Autor: FRANCISCA ORELLANA
Así se demuele el edificio de 12 pisos donde estaba la ex Clinica Servet en Providencia
Con un sistema tipo pinzas van sacando el hormigón de la estructura Entre el ruido y el desarrollo La demolición de la exvclínica agitó más las aguas a un barrio donde ya se construía un hotel, generando más ruido y polvo a la zona. “No queremos que se pare la demolición, sino que sea armónica con la gente.
No hay ninguna parte de tu casa donde puedes estar sin que se sienta el ruido de las máquinas o el polvo en el depto”, cuenta Francisca Cisternas, quien vive casi contigua a la ex clínica y lidera a vecinos con su misma situación. Afirma que la empresa redujo algunas horas de trabajo en cuarentena, pero estima que deberían ser más flexibles cuando la gente está encerrada en sus casas. Por el contrario, el arquitecto Christian Cid (51) vive y trabaja en Manuel Montt 099, al frente de la demolición. Si bien tiene termopanel en las ventanas de su inmueble, dice que siente algo de ruido pero se arma de paciencia. “Si uno vive o trabaja en una zona central como Providencia, sabes que hay que aguantar ciertas molestias que son parte del progreso”, afirma. Estas excavadoras tienen brazos hidráulicos que miden 27 metros de alto y se usaron para demoler desde el piso siete hacia abajo.
Hace cerce de tres meses se comenzó a demoler el edificio de 11 pisos que albergaba a la ex Clínica Servet, ubicada en las calles Almirante Pastene con Pérez Valenzuela, cerca del metro Manuel Montt, en Providencia, para construir un nuevo inmueble de oficinas -Edificio Pastene de 19 pisos. El inmueble, de propiedad de Metlife y que mide poco más de 33 metros de altura, lo está demoliendo la empresa Flesan y es un trabajo bastante atípico. No es común echar abajo un edificio de tantos pisos en medio de la ciudad y con vecinos que viven a escasos metros del lugar.
Pero además es porque se están utilizando maquinarias especiales para sacar, pedazo a pedazo y tipo tijera, el hormigón. "Lo más fácil y rápido para demoler una estructura es hacer explosiones, pero eso tiene el riesgo del polvo que surge y de que no sea proceso controlado. Funciona muy bien cuando no se está en ciudad.
Por eso es que se buscan otras técnicas más seguras, aunque una de las externalidades es el ruido que se mete”, afirma Rodolfo Cabezas, máster en Ingeniería Geotécnica y académico de Ingeniería Civil de la Universidad San Sebastián.
Como la poda de un árbol Para empezar a demoler el recinto desde el techo, con una grúa subieron dos miniexcavadoras, que pesan cerca de 12 toneladas cada una, las cuales empezaron a romper el hormigón con apoyo de cizallas, que son accesorios con forma de pinzas que sirven para ir rompiendo y así cortaron el material en troz OS. "Ayudan a triturarlo, funciona casi "Cuando se rompe el hormigón genera un ruido muy molesto, pero no hay muchas más alternativas”, afirma un especialista. igual que un alicate”, comenta Jorge Vargas, ingeniero y jefe de Operaciones de Demoliciones Decom. "La cizalla sirve para cortar un muro como si se fuera a podar un árbol. Gracias a un sistema hidráulico, con una precisión casi quirúrgica puedes romper donde quieras. También se ocupan las garras, que son una especie de pinzas (similares a las máquinas de juegos para sacar peluches) que sirven para tomar un material y moverlo. También puede moler, pero ambas (herramientas) son complementarias entre sí”, afirma. Las miniexcavadoras se usaron hasta llegar al piso siete.
Desde la semana pasada, estas se cambiaron por excavadoras con brazos hidráulicos que miden hasta 27 metros de largo, los cuales están a ras de piso y usan los accesorios antes mencionados. "Cuando se rompe el hormigón esto genera un ruido muy molesto. Nadie quiere que le metan bulla en su casa, pero no hay muchas más alternativas. Otra forma era hacerlo de manera manual: se hace menos ruido, pero demora el doble de tiempo”, afirma Cabezas.
Mantener la estabilidad Alejandro Morales, ingeniero civil, doctor en Ingeniería Sísmica y director de Ingeniería Civil de la Universidad de Valparaíso, afirma que la demolición hay que hacerla piso por piso para que la estructura no pierda estabilidad. "Siempre la demolición es horizontal y piso por piso para que no haya dificultades. Es un sistema que es muy usado en Japón actualmente”, afirma. Por otro lado, reutilizar la estructura para el nuevo edificio (que será de oficinas y de 19 pisos) no es posible. "La construcción inicial no está diseñada para sumar el doble de carga. Se corre el riesgo de una deformación de la estructura lo que es un peligro ante un terremoto”, dice Cabezas.