Autor: Por Andrés Gómez Bravo Foto Francisco Paredes
“El gobierno de Boric y el proceso constituyente abren un nuevo ciclo en la historia del país”
Susana Gazmuri, historiadora: Abriel Boric tenía cuatro años cuando Patricio Aylwinrecibió la banda presidencial, en 1990. Comenzaba entonces la transición política, un ciclo que profundizó la democratización dela sociedad tras el régimen militar. Treinta años después, convertido en diputado por Magallanes, Boric desplazó a las dos grandes coaliciones quese alternaron en el poder durante las últimas décadas. Y el próximo 11 de marzo, cuando reciba la banda presidencial en el Congreso, pondrá fin definitivamentea la transición. Noes solo un movimiento de piezas: esun golpe al tablero, piensa la historiadora Susana Gazmuri.
Docto Historia y académica dela UC, coeditora con Iván Jaksic de Historia de los intelectuales y las ideas políticas, para ella el gobierno de Boric y el trabajo de la Convención Constituyente suponen un profundo remezón tectónico.
“La llegada al poder de Boricesla llegada de una generación nueva, que no solo cuestiona los acuerdos dela Académica de la UC y doctora en Historia, Susana Gazmuri dimensiona los alcances de la llegada a La Moneda del presidente electo: una nueva generación toma el poder, con una renovada agenda de temas, desde la igualdad de género al medioambiente. Junto al trabajo de la Convención, dice, marca el fin definitivo de la transición. transición, sino querepresenta factores que no estaban considerados enesos acuerdos.
Dela crítica al modelo económico, el estilo de Boric, su relación con el mundo feminista, nuevo de las políticas identitarias, el respeto por esas identidades y la participación que pueden llegar a tener en el gobierno son signos no solo de un cambio generacional, sino de un cambio de temas, un nuevo ciclo”, afirma. La historiadora menciona el protagonismo, por ejemplo, de Izkia Siches.
“¿ Alguien tiene alguna duda de que Izkia va a tener un rol en el nuevo gobierno? En los gobiernos anteriores, la pregunta era ¿ cómo hacemos para llenar la cuota de género? Pero esto ya no es una cuestión de cuotas. Este es un espacio que las mujeres, y ojalá las disidencias sexuales también, seganaron”, observa. Eventualmente, el trabajo dela Convención Constituyente vendría a consolidar los cambios asociados a este nuevo ciclo.
“El proceso constituyente va a sepultar definitivamente la Constitución de Pinochet. y la nueva Constitución va a incorporar estos nuevos temas que no son chilenos nada más: la cuestión de las identidades, la crítica al modelo económico, la consideración por el medioambiente, que ya no es una cuestión hippie buena onda, es fundamental”. ¿En quéposición quedan los partidos tradicionales? Esasestructuras de poder ya no hacen sentido. Hay temas nuevos y estos son tomados por actores nuevos, y enla derecha también.
La derecha está atravesando un tremendo cambio: les fue pésimoa los partidos tradicionales y le fue bien a Kast, que es otro tipo de derecha, más parecida alo que vemos en Europa, con rasgos de derecha extrema: una defensa del orden, de las tradiciones, pero exclusiones. Después tuvo que moderar sudiscurso.
Siuna delas ticas de la transición fue la valoración de los expertos en desmedro de los discursos y la ideología, quepodríamos representar en el cosismo de Lavín, en la derecha hoy tenemos una reacción: son pocos intelectuales, pero tal vez estén convenciendo a Mario Desbordes de que hay que elaborar un discurso más allá de la pragmática. Veo una relegitimación del discurso y de las ideas políticas, y ahí están Hugo Herrera, Pablo Ortúzar, Josefina Araos, pero sobre todo Herrera, me parece el más consistente. La izquierda siempre ha sido más productiva en términos de pensamiento político, perotambién hay un cuestionamiento de quesean los expertos los que tienen que tomar las decisiones.
Hoy uno delos grandes temores, más expresado por los que tienen más de 45, es ¿ con quién va a gobernar Boric? pregunta preocupante y legítima, pero para esta generación es una pregunta posterior. ¿Y en esta revalorización de la política, identifica ideas nuevas? Me parece que hay varios Boric, y que el presidente electo no es el mismo que el líder estudiantil y no es el mismo que el diputado. Creo que Boric es un tipo reflexivo y que tiene un sano pragmatismo, o sea, es capaz de leer el momento político. Es un tipo al que le gusta la política, en el sentido más profundo. La política es un espacio que seinventó para poder tomar decisiones civilizadamente. En ese sentido, creo que Borices profundamente republicano, no a la Kast, sino en el verdadero sentido republicano. Creo que esta generación tiene, por un lado, las viejas lecturas que todos hicimos, pero también tiene escenarios tan nuevos que están leyendo mucho intelectual joven.
Por cierto quese mantienen temas como la desigualdad material, la desigualdad social, queson centrales, y sesuman temas nuevos: los derechos de los animales, por ejemplo. ¿Son los animales parte dela comunidad política? Y son preguntas que a esta generación leinteresan y para las cuales el pensamiento anterior no tiene respuestas.
Y enla derecha, ¿verenovación de temas? ¿ Se está dando en esa reflexión que mencionaba? Osea, se tiene que dar, y sobre todo porque es súper inquietante que el liberalismo de la derecha resultó serdeun centímetro deespesor.
