Autor: CARLOS ALONSO
Banco Central: inflación cerrará este año en tomo a 10%, tasa de interés podría llegar a dos dígitos y el PIB caería en 2023
—Eralo que el mercado anticipaba. En el In forme de Política Monetaria (IPo M) dejunio el Banco Central (BC) ajustó fuertemente al alza su proyección para la inflación, dejando atrás el 5,6% previsto para este año en marzo.
Ahora, dada la mayor persistencia de la presión sobrelos precios, el ente rectorespera quela inflación finalice 2022 en 9,9%. Se trata de un escenario complejo porqueen paralelo, si bien elevó para este año en casi medio punto su estimación de crecimiento del PIB, la bajó para 2023, abriendo la puerta de frente a una contracción de laeconomía.
En materia de inflación, no obstante el fuerte ajuste para este año, su visión parala reducción de los precios en 2023 siguió siendo optimista, ya que espera que la inflación finalice en 2,7%, menor al 2,9% esperado en marzo. En el escenario central, el ente rector “estima que la variación anual del IPC seguirá aumentando, hasta valores algo por debajo de 13% durante el tercer trimestre. A partir de allí, comenzará a descender, terminando 2022 en torno a10%, lo que essignificativamente superior a lo previsto en marzo.
Larevisión de la proyección de inflación subyacente de este año también es relevante, llegando a 2,5 puntos porcentuales por sobre lo previsto en marzo”. En suanálisis, el Banco Central menciona bien la inflación sigue estando afectada por el “excesivo incremento de la demanda interna en 2021, advierte que el comportamiento másreciente se ha vistoinfluido “en mayor medida por las presiones externos derivadas del incremento de los precios de los alimentos y las maLos economistas, en general, comparten el escenario que planteó el BC, pero dudan que se concrete la rápida desaceleración de los precios que tiene prevista la autoridad monetaria para el próximo año, con una proyección 2,7%. Si en marzo el techo del corredor para la TPM llegaba a 8,5%-8,75%, ahora ese nivel escaló hasta 10,5 %. terias primas, y las persistentes dificultades enlas cadenas productivas y de suministros global”. A ello, añaden la influencia del impacto del dólar sobre los precios. De trimestres previos, el BCresalta que la mayor parte de la sorpresa inflacionaria de los últimos meses se relaciona con los precios delos alimentos y los volátiles. “La inflación acumulada entre marzo y abril -3,3 puntos porcentualesfue significativamente superior a lo previsto en el IPo M de marzo”, acotan. Afirman que más del 90% dela diferencia provino de aumentos mayores a los previstosde alimentos, energía y otros componentes volátiles.
Así, entre diciembre y abril, el precio de los alimentos tanto volátiles como no volátiles, acumuló un alza de 10%, que se sumó al incremento de 7,7% en los precios de la energía y se compara con el aumento de 3,8% en la inflación subyacente descontados los alimentos no volátiles.
De todos, en suma, la presidenta del ente rector, Rosanna Costa, sostuvo las causasinternas “tienen todavía un componente muy significativo, cercano a dos tercios, que requieren corregirse”. ¿El Banco Central subestimó la inflación enelinforme de marzo? Rosanna Costa explicó que “lo que hemos encontrado desde marzo ala fecha son dos sorpresas inflacionarias. La primera es que el consumo se ha ajustado algo más lento de los esperado, y lo segundo es que hemos experimentado una serie de shocks externos.
Uno de ellos es el provocado por la invasión de Rusia a Ucrania, impactando en el precio de las materias primas y un incremento muy significativo en los alimentos, que no solamente ha sido importante en la magnitud, sino que en su persistencia. Esos son los efectos que se suman en este informe queno estaban en marzo”. De acuerdo al ente rector, la inflación total cerrará mientras que lainflación subyacente se ubicará más cercana a4% anual.
“El descenso de esta última será más lento que el dela inflación total y comenzará más tarde que lo previsto en marzo, reflejo de la mayor persistencia de los shocks de costos externos y de la relevancia de los efectos de segunda vuelta”, puntualizan.
Costa sostuvo que uno de los factores que llevará a que la inflación se reduzca es que “en buena medida hay decisiones de política monetaria traspasando, a través dela tasa de interés, y lograndointensificar los efectos de ajuste sobre niveles de consumo y actividad”. Hacia 2023 y 2024, el escenario central que entrega el BC sigue esperando que la inflación total y su contraparte subyacente tenganun sostenido descenso, ubicándoseambas en torno a 3% para mediados de 2024, el fin del horizonte de política monetaria de dos años.
Sobre la evolución de la tasa de interés, reiteró el mensaje enviado ayer luego de la Reunión de Política Monetaria: “El Consejo estima que, tras el alza acordada en lareunión de junio, serán necesarios ajustes adicionales de menor magnitud en la tasa de interés para asegurarla convergencia de la inflación a 3% en el horizonte dedos años.
