SU OPAZO: "Hago humor político, pero no en karamanés"
SU OPAZO: "Hago humor político, pero no en karamanés" Esta era Susana Opazo de niña, en el colegio, en la zona norte de Santiago, refugiándose en los audífonos de su walkman, escuchando a Charles Aznavour, Luis Miguel o Nirvana durante el recreo. No hacía chistes. Pasaba deprimida. No daba su opinión en clases, ni sobre política o contingencia, y siempre estaba seria y rodeada de pocos amigos.
Sufría bullying por ser rara, por "camiona". En el barrio, vecinas y vecinos la miraban con curiosidad intentando resolver si era niña o niño, y para hacerlo más fácil la bautizaron como "Juana tres cocos". En su casa en El Salto, Recoleta, las cosas no andaban mejor. Su padre era entrenador de atletismo y apenas tenía trabajo, y su mamá se ganaba la vida a duras penas como vendedora de ropa en una tienda del Apumanque. La casa no resistía: eran tres hermanos, ella la mayor. A veces, cuenta Susana, ni siquiera alcanzaba para comer. Por eso planeaba robos de comida con sus primos del barrio, pero nunca los hacían.
Hasta que sus papás se separaron y todo se volvió todavía peor: su mamá encontró una nueva pareja y le pidió a ella y sus hermanos que se fueran de la casa para, básicamente, formar una nueva familia. A los 17 años todavía no terminaba el colegio. Lo haría más tarde, en una escuela nocturna. Desde que se fue de la casa, arrendó un departamento en Maipú junto a sus hermanos que trabajaban de empaquetadores en un supermercado. Ella trabajaba en un call center. O como dice hoy en sus shows de stand up: "En la nueva fábrica chilena. La nueva fábrica en el sentido del capitalismo tardío, de la posmodernidad. Hoy el trabajador no está en la fábrica como uno se lo imaginaba antes, sino que en el call center. ¿Y quiénes están ahí? Todas las personas que la gente no quiere ver. Cuando hago mis monólogos le pregunto a la gente: ¿ Ustedes se han preguntado dónde trabajan todos los maricones que no quedan en Zara? Y todos se ríen. Pero en serio, ¿dónde creen que trabaja la gente fea?". Recién a los 24 años ingresó a la Universidad Arcis para estudiar sociología después de toparse con un libro de Tomás Moulián. Se tituló como alumna destacada. Luego cursó un magíster en educación que no terminó. Seguía siendo fome. --Yo era una latera, como todos los sociólogos --dice Susana--. Y en algún momento estaba con una depresión bien fuerte, y me puse a ver mucha comedia. Y creo que poco a poco me quise poner más cómica, porque mirar el mundo sociológicamente te hace ver cosas que otros no ven, y eso te deprime mucho.
En ese tiempo trabajaba en la empresa Ipsos y un día, mientras almorzaba, tenía como a cinco compañeros de trabajo muertos de la risa y dije, "vaya, ahora soy chistosa". Con los años hice un tallercito de stand up y no paré nunca más. Esta es Susana Opazo, o Su Opazo, para sus seguidores, una mañana de marzo. Tiene 43 años, y responde esta entrevista desde su departamento en Matta Sur, Santiago, iluminado con luces led de colores, repisas con libros, sus perros Virginia y Pelayo, y vistiendo una polera vintage de Fanta. En el último tiempo, Su ha hecho ruido.
Y no solo por su aparición en programas de cable, o su podcast "El Club de las tres de la tarde", donde comparte micrófono con las periodistas Tamara Quintana y Andrea Moletto, sino también por sus opiniones sobre el estado de la política o sus críticas sobre el desempeño del Gobierno y según ella, la poca esperanza tras el abandono de la agenda que los llevó a ganar las elecciones.
A los líderes del Frente Amplio los califica de "ñuñoínos", de "élite ilustrada", sobre todo después de leer la entrevista a Irina Karamanos en revista Vein, en enero de este año, donde esta señaló: "Mirar mi paso por La Moneda desde un ángulo diferente que fue demasiado alternativo para la manera canónica de presentarse como figura política". "Yo leí la entrevista de Irina y la entendí. Es que yo tengo un magíster", dijo Su esa vez en radio Futuro. "Hay que tener un magíster para entender todo lo que dijo. Yo creo que en el fondo existe un idioma particular que es el karamanés. Todos de repente caemos en el karamanés, en una comida familiar, y arruinamos todo.
Como el Boric que dijo que ahora tenía unas caletas con orientación de género, en vez de decir que iba a poner baños de hombre y de mujer". --¿ Cuándo comprendiste que eras lesbiana? --Cuando me enamoré de una vecinita. Se lo conté a mi mamá. Se lo conté así, sin ponerme una categoría política como lesbiana. No entendía esas cosas. Solo entendía que me gustaba mi vecina. Y mi mamá encontró muy peligroso el estar enamorada. Me decía que era algo muy terrible, porque uno sufría mucho. Se lo tomó con naturalidad. No creo que mi mamá sea especialmente homofóbica o lesbofóbica. No nos quería mucho como hijos. Me pidió que me fuera de la casa, pero no por lesbiana, sino por hija. --¿ Cuándo tuviste una posición política relacionada con tu orientación sexual? --En los noventa. Yo escuchaba una radio que se llamaba Nuevo Mundo o la Radio Sierra. Buscando en la radio una vez escuché una voz de maricón y me quedé pegada, porque era como un pecado: una voz de maricón fuerte, de una cola fuerte. Era Víctor Hugo Robles (El Che de los gays). Y ahí me quedé escuchando su programa y había unas lesbianas al final. Les daban como cinco minutos. Allí aprendí de feminismo.