En ninguna otra parte la derecha liberal se aliaba con el candidato nacionalista de la manera en que se aliaronacá, y gente que uno relacionaría conel mundo liberal-liberal del CEP terminó en el equipo de Kast. ¿Tenemos una derecha liberal o tenemos una derecha neoliberal que cree en el mercado y para la que la cuestión política es una defensa de clase? Yo entiendo la desconfianza que genera Boric y que su equipo político ayudó a alimentar, pero creo que la derecha va a tener que mirarse muy bien. Ahora, tras la elección, rápidamente tomaron distancia de Kast... Así de pragmática es su actitud, es muy característico de las derechas en general, actitudes pragmáticas y reactivas.
Lo más interesante de la derecha en este minuto es el IES, porque está tratando de no ser una fuerza reactiva ni reaccionaria, sino de hacer una nueva propuesta que pueda actuar en este nuevo ciclo. Evópoli no tiene una idea que no haya tenido la Patrulla Juvenil de Renovación Nacional en los 90. En este escenario de cambios la derecha tiene un desafío importante entonces. Y también tiene una oportunidad. Creo que sería un error de todos los sectores pensar que tienen la interpretación correcta de loque sea que empezó el 2019.
Primero se leyó como la fuerza de la calle; se ganó el plebiscito, pero después vino un coletazo, y creo que esos coletazos y esa sorpresa permanente es porquelo que seaque pasó sigue pasando, osea, no ha terminado. Y las lecturassimples y triunfalistas y lado no sirven. O sea, primero la lectura de la izquierda de que la gente quiere cambios y que Chile cambió. Y la lectura de la derecha después: la gente quiere orden. Sí, las dos cosas son ciertas. Hay que tomar un poquito de distancia y tratar de ver qué es lo que se está moviendo enlaprofundidad. Yocreo quemuchos queremos cambios relevantes, queremos que el planeta no colapse. Queremos que nuestros hijos y nuestras hijas puedan tener más libertad en términos de definir su identidad. Pero también queremos llegara la pega ala hora; es una cuestión de equilibrio. Y en lo que no creo es que haya un impulso revolucionario en el paísen este momento. ¿Aun cuando las tensiones que reveló 2019 siguen ahí? Sí, por supuesto.
Ceo si hay una continuidad de largo tiempo en la historia política chilena, es que las soluciones revolucionarias tienden a fracasar, por las razones que tú quieras, porque las reprime la élite o lo que sea. El hecho es que tienden a tener muy corto aliento, y el camino de la reforma, de la negoci. Ción, parece ser el que prefieren las diversas generaciones de chilenos. Gobierno podría proyecel tiempo como los gobiernos de la Concertación? Sí, y espero por el país quesigan creyendoen la democracia como elespacio en que se cede, se negocia y se arman alianzas. Veo esa voluntad en Boric y en el equipo que lo acompaña, incluso en Camila Vallejo, que tantas veces apareció tan ordenada conel partido, ahora la veo más flexible.
Creo que si ese pragmatismo logra imponerse y eso significadisminuir los niveles de injusticia y precariedad, lo más doloroso me parece amí de la realidad chilena es el nivel de precariedad de la clase media y de la gente con menos recursos, puede tener proyección. ¿Qué es dignidad? Acostarte sabiendo que mañana tienes qué comer, que tu hijos están calientitos y que van a tener educación, ¿no es cierto? Una educación que les permita tomar decisiones libres. Ya eso es la dignidad. Y el sistema político yeconómico chilenoledaesa libertad a muy poquita gente. Si el nuevo gobierno se enfoca en estos objetivos, y deja de condenar las transacciones que son propias de la democracia, podría efectivamente transformarse en una fuerza con proyección de futuro.
En este contexto juega un rol fundamental la Convención. ¿Qué le parece cómo ha funcionado? Todo loque ocurrióen tornoalainstalación, que fue tan criticado, me parece que correspondía al momento performativo, y no decía nada sobre el funcionamiento futuro de la Convención. Una vez que se logra ordenar, la gente tiene que conversar, y tiene una cuestión bien virtuosa, yo la comparo con la democracia ateniense. En Grecia había una institución súper importante que el Consejo de los 500,500 personas conversando, haciendo propuestas a la Asamblea. La gracia es que esas 500 personas llegaban por sorteo desde distintas partes del Ática: de la costa, del campo, de la ciudad. Y eso significaba que había una transacción de diversos conocimientos. El Consejo didas y la Asamblea las discutía. Creo que la convivencia en la Convención los obliga aescucharse. Somos animales sociales, y la convivencia fuerza ciertas conversaciones. En ese sentido, la Convención se puede comparar con el Consejo, y más allá de los prejuicios, hay una pragmática. Osea, a la Tere Marinovic le puede dar lata escuchar a la machi Linconao, pero está fregada, tiene queescucharla. En todas partes hay gente que es más cerrada o extrema, pero en la Convenciónson un montón de personas. Y enesa variedad hasta ahora han demostrado de funcionar. Incluso durante la votación de la nueva mesa, finalmente nadie se retiró de la sala. Y es propio de los sistemas más participativos esta dificultad para llegar a consensos, no es ningún escándalo.
Por otro lado, los convencionales tienen un cierto sentido de su lugar en la historia, saben que lo peor que puede pasar esque el plebiscito de salida sea No, y eso pone una presión extra para llegar a acuerdos. ¿Va a ser una buena o mala Constitución? No lo sé. Pero hay buenos incentivospara que hagan un texto que pueda ganar. Y, evidentemente, el proceso constituyente más las nuevas fuerzas políticas marcan, creo yo, el fin del antiguo ciclo político. Y