Autor: ERA MONCADA Directora del Centro de Estudios de TECHO-Chile
CARTAS: Empujados al campamento
Señor Director: Respecto de la columna (ayer) de Felipe Link, Luís Fuentes y Ricardo Trutfello, donde advierten que la falta de regulación del mertado de arriendo constituye un problema ineludible, desde TECHO-Chile quisiéramos reforzar algunas de sus observaciones. La falta de mecanismos para fiscalizar aumentos abusivos o condiciones discriminatorias genera barreras concretas para acceder a un arriendo formal. Entre ellas, la exigencia de un contrato de trabajo, documento que el 28% de nuestra fuerza laboral —quienes se desempeñan en la informalidad— no puede presentar. Se suman restricciones como arriendos solo para estudiantes, exclusión de familias con niños o exigencias de nacionalidad chilena, En los campamentos vemos sus efectos más claros. Según nuestro último Catastro, el 80% señala que el principal motivo par el que llegaron a vivir allí es el alto costo de los arvienclos. Casi la mitad no tiene contrato formal y la mayoría de los hogares está encabezado por mujeres, muchas de ellas con hijos.
Este perfil evidencia cómo el sistema actual va expulsando de forma silenciosa a quienes no cumplen con los requisitos del arriendo formal, empujándolos a soluciones informales —precarias— y luego, muchas veces, a un campamento, Avanzar hacia un sistema de arriendo regulado es indispensable para prevenir la exclusión habitacional. Muchas veces hay subsidios, pero no ofertas compatibles. Por eso, el Estado debe promover arriendos a precio justo, que no superen un porcentaje razonable del ingreso familiar, Solo así el arriendo será una alternativa real para la población más vulnerable.