Autor: ESTEBAN HALCARTEGARAY; MAX PICALLO; M. JOSÉ ZALDÍVAR; MARÍA TERESA VIAL; JOSÉ PAKOMIO; KATIA TRUSICH (Quienes suscriben son presidentes de la Asociación Gremial de marcas del retail; Asociación Chilena de Gastronomía en Chile; Supermercados de Chile A.G.; Cámara de Comercio de Santiago; Cámara Nacional de Comercio; Cámara de Centros Comerciales, respectivamente)
Restricción para las personas
Señor Director: La participación ciudadana en actos electorales es esencial para el sistema democrático y se puede compatibilizar perfectamente con el funcionamiento del comercio en días anteriores a la celebración de la Navidad. La restricción para nuestro sector en los días de elecciones, que se repetirá este domingo 17 de diciembre, proviene del año 2016, cuando el voto en Chile era voluntario.
Sería perfectamente posible, dados los avances y la experiencia del país en los procesos electorales y nuestro demostrado espíritu cívico, encontrar una forma de compatibilizar el éxito de la participación electoral, el respeto a los derechos de los consumidores y la protección de la actividad comercial. El impacto de esta ley es múltiple: afecta a los consumidores, a los trabajadores, al comercio y a la economía en su conjunto. En definitiva, restringe la libertad de las personas en sus decisiones de compra, de trabajo y de organización de sus tiempos. La mayor parte de los consumidores realizan sus compras navideñas el fin de semana anterior a esta fecha, por lo que sábado y domingo previos se vuelven días clave. Con un día menos, se limita a los compradores en un período cargado de actividades de fin de año y también a los pequeños empresarios. Una encuesta de Red de Apoyo a las Mipymes, Chile Converge, indicó que el 60% o más de sus ventas de Navidad se producen el fin de semana previo.
El cierre del domingo 17 de diciembre daña al comercio, principal empleador del país, que viene experimentando un prolongado período de bajas en sus ventas (del 10%, de acuerdo con la CNC), en un contexto económico difícil. Además, restringir el comercio formal incentiva al informal, que genera inseguridad, no paga impuestos, no garantiza sus productos, no respeta la legislación laboral ni los horarios establecidos. Desde 2020 hasta 2025 habremos contado al menos 15 procesos electorales con las consecuentes restricciones para el comercio.
Hacemos un llamado a flexibilizar y revisar normas restrictivas que han quedado superadas por la modernidad, en beneficio de las personas, del empleo y de la actividad económica que sustenta al país y a los fiscales.