EDITORIAL: El dulce y agraz de nuestros choferes de la locomoción colectiva
EDITORIAL: El dulce y agraz de nuestros choferes de la locomoción colectiva Muchas Muchas veces hemos criticado el actuar de los choferes de la locomoción colectiva, sobre todo el de nuestras micros, las que circulan diariamente por Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana, Concón, en el fondo, en la zona licitada, la mismo que espera con ansias un nuevo proceso proceso de licitación que cada vez es más utópico.
Cuando vemos lo sucedido el fin de semana recién pasado, que un ciudadano, ciudadano, no cualquiera (ex comandante comandante del Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar), se sube a un microbús microbús a encarar al chofer, insultarlo y agredirlo, nos demuestra que 1 quizás muchas de las críticas que 1 se llevan nuestros choferes es por falta de empatía. ¿Sabemos cuántas horas un cho1 fer está arriba de una micro?, ¿Sabemos cuántos pasajeros debe subir a la micro para poder completar completar su sueldo diario?, ¿Estamos conscientes que estos choferes no tienen un sueldo fijo?, GEstamos consientes que estos choferes deben manejar más de las horas correspondientes para llegar a aquella cuota? El leonino sistema que funciona hoy en el Gran Valparaíso solo beneficia a los empresarios dueños dueños de las máquinas, los pasajeros que diariamente deben lidiar con la escasez de buses, con las altas velocidades, velocidades, con las fallas mecánicas y con el deterioro de las máquinas, son victimas al igual que los choferes choferes de este sistema que solamente solamente beneficia a uno.
No vamos a justificar a los choferes choferes que han sido sorprendidos conduciendo bojo los efectos de algún tipo de drogo, tampoco vamas a defender a aquel conductor que cerró su máquina este fin de semana llevando al agresor hasta una comisaría, pero sí al menos estamos estamos intentando entender aquel comportamiento. Todo se basa en la falta de orden, de control, y de fiscalización de nuestra locomoción locomoción colectiva. El abismante problema existente en la actualidad no se va a resolver resolver hasta que le entreguemos dignamente un sueldo y un incentivo incentivo real al conductor de la micro. El Estado de Chile le paga al empresario empresario dueño de la micro una millonana subvención mensual, esta se le paga prácticamente a todo evento evento de manera íntegra. Este beneficio no se le traspasa al conductor, al chofer se le echa a la calle diariamente a cazar pasajeros, pasajeros, a tener que cumplir la cuota, en otras palabras, a competir. Ahí se entienden las grandes velocidades, velocidades, la sobredosis de horas laborales laborales que deben tener, y, en resumen, resumen, la ineficacia del servicio. Mientras no entendamos que acá la culpa viene desde la cabeza, vamos a seguir teniendo un servicio servicio mediocre. Esperamos que la próxima licitación parta justamente justamente rayándole la cancha al empresario empresario y entregándole mejores condiciones laborales al chofer, eso dará como resultado un mejor mejor servicio para los pasajeros. Editorial El dulce y agraz de nuestros choferes de la locomoción colectiva.