Eutanasia en un país pobre
Eutanasia en un país pobre Señor Director: En relación con el reciente intercambio de argumentos a favor y en contra de la eutanasia, me permito recordar el siguiente: "En vistas del generalizado fracaso de nuestro sistema de salud en el tratamiento del dolor y en el diagnóstico y tratamiento de la depresión, la legalización del suicidio asistido y de la eutanasia sería profundamente peligrosa para muchos individuos que están enfermos y son vulnerables.
Los riesgos serían aún más severos para los ancianos, los pobres, los socialmente postergados, y los que no tienen acceso a un cuidado médico de calidad" (New York State Task Force on Life and the Law, 1994). La comisión que concluyó con esa frase estuvo compuesta por 24 especialistas en medicina, enfermería, derecho, filosofía y teología, con variadas posiciones en lo que respecta a la ética de la eutanasia. Estaba en un país rico y sus argumentos siguen vigentes para EE.UU.
También agregaba: "los peligros de un cambio tan dramático en políticas públicas, explicado como abandonar el principio de inviolabilidad de la vida y autorizar a los médicos para que maten a sus pacientes, excederían ampliamente cualquier beneficio posible”. En Chile, hace muy poco tenemos medicina paliativa; muy lejos de llegar efectivamente a todos los necesitados, somos un país aún pobre en acceso y equidad en Salud.
En un sistema médico en el que pocos facultativos han sido entrenados para tratar el dolor y la depresión, en un país con grandes falencias en salud, es terrorffico pensar lo que sientan aquellos postergados, sufrientes, abandonados, esperando en largas listas de espera, cuando la sociedad les diga que la muerte puede ser su salida oficial y legal. Para siquiera llegar a discutir la eutanasia como acto médico, que la Dra.
Salas señala en países desarrollados (carta del miércoles), es necesario que la vida, hasta su fin, merezca ser vivida dignamente y que primero en Chile nadie sienta, que, por el abandono de la sociedad y la falta de acceso a salud, la muerte es la única salida. Recordando el caso del suicidio de los abuelos chilenos abandonados y solos hace un tiempo, miremos desde Chile, seamos extremadamente responsables, ojo con la eutanasia social, por los más indefensos de nuestra sociedad. DRA. LORENA MOSSO Profesora titular Facultad de Medicina Pontificia Universidad Católica de Chile