El teleaprendizaje y un nuevo paradigma en la forma de enseñar
Expertos en educación y tecnologías de la información coinciden en que la incorporación del mundo digital a la educación escolar, en el contexto de la pandemia, marcó un quiebre, en el que se debe entender al estudiante como un sujeto activo del aprendizaje y en el que las tecnologías deben ser herramientas imprescindibles para la enseñanza.
La educación es uno de los ámbitos que se ha visto más beneficiado con la adopción de las nuevas tecnologías, la que se vio acelerada durante el contexto de pandemia, que obligó a los estudiantes a aprender desde sus casas y a los colegios y profesores, a educarse en el uso de diversas plataformas tecnológicas para la enseñanza.
De acuerdo con el estudio “Experiencias de desarrollo profesional docente en contextos Covid19 y su vinculación con tecnologías digitales”, efectuado por el Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe, SUMMA, y el Centro de Investigación para la Transformación Socio-Educativa (CITSE) de la Universidad Católica Silva Henríquez, entre enero y junio de 2021, Chile es uno de los países latinoamericanos con las mejores condiciones tanto docentes como tecnológicas para la implementación de sistemas remotos de educación ante el contexto de pandemia.
Y si bien en la actualidad, la mayoría de los colegios se encuentra implementando el proceso educativo de manera presencial, la modalidad de tele-educación dejó grandes cambios y también aprendizajes, tanto para los docentes, como para los alumnos y sus familias.
Solo una prueba de ello es que 2021 fue un año récord para las ventas de teléfonos inteligentes, tabletas y ordenadores portátiles, con un crecimiento del 41,50 % en términos de dólares constantes, en la mayoría de los casos, aparatos destinados al estudio y el aprendizaje de los niños y adolescentes en casa o como una manera de complementar el conocimiento recibido en la escuela, según datos de IDC Chile, proveedor global de inteligencia de mercado e información sobre desarrollo tecnológico y de telecomunicaciones.
LA TECNOLOGÍA EN LA ESCUELA Lo anterior obedece a diversos factores, sobre todo, el fortalecimiento y la mayor fiabilidad de la tecnología y a la incorporación de la tecnología 56, que permite conexiones más rápidas y estables y con ello, un acceso más fluido a la información y el conocimiento. josé Ignacio Díaz, analista senior de Telecomunicaciones para IDC Chile, destaca que “uno de los mayores beneficios del 5G para el sector educativo será la innovación en términos de aplicaciones de colaboración de estudiantes, así como también de repositorios colaborativos, ya que será el soporte robusto que garantizará que todo funcione mejor, que las aplicaciones no se detengan y que el usuario tenga una buena experiencia, independientemente de su ubicación geográfica”. Por su parte, Marisol Hernández, directora de informática Educativa de la Dirección Desarrollo y Postgrados de la Universidad Autónoma de Chile, planteó en Radio Biobío que la digitalización de la enseñanza escolar representó un cambio que fue más allá de la incorporación de las clases por Zoom u otras plataformas. “Nos hizo innovar a tiempo a través de la generación de itinerarios flexibles, plantillas instruccionales para los docentes, permitiendo impartir en igualdad de oportunidades el proceso de enseñanza y aprendizaje.
También acompañándolo de instructivos metodológicos y de cómo usar la plataforma, además de crear canales de comunicación para dar una pronta respuesta a inquietudes mediante tutoriales tanto para los estudiantes como para los docentes”, señala la investigadora.
INTEGRAR MODALIDADES Por su parte, Andrea Osorio, directora de Aprendizaje para el Futuro de Fundación Chile, destaca que el impacto más positivo del teleaprendizaje es el vínculo que permite la tecnología entre el profesor y el estudiante y, sobre todo, si ese vínculo se amplía entre los estudiantes. “Estamos conscientes de que, a nivel pedagógico, ha sido agotador, lo que valida aún más la necesidad de conocer otras formas de aprender. Estamos en camino hacia una educación híbrida donde se van a ir mezclando elementos y ahí hay otro desafío, que es cómo se combina la presencialidad con la distancia”, destacó la especialista.