Un viajero alto en GRASAS SATURADAS
Un viajero alto en GRASAS SATURADAS R odolfo Rada, 43 años, "Rodo" para los amigos, come papas fritas con kétchup en un restobar de la Alameda, cerca de la Casa Central de la Universidad Católica en Santiago.
Es un caluroso atardecer de marzo y, mientras algunos universitarios conversan entre schops de cervezas y chorrillanas, Rodo no deja de hablar sobre la crocancia de las papas y, sobre todo, del aceite que se utilizó para freírlas. Pero no lo hace porque sí.
Hoy, cada vez que tiene un poco de aceite en las manos, Rodo no piensa en grasas saturadas ni infartos al miocardio, sino más bien en salir a manejar y recorrer el mundo, tal como lo hubiera hecho el doctor Emett Brown, célebre personaje de la película Volver al futuro, que introducía basura al motor de su auto DeLorean para hacer funcionar el condensador de flujos y así poder viajar por el tiempo y el espacio. Desde 2008, Rodo ha hecho algo similar: conduce vehículos modificados cuyo motor utiliza aceite vegetal ya usado, por ejemplo, para hacer papas fritas.
El mismo que ahora acaba de conseguir que le regalen en este bar de Santiago para echar a andar la "Educamper", un Kia Frontier 4x4, año 2004, que está decorado con dibujos a mano que representan ríos libres y limpios, y también montañas.
Hace unos minutos, Rodo logró, conversando con los dueños del restobar, que aquel bidón blanco y sucio de 60 litros que esperaba ser retirado para su reciclaje por normativa del Ministerio del Medio Ambiente se lo dieran a él, porque le podría dar un mejor uso. --Con esos 60 litros hago 480 kilómetros, 8 por litro, que es como ida y vuelta a Viña del Mar. Con diésel son como 10 kilómetros por litro --calcula Rodo, ansioso por abrir la tapa de la bencina de la Educamper y llenar pronto el estanque. Pero vayamos atrás en el tiempo.
En 2006, Rodolfo Rada trabajaba como guía en una empresa de rafting en Vancouver, Canadá, cuando un día decidió viajar desde ese país hasta Panamá junto a cuatro amigos y "María", como bautizó a un Volvo del 87. Para financiar el viaje, la idea era hacer actividades de rafting para universitarios y crear una red de contactos en los distintos países.
Finalmente, Rodo y sus amigos cruzaron todo Centroamérica y se gastaron 3 millones de pesos en combustible. --El último día del trayecto, en Ciudad de Panamá, nos metimos al primer hostal que vimos y había otro vehículo que se notaba era viajero --recuerda--. Cuando estábamos carreteando y conocimos a sus dueños, unos gringos llamados Seth y Tyler, nos dijeron que funcionaba en base a aceite de cocina, y que habían gastado solo 100 dólares en seis meses. Incrédulos, Rodo y sus amigos se pusieron a investigar y se dieron cuenta de que era real. Un año después, luego de reunir 4 millones de pesos con más actividades de rafting, compraron a "Laura", un Volkswagen Golf del 87 que ya funcionaba con aceite. Como experimento para ver si era viable, viajaron entre Canadá y México. Y como les fue bien, el nuevo plan fue conducir hasta la Patagonia chilena desde Vancouver, en 2008: el sueño era cruzar América "gratis", usando aceite que conseguían por el camino. --Fuimos sin mapas, libres. A veces teníamos pocas lucas, pero teníamos aceite para seguir viajando y dando vueltas. Queríamos llegar a los ríos emblemáticos de cada país, varios de ellos amenazados por represas. -Mira cómo la gente ve la cámper --dice Rodolfo Rada mientras pasamos por el Parque Bustamante al anochecer. Su camioneta enchulada ya evidencia el paso del tiempo: hay una radio que no prende y tampoco funciona el velocímetro. Pero el motor, lo más importante, sí está bien.
El "auto a aceite", en este caso la cámper, funciona más o menos así: el vehículo cuenta con su motor original a diésel, el cual al encenderse genera calor, lo que hace que se caliente el aceite, que está almacenado en otro estanque de aluminio de 100 litros.
Luego, un aparato ubicado al lado del asiento del copiloto permite cortar el paso del diésel que viene desde una válvula y abre paso al aceite, que viene de otra. --Ese es un problema: no puedo prenderlo con aceite, porque no funciona en frío, así que lo prendo con diésel. Así que cuando el aceite esté caliente, lo puedo usar como combustible. El auto es híbrido, prendo y apago en diésel, pero siempre, cuando ya estoy andando, lo paso a aceite rápido.
