Progreso y desarrollo para la región
Progreso y desarrollo para la región Crecer Antofagasta ESCONDIDA BHP Pedro Baeza, Cellista y Coordinador Artístico Orquesta Sinfónica de Antofagasta "HEMOS SALIDO DEL TEATRO, HEMOS TOCADO EN PLAZAS, JARDINES INFANTILES, CÁRCELES, HOGARES DE ANCIANOS.
DESCENTRALIZAR LA MÚSICA NOS HA PERMITIDO LLEGAR A NUEVOS PÚBLICOS Y HACER QUE LA ORQUESTA SEA REALMENTE PARTE DE LA COMUNIDAD" acido y criado en Antofagasta, Pedro Baeza lleva la musica en la sangre y en el corazón. Creció rodeado de acordes y partituras, en una familia ligada a la Orquesta Sinfónica de la ciudad y formado desde pequeño en el Liceo Experimental Artistico. Estudió violonchelo con destacados maestros como Alejandra Ortiz de Zárate y Edgar Fischer, y hoy es nada menos que cello solista de la Orquesta Sinfónica de Antofagasta. Además, ha llevado su pasión por la música al podio de dirección, siendo invitado a dirigir en Chile, Brasil, Argentina, Estados Unidos y Suiza.
En 2018 fue reconocido como uno de los 10 jovenes destacados de la region por El Mercurio y su trabajo no solo ha estado en el escenario: también ha formado a nuevas generaciones como docente y coordinador artistico en el LEA, y actualmente en el Conservatorio Regional de Música y en la misma Orquesta Sinfónica.
Un verdadero embajador de la música clásica en el norte de Chile, comprometido con su ciudad y con el arte. ¿Cómo recuerdas tu infancia? Creci en una familia en la que la música era algo totalmente natural. Mi abuelo materno y mi padre fueron fundadores del LEA, asi que las reuniones familiares giraban mucho en torno a la música. Recuerdo los almuerzos en la casa de mi abuelo Santelices, donde llegábamos y mis tíos ya estaban tocando instrumentos, haciendo música de cámara. Los cumpleaños felices eran a dos o tres voces.
Entonces, claro, para mi fue muy normal crecer con la música clásica a la mano. ¿Y en qué momento nace esa inclinación por el violonchelo y la dirección orquestal? La dirección nacio porque veia a mis papas tocar en la orquesta, y en la casa de mi abuelo siempre encontraba partituras metido en los cajones. Me llamaban mucho la atención. Lo del violonchelo fue una casualidad. Yo acompañe a mi hermana menor a una clase con la maestra Alejandra Ortiz de Zárate, pero a ella le dio vergüenza y no quiso entrar. Mi mama me dijo "entra tu para no perder la hora" y asi fue como empecé. Estaba en enseñanza básica, y la verdad, al principio preferia jugar a la pelota. Pero el instrumento me envolvicc el violonchelo tiene un registro muy parecido a la voz humana, con muchos colores, graves y agudos, y esa versatilidad fue lo que me atrapó. Has tenido experiencias internacionales en Estados Unidos, Suiza y Brasil. ¿ Como han influido en tu mirada sobre la música y la docencia? Muchísimo. El primer viaje que hice fue a Brasil con un cuarteto de cuerdas. Ahi uno empieza a ver otras realidades, a absorber lo máximo posible. He tenido clases con grandes maestros de orquestas importantisimas, y eso te obliga a transmitir ese conocimiento. Yo tuve maestras y maestros que lo dieron todo, y senti esa responsabilidad. Además, enseñar también te ayuda a reforzar tus propias habilidades.
Hace poco estuve en Suiza con Rodolfo Fischer -hijo de mi maestroen una pasantia de dirección, y es increíble ver cómo, al final, el mundo de la música es uno solo, solo que en distintos entornos.
Llevas casi dos décadas vinculado a la Orquesta Sinfónica de Antofagasta. ¿ Cómo has visto su evolución en los últimos años? El próximo año cumplo 20 años oficialmente, aunque no oficialmente, ha sido toda la vida.
La orquesta lleva mas de 60 años sin una temporada interrumpida, lo que es impresionante: ha resistido dictaduras, pandemias. .. ; todo! En los últimos años hemos profesionalizado el elenco, se ha renovado naturalmente, con jóvenes talentos. Tenemos un sindicato potente que ha trabajado siempre junto a las administraciones. Durante la pandemia, decidimos no quedarnos de brazos cruzados hicimos cosas, generamos contenido, fuimos un faro para otras orquestas. Hoy tenemos temporadas llenas, un equipo de comunicaciones potente y una conexión muy fuerte con el público. ¡Dirias que hoy existe un público cautivo y fiel a la Orquesta? Totalmente. Antes íbamos a conciertos con 300 o 400 personas. Hoy prácticamente llenamos todas las funciones. Y eso se debe a un trabajo en equipo, no solo de los músicos, sino de todo el aparato que lo sostiene: dirección ejecutiva, comunicaciones, producción. Hemos salido del teatro, hemos tocado en plazas, jardines infantiles, cárceles, hogares de ancianos.
Esa estrategia de descentralizar la música nos ha permitido llegar a nuevos públicos y hacer que la orquesta sea realmente parte de la comunidad. ¿Hay alguna experiencia que recuerdes con especial cariño dentro de ese trabajo territorial? Si, muchas. Una muy significativa fue con una agrupación independiente que llevamos a carceles, hogares de menores, jardines infantiles. Una vez estuvimos en una cárcel de mujeres en Brasil y fue muy emocionante, y replicamos esa experiencia aca. El objetivo es no subestimar al público. A veces se piensa que la música clásica es dificil, o elitista, pero no es asi. Hay que darle a la gente la oportunidad de acercarse.
Para mi, la música clásica no vale más que otras músicas, pero si tiene un valor trascendental: seguimos tocando obras del siglo XVII y eso ha permitido que hoy exista toda la música que escuchamos. ¿Recuerdas alguna anécdota que demuestre esa conexión con el público? Si. Una vez hicimos un concierto donde incluimos una obra contemporánea de Manuel Bustamante, un compositor chileno que hoy esta en Barcelona. Habla resistencia incluso entre algunos colegas: "}A la gente le va a gustar esto?" Yo dije, vamos. Manuel vino y, para mi sorpresa, su obra fue la más aplaudida. La gente se le acercaba después como si fuera una estrella de rock. Fue hermoso. A veces subestimamos al público y nos equivocamos. ¿Qué sueñas para Antofagasta en términos musicales y culturales? Sueño con que más personas sepan que Antofagasta tiene una Orquesta Sinfónica extraordinaria. A pesar del trabajo hecho, todavia hay mucha gente que no lo sabe. Tenemos un Teatro Municipal, un ballet de cámara, escuelas de arte, el Pedro de la Barra, la ExMolinera. .. Ojalá la gente reconozca todo eso.
El primer paso es saber que existen estos espacios, porque si están, y si falta más infraestructura, claro, pero también falta reconocimiento y conexión con la comunidad. ¿Cuál es tu mensaje para las próximas generaciones que buscan abrirse espacio en la música? Yo creo que lo esencial es acercar la musica a todas las personas, sin importar edad ni contexto social. La música tiene un poder enorme, y si podemos hacer que más gente la viva, la sienta y la haga suya, entonces vamos por buen camino. ESCONDIDA BHP PUBLICIDAD.