EGENAU,la pasión y el dolor
- - EGENAU, la pasión y el dolor C omo si presintiera su prematuro fin por un cáncer a la médula espinal que se lo llevó a los 60 años, Juan Egenau Moore, nacido en 1927 y padre de cuatro hijos, trabajó contra el tiempo, contra un sufrimiento físico que, al final de sus días, lo obligó a caminar con bastón, pero nunca pudo contra el cincel. Un ser creativo que, desde su propio mundo, marcó una huella que hoy reverbera en Chile. Egenau, a veces arisco, no fue un padre cercano, inmerso en juegos y tareas: esa labor se la dejó a su mujer, Rebeca Pérez Vial, con quien estuvo casado hasta morir. A sus cuatro niños --dos hombres y dos mujeres-les legó la porfía de perseguir su vocación artística. A 36 años de su muerte, sus hijos Juan José, Paulo, Catalina y Claudia son los guardianes de su obra. Una obra establecida en poco más de tres décadas y que marcó a fuego la historia de la cultura plástica en el país.
En sus casas, los herederos de Egenau preservan hoy las esculturas, grabados, repujados, joyería, acuarelas, cerámicas, orfebrería y esmaltes sobre metales que el artista acumuló en su carrera. "Mi viejo siempre fue un hombre centrado en vivir del arte, por el arte y para el arte. Ese fue el corazón de su existencia, incluso enfermo de cáncer. Nosotros tenemos un aprecio, una valoración no solo estética, sino emocional por su obra" --dice el segundo de sus hijos, el psicólogo Paulo Egenau. Junto a Juan José, su hermano mayor, se rinden a la nostalgia: "Desde una perspectiva artística, la muerte de nuestro padre fue una pérdida gigantesca. Vimos a sus pares: Balmes, la Gracia Barrios, la Roser (Bru), Federico Assler, su generación correspondiente, que siguió aportando al arte nacional por veinte o treinta años más. Hay un duelo, de cómo se perdió tempranamente un extraordinario artista chileno". La Corporación Cultural de Lo Barnechea recuerda, hasta mediados de enero de 2024, al creador. En "Juan Egenau: Autarquía Artística", se reúne gran parte del legado de quien fuera uno de los principales representantes de la escultura en metal de la segunda mitad del siglo XX en Chile. En el Centro Cultural El Tranque, la obra de este artista se diversifica. Si la escultura fue la disciplina plástica central de Egenau, estudió también Arquitectura, para después especializarse en pintura con maestros como Pablo Burchard. Después de un quinquenio, desembocó en la Escuela de Artes Aplicadas, donde descubrió el mundo de los metales y esmaltes. A menos de diez años de iniciarse en el arte, Juan Egenau ya tenía las armas para erigir una poderosa obra. En 1966 aprendió la fundición del aluminio "a la tierra" en la Rhode Island School of Design en Estados Unidos. Hoy, se considera a sus esculturas en aluminio como parte de su obra más insigne. También fue un apasionado académico en la Universidad de Chile y, muy enfermo, corregía pruebas y exámenes en su casa. La coordinadora artística de Lo Barnechea, María José Ovalle, acentúa la heterogeneidad de la muestra.
Son 44 obras, casi todas prestadas por sus cuatro hijos, que incluyen desde ocho dibujos en papel y grafito, dos repujados en latón y 13 esculturas en aluminio natural y pintado, así como esculturas en bronce, grabados, esmaltados en cobre y esmaltados en cerámica. Cuando se recorre la heterogénea obra de Juan Egenau, hay palabras que reverberan: blindaje es una. Torsos y figuras cubiertos, una manera de recordar que este fue un artista privado, blindado frente al rumor público, un hombre desprovisto de alardes.
La exposición en el Centro Cultural de Lo Barnechea fue curada por el doctor en historia del arte José de Nordenflycht y el escultor y académico Luis Montes Rojas, quien conoció a Egenau: "Yo lo conocí de niño, cuando acompañaba a mi padre a la universidad o a su taller. Me impresionaban su aura, su sobriedad. A través de mi padre, Luis Montes Becker, he heredado conocimientos y técnicas que provienen de don Juan.
También, su respeto hacia la tradición de la escultura, su amor por la disciplina, su pasión por la materia". Luis Montes Becker fue ayudante durante años del escultor: "La obra de Egenau es un aporte fundamental en el arte chileno. Renueva la escultura a partir de los años 70 y 80, con un lenguaje que da cuenta de la problemática del hombre contemporáneo y un mundo tecnologizado.
Vislumbra estas complejidades y las traduce, escultóricamente, a través de seres, mundos orgánicos protegidos por corazas, con una factura que deslumbra por su armonioso manejo del dibujo, de la forma y del volumen". Recuerda su relación personal y creativa con este maestro: "Las primeras veces que asistí a su taller para asumir la labor de ayudante en el trabajo técnico de su obra fue con el temor de un aprendiz. No quería estropear su trabajo y necesitaba entender su manera de hacer, conocer en profundidad su trabajo de la materialidad.
Silenciosos, trabajamos cada uno en un mesón, limando, cincelando, texturando, siempre atento a su manera del quehacer, respetando ese silencio que no era otro que el necesario tiempo reflexivo que él requería para darle sentido a esa técnica en su obra". Y para el historiador del arte José de Nordenflytch, cocurador de la muestra en Lo Barnechea, trabajar con el legado de Juan Egenau fue integrarse a una tarea que pudo haber sido fría, pero resultó lo contrario. "Se produjo un diálogo con un escultor, Luis Montes Rojas, hijo de quien trabajó con Egenau en sus últimos años. Ellos tienen una fundición artística, que es una cosa muy rara porque hay muchas fundiciones, pero fundición artística hay solo tres en Chile. Contamos con la colaboración y complicidad de los hijos de Egenau. Rápidamente redibujamos el proyecto y dijimos, esto tiene que ser un legado de la familia.
No es común, aunque sea contraintuitivo decirlo, que los hijos o viudas de los artistas sean tan cuidadosos con los legados artísticos". A TREINTA Y SEIS AÑOS DE SU MUERTE: EGENAU, la pasión y el dolor MARÍA CRISTINA JURADO "Juan Egenau: Autarquía Artística" reúne gran parte del legado de uno de los principales representantes de la escultura en metal, de la segunda mitad del siglo XX en Chile.
CORPORACIÓN CULTURAL DE LO BARNECHEA CORPORACIÓN CULTURAL DE LO BARNECHEA "Egenau nunca habló de sí mismo, jamás reveló la historia de su vida". CORPORACIÓN CULTURAL DE LO BARNECHEA CORPORACIÓN CULTURAL DE LO BARNECHEA Hasta enero se puede ver en Lo Barnechea la exposición dedicada a este maestro de artistas. Juan Egenau, quien murió a sus 60, fue un creador multifacético que cruzó desde la arquitectura y la pintura hasta la orfebrería, grabado, dibujo, cerámica y esmaltes, para aterrizar en la escultura, su pasión máxima. Sus colaboradores y herederos lo recuerdan..