De hecho, antes de esta entrevista, Rodo venía de un taller en Cerrillos, donde le revisaron el motor y le dijeron que la bomba no tenía ningún tipo de problema, que los inyectores estaban operativos y que no había ningún desgaste importante. Las personas miran sorprendidas el cartel negro que está ubicado en el techo --donde se lee "@laeducamper funciona con aceite vegetal reciclado"--, y asienten como dando su aprobación a la causa. La compra de la cámper fue financiada en parte por la Universidad San Sebastián, donde Rodolfo Rada es profesor de la carrera de Ingeniería en Expediciones y Ecoturismo.
Hoy, Rodo viaja por Chile dando charlas a colegios sobre cómo habitar el planeta de forma más sostenible, cómo reciclar, y también invita a los directores de estas instituciones a vivir la experiencia de ir a la naturaleza.
Estudiantes de básica y media del sur de Chile, Santiago y Valparaíso han tenido la oportunidad de entrar y subir al techo de la Educamper, ver el contenedor de cómpost de Rodo y subir por un pequeño muro de escalada que está sujeto a un costado del vehículo. Algunos también se suben a una balsa roja que lleva sobre la Educamper para bajar los ríos a los que se dirigirá luego, en viajes que organiza con su empresa Flowing Adventures. Hoy, Rodolfo Rada buscar reunir fondos para hacer viajes anuales por el continente viajando en vehículos que funcionen con aceite reutilizado. Mientras tanto, se mantiene recorriendo el sur de Chile, la mayoría de las veces en solitario. Dice que su lugar feliz es estar manejando. --Toda la zona de Pucón me encanta. Los volcanes nevados, que nosotros vemos como algo cotidiano, son algo extraordinario.
La Carretera Austral también es definitivamente un ícono, Futaleufú... Sin embargo, Rodo dice que también hay momentos amargos. --Lo más "penca" es que, como estoy tan lejos y tan comprometido con este proyecto, estoy lejos de mi hija, de 9 años. Eso es lo que siempre me hace un nudo en la garganta. Cuando conoció a su expareja y luego ella quedó embarazada, ambos intentaron asentarse por un tiempo en Pucón. Al nacer su hija, su nomadismo se detuvo por un tiempo, pero luego volvió al ruedo y su hija se quedó con la mamá.
Hoy, Rodolfo Rada vive prácticamente todo el tiempo dentro de la cámper, un espacio de solo 10 metros cuadrados que suele estar lleno de cachivaches. --Llego donde mis viejos a Santiago, los visito, y luego voy donde me convocan. En Chile tengo una red de amigos donde puedo llegar, estacionar y dormir ahí, ducharme y comer en sus casas. Otras veces me he estacionado de noche frente a los colegios y duermo ahí hasta la mañana siguiente, para darles una charla.
Si bien la Educamper suele ir cargada con balsas, kayaks, muros de escalada, paneles solares y más, Rodo mantiene un equipaje personal bastante reducido: dice que usa los mismos pantalones hasta que no dan más, y entonces se pone unos limpios. Cuando esta en Santiago, su mamá "lo apaña" lavándole toda la ropa sucia. Como sea, pese a las dificultades, Rodolfo Rada no piensa en detenerse. --Me encantaría viajar hasta el último día de mi vida. Y ojalá mi hija pueda sumarse. Quiero que sepa que no necesitará de mucho más para dar la vuelta al mundo, solo dedicar su tiempo. Esa es una de mis metas: poder viajar y recorrer con ella.
D Un viajero alto en GRASAS SATURADAS El chileno Rodolfo Rada lleva 16 viajando por distintos rincones del mundo de una forma muy particular: lo hace en vehículos modificados cuyo motor, en vez de combustible normal, utiliza aceite usado, el mismo con el que se hacen papas fritas. Su objetivo, dice, es contribuir al cuidado del medioambiente e inspirar a todos a aventurarse en la naturaleza. POR María José Cifuentes B. MOTOR. Esta es su "Educamper", un auto todoterreno del año 2004. F O T OS: R ODOLF O RAD A. RECICLAJE. El aceite de estas papas fritas se convirtió en combusitble. MARÍA JOSÉ CIFUENTES B. EQUIPOS. El vehículo transporta kayaks, muros de escalada y paneles solares. EDUCACIÓN. Rodolfo Rada da charlas a colegios en todo Chile. ACEITE. El desecho de bares y restaurantes le permite viajar. LIBERTAD. Rada tiene 43 años y hoy vive prácticamente dentro de la cámper..