Fiscalía ya identificó al homicida: Quilpué tributó un masivo adiós al carabinero asesinado
El living de la casa, en el pasaje Los Corchos, de Quilpué, tiene un tamaño normal. Pero con el féretro que hay al medio se hace estrecho. Más aún con las sillas colocadas alrededor. Donde varias personas, principalmente mujeres, permanecen en silencio. Con la mirada enrojecida por la pena. La urna está cubierta con una bandera chilena. A uno y otro lado hay dos velas encendidas que arden tímidamente. Y al centro, un atril con un retrato de David Andrés Florido Cisternas, el carabinero asesinado a tiros en Pedro Aguirre Cerda. “Era amable, bueno... ”, comenta entre dientes, una de las mujeres. Habla con una mezcla de pena y resignación. En las paredes hay varias fotos familiares. De los tiempos felices. Cuando la tragedia del viernes pasado no estaba en los cálculos de nadie. Sobre una mesita, hay una Biblia abierta en el libro IV de los Salmos. Que, entre otros temas, aborda la fragilidad humana.
A un par de metros de ahí, en el antejardín de la casa, el padre del cabo ultimado, Juan Carlos Florido, le advierte a una persona que le da las condolencias: “Hay que tratar de ser fuertes... ”. Florido está entero, pese a la tragedia. Lleva horas de pie recibiendo pésames. A ratos, de hecho, pareciera que es él quien conforta a los deudos y las demás personas que lo acompañan. Junto a sus zapatos ya casi no queda esVelatorio en el pasaje Los Corchos: “¡ Cómo matan así a un policía! ” ON pacio para más arreglos florales. Los hay de la Armada. De la PDI. De Bomberos. De Carabineros. De particulares... Contarlos es imposible. Lo mismo que los saludos en el libro de condolencias disponible a la entrada. “¡ Cómo matan así a un policía, no puede ser! ”, se lamenta un hombre en la vereda. A su lado, varias personas asienten en silencio. Como tratando de comprender la sinrazón de la tragedia. Cerca, varios carabineros observan cómo el padre del cabo Florido sigue recibiendo abrazos. “Hemos sentido mucho apoyo”, le comenta a alguien. Las decenas de personas que continúan agolpándose en la acera le dan la razón. Llegan jóvenes de jockey y zapatillas. Dos generales. Una pareja vestida con traje típico mexicano. Incluso pasan unos motoqueros tocando sus bocinas, mientras en varias casas del sector flamean banderas chilenas. En el intertanto, la procesión hacia el living donde permanece el féretro sigue. Los dolientes entran con respeto. Y a la vuelta de unos minutos salen. Así le brindan a otros la oportunidad de despedir al carabinero asesinado. Al rato, un joven saca el atril con el retrato de Florido y lo pone en el antejardín, junto a los ramos. Entonces, toma la palabra un capellán: “Es una tragedia que nos golpea el corazón... ”. Todos lo oyen en silencio, mientras cae el sol y sopla una brisa fría. En el atardecer más triste del pasaje Los Corchos.
Y Durante los funerales, el jefe máximo de la policía uniformada anunció el ascenso póstumo de la víctima, David Florido, al grado de suboficial mayor QUILPUÉ. - La emoción y los aplausos se fundieron durante la multitudinaria despedida que los quilpueínos brindaron ayer a David Florido Cisternas, el carabinero que fue asesinado de un balazo en la cabeza, durante una operación policial en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, lanoche del viernes.
Cubierta de pétalos de flores, la carroza con el féretro del uniformado avanzó lentamente por el centro de la ciudad, mientras vecinos de todas las edades -muchos de ellos con la pena dibujada en sus rostroscaptaban imágenes con sus celulares o agitaban pañuelos.
La misa fúnebre se realizó enla parroquia de Quilpué, que estaba atestada de personas: desde anónimos dolientes hasta autoridades, entre ellas el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve; el fiscal nacional Jorge Abbott; y el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez.
RANGO MÁXIMO En el marco del sepelio, el general Yáñez anunció el ascenso póstumo de David Florido, del grado de cabo segundo al de suboficial mayor, el máximo rango al que podía optar desde su escalafón.
También en el contexto de las exequias, el fiscal Héctor Barros reveló que el autor del disparo mortal contra el policía se encuentra ya plenamente identificado: se trata de un hombre de 24 años, quien posee anotaciones criminales previas. "Hemos logrado dar con la identidad del autor y hemos podido hacer las diligencias necesarias para efectos de poder pedir la orden de detención.
Mi llamado es a que quienes estén albergando a “Hemos logrado dar con la identidad del autor (del homicidio) y hemos podido hacer las diligencias necesarias para efectos de poder pedir la orden de detención (en su contra)” Héctor Barros Fiscal esta persona, quienes le están dando cobijo o ayudando a ocultarse, decirles que también los vamos a perseguir” advirtió el persecutor. DOS HIJAS El carabinero prestaba servicios en la Tenencia Pedro Aguirre Cerda, correspondiente a la 51* Comisaría.
Sin embargo, sus restos fueron trasladados a Quilpué, pues sus padres viven en el sector Los Pinos de la comuna (ver nota relacionada). De hecho, el velatorio se desarrolló en el pasaje Los Corchos, de Los Pinos. Y solo ayer, la urna -cubierta con el pabellón nacionalfue llevada en cortejo a la parroquia quilpueína, para la misa fúnebre.
Florido tenía trece años de servicio en la institución y era padre de dos niñas: una de 6 años y otra de tan solo 6 meses. como parte de los homenajes póstumos que le ha rendido Carabineros, ahora la Tenencia Pedro Aguirre Cerda será rebautizada con su nombre, como detalló el jefe máximo de la policía uniformada. "He dispuesto el ascenso extraordinario al grado de suboficial mayor al cabo 2” David Florido Cisterna, como un reconocimiento póstumo asu vocación, compromiso y entrega por la patria. Desde hoy, será recordado como el Suboficial Mayor David Florido Cisterna y la Tenencia Pedro Aguirre Cerda llevará su nombre como homenaje y memoria permanente para toda la comunidad", afirmó el general Yáñez. Una guardia de honor permaneció en todo momento de pie al interior del templo de Quilpué. El ataúd fue ubicado en la nave central, junto a un retrato del policía asesinado y una rosa de color rojo. Tras la ceremonia religiosa, los restos de Florido fueron llevados al Cementerio Parque Del Sendero de Quilpué, donde sus deudos, compañeros de armas y vecinos le tributaron el adiós final.