Autor: ARIEL LARA
Diputado Ojeda relata cómo su señora dio a luz a su séptima hija estando sola y en el baño de la casa
“Ella recibió a la guagua, le cortó el cordón umbilical y retiró su placenta. Nuestra hija nació sin ningún proceso traumático”, relata el parlamentario, Mauricio Ojeda. Odo estaba listo en casa del di| putado por La Araucanía, Mauricio Ojeda (independiente, bancada Republicanos), para recibir a su séptima hija, Mía Amalia. El parlamentario se encontraba en la Región de Valparaíso en comisión de servicio y tenía planificado viajar a Pucón, su lugar de residencia, para llegar justo a tiempo al nacimiento que estaba programado con anticipación.
Pero la naturaleza quiso otra cosa. "A las dos de la mañana recibí un llamado de mi señora que muy calmada me dijo que se le rompió la bolsa a las 36 semanas y el parto se adelantó, y que había decidido tener a la niña en nuestra propia casa”, relata. Fueron sus otros hijos y la asesora del hogar quienes acompañaron a su esposa, Kristel Everard, en las labores de parto, que se realizaron en un baño del hogar.
Primera reacción lógica fue decirle que partiera a la clínica o al consultorio más cercano, pero mi señora era quien me tranquilizaba y me insistía que no se me ocurriera tomar el auto y volar por la carretera a toda velocidad porque no iba a alcanzar a llegar.
Que me quería sano y salvo, que mejor tomara el avión al día siguiente porque ella y la bebé iban a estar bien”, describe, quien de todos modos tomó su vehículo y emprendió viaje al sur. Su señora le insistía que estuviera tranquilo.
Ojeda, entonces, siguió todo el proceso de alumbramiento por teléfono. "Gracias a Dios todo salió bien, mi señora y mi hija están muy bien”. Mía finalmente nació, “a la antigua, en casa”, narra Ojeda, con orgullo por su nueva hija y por la valentía de su esposa. La niña pesó 2 kilos y 850 gramos, y midió 48 centímetros, siendo la menor de siete hermanos y la segunda hija del diputado. “Había leído mucho” "A las dos y media de la mañana me vuelve a llamar y me dice nació tu hija, es una guagua hermosa. Allí ella me explicó que fue en casa y que fue lo más lindo y hermoso que le pudo haber pasado, nació en el calor de nuestro hogar. Mi señora es una valiente quien es digna de destacar, es una tremenda mujer por tomar esa decisión de atenderse sola en el parto”, agrega el parlamentario.
Ojeda explica que su mujer se había preparado por si le tocaba verse enfrentada a la situación ya descrita. "Ella había leído mucho sobre maternidad y lactancia, y en especifico sobre el concepto de partos humanizados, por lo tanto, ella misma reciEl diputado Ojeda junto a su esposa, Kristel Everard que tiene en brazos a su hijo Theo y, en el vientre, a Mía Amalia. El parlamentario por La Araucanía se encontraba a más de 800 kilómetros de su hogar.
El parto se adelantó Mía Amalia pesó 2 kilos y 850 gramos, y midió 48 centímetros. bió a la guagua, ella misma le cortó el cordón umbilical, ella misma retiró su placenta y, finalmente, nuestra hija nació sin ningún proceso traumático, lo más natural posible, como se hacía en el campo antiguamente. Para mí no existe mujer más valiente que ella al atender su propio parto sola y con más niños chicos dando vueltas por la casa. A la bebé la llevamos al día siguiente a un centro asistencial para que la viera una matrona. Ella está perfecta, fue un proceso maravilloso.
Debo confesar que el sueño de mi señora era tener un parto totalmente humanizado”. “Fue un regalo” La madre, Kristel Everard, comenta: “Mi bebé Amalia está muy bien, es una rica deliciosa que está creciendo a paso firme. Estoy llena de amor, todavía me queda algo de oxitocina en el cuerpo, esta hormona tan maravillosa del amor. Rescato todo de esta experiencia, Dios es perfecto en hacer todo al ritmo que corresponde.
Parir en la casa de una forma natural y espontánea fue un regalo, siempre lo había querido y no había podido hacerlo o por miedos o porque el sistema de salud es poco humanizado, no en todos te dejan, por ejemplo, minimizar la luz, o poner aromaterapia o libre movimiento.
Estoy agradecida de que mi cuerpo haya sido tan sabio, ojalá algún día pueda convertirme en matrona”. Kristel Everard narra que estaba acostada en su cama cuando se le rompió la bolsa, comenzó con fuertes contracciones y se fue al baño del dormitorio. Su marido, agrega: “Ella se puso en posición en cuclillas, que es más fácil para la salida del bebé, que salió en 20 minutos. Luego volvió al dormitorio y se acostó sobre una colchoneta, con unas tijeras de casa, normales, desinfectadas, le cortó el cordón umbilical dejando diez centímetros y con el cordón de una zapatilla lo amarró. Luego ella eliminó la placenta en un proceso de 20 minutos. De la placenta que viene con células madres, unas matronas le hicieron unas cápsulas por las vitaminas que trae. También le hicieron unos parches que sirven en caso de quemaduras.
Se hicieron también unos aceites y se hizo una impresión, donde queda marcada en un papel y parece un árbol, de recuerdo”. Parto humanizado La matrona Esther Ayala, directora del Diplomado en Atención Humanizada en Gestación, Nacimiento y Puerperio de la Universidad San Sebastián, describe qué es un parto humanizado: “En Chile en los últimos años las matronas hemos trabajado bastante en este tema, es una asistencia por un profesional, pero contemplando que sea lo más natural posible.
Ello conlleva que la mujer esté siempre acompañada, que tenga libertad de movimiento y se pueda levantar durante las contracciones, que tenga medidas alternativas para el tratamiento del dolor como aromaterapia, masajes, duchas con agua caliente o musicoterapia, y que pueda parir en la postura que desee y no en una silla de parto, lo que provoca menos daño en la zona vaginal”. Ayala dice que este tipo de partos en casa no es para mujeres con patologías y agrega que si el parto es precipitado, como en el caso de la esposa del diputado, “sería mendable llamar a una atención de urgencia para que un equipo llegue a casa en algún minuto”.