón a esta política". Cristina acusa a Milei de "anarcocolonialismo" FERNÁNDEZ dio su primer discurso en la era de Milei. AFP.