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PUBLICIDAD Progreso y desarrollo para la región Crecer Antofagasta ESCONDIDA BHP Alfredo Gutiérrez, periodista, columnista de cine y Director de Apoyo al Estudiante en AIEP Antofagasta "EL ARTE Y LA LITERATURA NOS PERMITEN PENSAR DE FORMA DISTINTA, SALIR DEL PILOTO AUTOMÁTICO Y CUESTIONAR LO QUE DAMOS POR HECHO. ESO ES CLAVE PARA CUALQUIER PROCESO DE CAMBIO REAL" Ifredo Gutiérrez es periodista, docente y gestor educativo, cuya trayectoria ha estado profundamente marcada por su vinculo con el norte de Chile. Nacido en San Antonio, llegó a Antofagasta para estudiar periodismo y, desde entonces, ha echado raices personales y profesionales en esta ciudad que hoy considera su hogar. Su carrera ha transitado entre los medios de comunicación, la docencia universitaria y la gestión educativa, siempre con un fuerte compromiso hacia las comunidades con las que se relaciona. Ha impartido cursos de cine y literatura en distintos niveles formativos, compartiendo una mirada del arte como herramienta para entender lo humano en profundidad. Esa sensibilidad también la vuelca cada viernes en su columna de cine en El Mercurio de Antofagasta, donde más que reseñar películas, propone lecturas cargadas de referencias literarias, sociales y emocionales.
Actualmente lidera iniciativas que promueven el bienestar, la inclusión y la mejora continua de la experiencia formativa en la educación, convencido de que ésta puede transformar no solo vidas individuales, sino también territorios, Alfredo ha hecho de Antofagasta un espacio de pertenencia y proyección. En cada rol que asume hay una intención clara: contribuir al crecimiento de una ciudad que se construye también desde sus relatos, sus jóvenes y su cultura.
Alfredo, sin ser antofagastano. ¿ Qué te llevó a echar raices en esta ciudad? Hace más de 20 años llegué a esta ciudad a estudiar periodismo y, aunque al principio pensé que sería solo una etapa, Antofagasta terminó convirtiéndose en mi hogar. La ciudad no solo me ofreció oportunidades laborales, sino también vínculos afectivos, amistades y un ritmo de vida que, aunque duro a veces, me hizo sentir parte de algo más grande.
Echar raices acá fue una decisión natural. ¿Cómo ha cambiado tu mirada sobre Antofagasta desde que llegaste como estudiante hasta hoy? Al principio, como muchos estudiantes que veníamos de otras ciudades, veía a Antofagasta como una ciudad difícil, algo áspera. Pero con el tiempo fui descubriendo su carácter, su historia, sus luchas y su cultura viva.
Hoy la veo con mas profundidad, con cariño y tambien con una conciencia critica que me motiva a aportar desde lo que hago. ¿Qué representa para ti vivir y trabajar en el norte? ¿ Sientes que hay una identidad propia en este territorio? Vivir y trabajar en el norte implica hacerse parte de una identidad que muchas veces ha sido invisibilizada. Hay una forma de habitar este territorio que tiene mucho de resiliencia, de creatividad y tambien de orgullo. Siento que el norte tiene una voz propia que merece ser escuchada y proyectada, y estar ac es, en parte, asumir el compromiso de ayudar a que eso ocurra.
Como periodista, ¿cuáles crees que son los desafios de comunicar desde y sobre Antofagasta? Uno de los grandes desafios es romper con la mirada centralista que muchas veces reduce al norte a cifras o sólo recursos naturales. Contar desde Antofagasta implica observar con detalle y respeto. También darle espacio a las voces que no suelen tenerlo como los estudiantes, artistas o migrantes. La comunicación tiene que ser una herramienta de encuentro, no de distancia. En tu experiencia, ¿qué importancia tiene contar nuestras propias historias en el desarrollo de una Región? Contar nuestras propias historias es fundamental. Nadie va a narrar mejor lo que somos que nosotros mismos. Cuando una Región se reconoce en sus relatos, se fortalece su tejido social, su autoestima colectiva y su proyección.
La cultura y los medios tienen un rol central en ese proceso. ¿Cómo se puede fortalecer el ecosistema cultural y mediático local para reflejar mejor las realidades del norte? Hay que apostar por medios más colaborativos, con énfasis en lo comunitario y en la formación de nuevas generaciones de creadores y comunicadores. También es clave el cruce entre instituciones, universidades, colectivos y medios independientes. El norte tiene muchas historias, pero también necesita más espacios para contarlas.
Has impartido cursos de cine y literatura, y escribes semanalmente una columna de cine. ¿ Como crees que el arte puede ayudar a comprender y transformar la sociedad? El arte abre preguntas, incomoda, emociona, ilumina zonas que el discurso común deja en sombra. En ese sentido, es una forma profunda de educación y de transformación. En mis cursos y columnas siempre intento vincular el cine con lo que vivimos nuestros miedos, nuestros vinculos, nuestra historia.
A veces una película logra decir lo que mil discursos no pueden. ¿Cuál es el rol del pensamiento critico, a través del arte o la literatura, en una ciudad como Antofagasta? El pensamiento critico es esencial en cualquier lugar, pero en una ciudad como Antofagasta, con tanta desigualdad y tanta riqueza cultural a la vez, se vuelve urgente. El arte y la literatura nos permiten pensar de forma distinta, salir del piloto automático y cuestionar lo que damos por hecho. Eso es clave para cualquier proceso de cambio real.
Desde tu mirada como docente ¿ Cómo crees que es posible que la educación conecte más con el entorno, con la cultura local, con la vida real de los estudiantes? Escuchando a los estudiantes, primero que todo. Conectando la formación con sus vidas, sus barrios, sus necesidades. Incorporando más cultura, más territorio, más pensamiento critico.
La educación no puede ser una burbuja, tiene que ser una experiencia que haga sentido. ¿Cómo te imaginas el futuro de Antofagasta en términos de desarrollo humano y cultural? Me imagino una Antofagasta más integrada, más consciente de su diversidad y de su potencial cultural. Con más espacios de encuentro, más arte en la calle, más medios que cuenten desde acá y para acá.
El desarrollo humano no puede depender solo de cifras económicas; tiene que ver con la calidad del vinculo social y cultural que construimos. ¿Qué mensaje le darías a quienes hoy están comenzando sus trayectorias en esta región? A quienes están comenzando les diria que crean en sus ideas, que miren alrededor y se pregunten cómo pueden aportar desde su historia, su talento, su sensibilidad. El norte necesita personas que se queden, pero sobre todo que se involucren y que se atrevan a imaginar un futuro distinto. Finalmente, ¿por que vale la pena quedarse, crear y proyectarse desde el norte? Vale la pena quedarse porque aca hay desafios reales, pero también belleza, energía y posibilidad. El norte no es solo un punto en el mapa: es un territorio con memoria, con creatividad, con una identidad que aun se esta escribiendo. Y ser parte de esa escritura es un privilegio. ESCONDIDA BHP.