Detodos modos, losriesgos siguen siendo elevados, en particular por que ha alcanzado la inflación y sumayor persistencia”. Así, sien marzo el techo del corredor para la tasa de interés llegaba a 8,5%-8,75%, ahora ese hasta 10,5 %. No obstante, en elescenario central, el ente rector espera llevar hasta 9,5% la tasa de interés.
CRECIMIENTO AL ALZA PARA 2022, PEROALA BAJAEN 2023 En cuando a las perspectivas de crecimiento, subió levemente el rango pasando de entre 1% -2% a uno entre 1,5-2,25%. Mientras que para el próximo año amplió la opción de que la actividad se contraiga.
Esto, porque las proyecciones pasaron desde un rango entre -0,25% y 0,75% a uno entre -1,0% y 0,0%, por lo que su escenario base es de una caída de 0,5%. “La liquidez remanente de las medidas deestímulo adoptadas en 2021 continuará sosteniendo el consumo en loinmediato”. Ahímencionan que el mayor dinamismo del consumo durante la primera parte del año lleva a revisar al alza su proyección de crecimiento para 2022, retrasando su ajuste hacia la segunda parte de este año y 2023. No obstante, anticipan que la mayor parte de sus fundamentos apuntan a que este se debilitará durante la segunda parte delaño.
Para este año, la proyección del consumo total pasó de -0,2% a 2,8%, mientras que el consumo privado se espera ahora que crezca 2,1% en lugar de una caída de 0,3%. Lo contrario ocurre con la Formación Bruta de Capital Fijo, para la cual se prevén caídas más significativas durante este año de -4,8%, en lugar de -3,8% y el próximo de -2,2%, en lugar de -0,2%. Eneste punto, el BC argumenta que “los fundamentos de la inversión también hanempeorado. En el caso de las condiciones financieras, juegan un rol relevante el deterioro ya ocurrido enel mercado de capitales y los menores niveles de ahorro de largo plazo para el financiamiento dela inversión.
Sesuman las revisiones del catastro de inversión de la Corporación de Bienes de Capital, la persistencia de una elevada incertidumbre y una caída generalizada de las expectativas empresariales”. ¿ QUÉDICEEL MERCADO? Los economistas, en general, comparten el análisis que hizo el Central subiendo la proyección inflación de este año, pero dudan de que se concrete la rápida desaceleración que tiene previsto en su escenario base para 2023. En materia de crecimiento, concuerdan en que la actividad se puede contraer el próximo año. La economista principal de Bci, Francisca Pérez, sostiene que la proyección de inflación para este año va en línea con lo que espera, pero que la reducción prevista para 2023 “nos parece un tanto optimista.
Para que la proyección del 2,7% se cumpla, tendría que haber una fuerte contracción en la demanda, además de una menor indexación de la economía, que hemos visto que ha sido muy lo último, y de caídas en precios de manera generalizada.
Esto último nosotrosno lo vemos, nuestras estimaciones mensuales del IPC son todas positivas a fines de 2023, en menor magnitud de las observadas actualmente”. Felipe Alarcón, economista de Euroamerica, tampoco comparte la visión del BC: “Esperamos una variación del IPC 2023 de 5,1%. Para que se dé el escenario del BC tendría que ocurriruna potente desaceleración en los precios internacionales de alimentos y energía, algo que por ahora se ve poco probable, o una caída abrupta en lademanda, particularmente consumo, algo que tampoco de ver muy nítido bajo el actual escenario”. Pavel Castillo, gerente comercial de Corpa, puntualiza que en su proyección el próximoaño el IPC terminaría en torno al 4,5%, porque “vemos una persistencia mayor queel BCdelainflación.
Esto debido a la mayor cantidad de contratos en UF y que aún muchas empresas no han traspasado al consumidor el alza de costos que Porotro lado, la disminución de la demanda ha sido más paulatina de loesperado, lo cual es bueno, pero sigue presionando la inflación y parece que el efecto de la política monetaria está siendo menos efectiva”. En cuanto al crecimiento propiamente tal, Pablo Cruz, economista jefe de BIG Pactual, dijo que “las proyecciones de crecimiento del BC se encuentran muy en línea con la expectativa de 1,8% para 2022 y -0,4% para 2023 que nosotros tenemos. Si bien el crecimiento de 2023 probablementesea negativo, la recesión técnica ocurriría en 2022 y no en 2023. Esto pasa porque recesión cuando el PIB desestacionalizado cae por dos trimestres consecutivos respecto del trimestre previo.
Dada la normalización del consumo que se intensificará en el segundo semestre, y considerando que el primer trimestre de 2022 ya mostró una caída de 0,8% respecto del cuarto trimestre de 2021, es probable que la recesión se dé este año”. Desde Bofa sostienen que persisten los desequilibrios macroeconómicos y que por ello “el BC revisó el crecimiento del consumo sustancialmente hasta 2,8% este año, y el crecimiento del PIB hasta 1,5-2,25, pero redujo el crecimiento para 2023, lo que apunta a una recesión más profunda. El alto consumo conduce a una gran cuenta corriente déficit del 6,6% del PIB este año, similar al de 2021.0