COLUMNAS DE OPINIÓN: Castigar no es proteger: no perdamos el foco
COLUMNAS DE OPINIÓN: Castigar no es proteger: no perdamos el foco Gayle Mac-Lean Directora del área Justicia y Prevención de Fundación Paz Ciudadana E l alza de 44,9 % en denuncias contra jóvenes de 14-17 años entre 2022 y 2024 genera una comprensible alarma. Pero esos mismos datos advierten que la delincuencia juvenil está atravesada por inmadurez neurocognitiva, violencia temprana y precariedad social; legislar endureciendo las penas ignora esas causas y no reduce el delito. La evidencia científica es clara: antes de los 16 años la corteza prefrontal aún no controla impulsos ni calcula riesgos; exigir al adolescente el mismo juicio moral que a un adulto es desproporcionado e ineficaz. Por eso Unicef y la Convención sobre los Derechos del Niño recomiendan ampliar el uso de salidas alternativas y estrategias de justicia restaurativa.
El contacto temprano con el sistema penal, lejos de reinsertar, aumenta las probabilidades de reincidencia: la estigmatización y el encierro interrumpen el desarrollo socioemocional y refuerzan trayectorias delictivas, por lo tanto, debe ser la última de las medidas a implementar. La experiencia comparada lo confirma: Escocia redujo las infracciones juveniles elevando gradualmente la edad de responsabilidad y sustituyendo el castigo por intervenciones holísticas; los temores a que las medidas "blandas" dispararan la delincuencia resultaron infundados. Seguir el camino opuesto en nuestro país no sólo vulneraría estándares internacionales, sino que saturaría instituciones sin oferta especializada y profundizaría los factores de riesgo de jóvenes que ya cargan con carencias.
La verdadera seguridad para niñas, niños y adolescentes se construye con prevención temprana, fortaleciendo colegios protectores, barrios seguros y un Servicio de Reinserción con recursos, capacidades, profesionales y oferta programática pertinente; no endureciendo ni alargando condenas. En Fundación Paz Ciudadana llevamos 20 años trabajando en esta línea, apoyando la gestión de la convivencia escolar y realizando análisis y propuestas que promueven la prevención temprana. Un llamado desde la experiencia y evidencia disponibles es a levantar la mirada: invirtamos con decisión en prevención, no en más barrotes. Castigar no es proteger: no perdamos el foco.