A propósito de unas partituras
Ción del patrimonio también Editorial Esta semana se cierra un círculo virtuoso que comenzó en medio de la pandemia: la devolución a la comunidad talquina de un relevante archivo de partituras, libros y documentos, que datan de fines del siglo XIX, con los primeros indicios de una producción de música clásica en la zona. La transferencia de estos documentos se realizó luego de un cuidadoso trabajo de rescate, clasificación y digitalización por parte del Centro de Documentación Patrimonial del Instituto de Estudios Humanísticos de la Universidad de Talca.
Las partituras de músicos europeos, pero también manuscritos de compositores talquinos, habían sido hallados en la iglesia Apóstol Andrés, ubicado en el sector La Florida de Talca, en condiciones de deterioro extremo producto del terremoto de 2010, y en consecuencia, bajo un inminente riesgo de pérdida. Los archivos habían sido descubiertos y estudiados por el académico de la Escuela de Música de esta universidad, José Miguel Ramos.
A 12 años del cataclismo de febrero de 2010, fue la propia comunidad religiosa y laica quien solicitó a este centro de estudios patrimoniales activar sus mecanismos de recuperación para que el material sea estabilizado en sus laboratorios y no sólo retorne en mejores condiciones de conservación y orden, sino -ademásdigitalizado y disponible para consulta, garantizando así su democratización y acceso. (www.portaldelpatrimonio.utalca.cl) Pero la feliz recuperación de este patrimonio también pone en el debate el riesgo que corre nuestra historia escrita y su fragilidad.
Como sostuvo en 2022, el historiador Raúl Sánchez Andaur, a propósito de la acción emprendida por la Universidad de Talca, la reconstrucción de nuestra identidad regional pasa por restaurar y conservar los cientos de libros de registros vitales (bautismo, matrimonio y muerte) y de fábrica (donde se da cuenta de las construcciones) que se encuentran en nuestras parroquias rurales: “la mayoría en malas condiciones de conservación porque los depósitos no cuentan con las condiciones adecuadas y tampoco el conocimiento técnico de quienes los manejan.
La importancia que dichos documentos revisten para el conocimiento de la identidad y de la vida cotidiana del Maule histórico, y su puesta en valor, los transforman en un bien de todos y, por ende, surge la imperiosa necesidad de su adecuada conservación". El académico apunta a que no debemos olvidar que hasta 1884, cuando se estableció el Registro Civil, todo el movimiento demográfico del pais se llevó en estos registros.
Así como hoy comienza el rescate de los archivos musicales de la Parroquia Apóstol Andrés, queda una profunda deuda con el resto de la información contenida en los libros de las parroquias Inmaculada Concepción de Pencahue, Nuestra Señora del Rosario de Curepto y Nuestra Señora del Carmen de Vichuquen. Recuperar estos vacíos del alma histórica, dice Sánchez, coincidimos nosotros, resulta determinante.