Cuando entré a la universidad el 2004, yo ya era activista hace mucho tiempo. --Te tocó mirar la movilización estudiantil del 2011 con plena conciencia política. ¿Depositaste esperanza en las figuras que florecieron ese año, como Boric, Jackson, Vallejo, entre otros? --¿ Cómo te lo puedo explicar? Soy de los 90. Nací en el año 80. A mí ya me engañaron con lo de "la alegría ya viene". Entonces, esperanza así como incauta, como creyente, no. Me cuesta. Además, yo era estudiante en ese tiempo, pero sabía que eran cuicos. Y eso para mí es un problema. No digo que por eso no voy a confiar. De hecho, voté por Beatriz Sánchez, sin dudarlo. Voté por Boric. Pero siempre miro con sospecha. Yo ya me banqué la Concertación.
Y al final se concesionó todo, hasta lo medular. ¿Cómo se explica que un gobierno que surge de los movimientos estudiantiles tenga la educación como una de sus carteras más abandonadas, con los colegios hechos bolsa, con la embarrada en los colegios emblemáticos? Estas vueltas de chaqueta ya las he vivido muchas veces. --¿ Cómo miraste los procesos constituyentes, ambos fracasados, pero sobre todo con una izquierda que nunca conectó con quienes intentaba interpretar? --Porque la izquierda tradicionalmente piensa que representa a los más pobres, a los trabajadores. Pero no es real. Las personas que estaban en la primera Convención no eran las más pobres, salvo contadas excepciones. Pero en general eran personas ilustradas, universitarias, con interés. Yo no he escuchado nunca a los grupos mapuche pidiendo un Estado plurinacional. Eso es algo academicista, absolutamente, armado por "ñuñoínos", "karamaneses de élite". También, el Gobierno ha tenido una gestión prácticamente nula. Hay muy pocas cosas que ha hecho este gobierno.
El copago cero de Fonasa, pero nada más. --¿ Nada más? --Las 40 horas es algo positivo hasta cierto punto, pero en todo ese paquete de medidas también hay mucha flexibilidad laboral que había sido rechazada por el mismo grupo cuando la proponía Piñera. Con los niveles de inflación que hemos tenido, terminamos ganando menos que antes, aunque haya subido el sueldo mínimo.
Ahora podemos comprar menos. --Desde el año pasado hemos visto al Presidente Boric haciéndose cargo de agendas que no tenían mayor presencia durante su candidatura: seguridad, crecimiento económico, enfrentar la inmigración ilegal. ¿Por qué crees, dentro de esta caricatura "ñoñoína", que describir estos temas resulta tan incómodo? --Es que las caricaturas toman cosas que son de la realidad. Yo también para las personas puedo ser ñuñoína. Uno siempre es el cuico de alguien. Pero las caricaturas no vienen de la nada.
Y yo pienso que es difícil que las personas que viven en una burbujita, donde para ellos lo importante es la ecología, reciclar... Yo vivo en medio de la basura, mi barrio está lleno de basura, puedes reciclar caleta, pero yo vivo en la basura. ¿Entiendes? Entonces, la alcaldesa está haciendo compost en su casa, y eso es súper válido para ciertas personas que tienen un estándar de vida. Hay una distancia entre esas políticas de las capas medias, que quieren creer que somos como un país desarrollado.
Y se arma toda una entelequia, ¿cierto? Estas nuevas izquierdas, que hablan del mundo gay, del mundo de los pueblos originarios, todas esas cosas, pero no mueven ningún ápice el modelo económico, que queda intacto. --¿ Cómo crees que se acuesta a diario el Presidente Boric, después de la transformación política que ha sufrido desde que asumió? --Como todo "ñuñoíno", como toda generación Z, hay cero autocrítica. Creo que se sienten muy satisfechos de lo que están haciendo.
No veo a la generación más privilegiada como unaque se haga autocrítica, sino que más bien piden concesiones, dicen "somos muy jóvenes", "otra cosa es con guitarra". No me lo imagino acostándose y cuestionándose, "¿por qué le di el litio a Soquimich?". Porque además su entorno funciona a nivel de secta. --¿ Cómo es eso? --Tienen mucha gente alrededor que les dice lo hermosos y sexies que son. De hecho, el diputado Gonzalo Winter (CS) dijo que Boric era un líder espiritual después de una cuenta pública. Cuando tú tienes un líder espiritual, no lo criticas.
Le crees nomás, y como líder, no te permite hacer una reflexión de decir: "cuando yo fui diputado pensaba esto, pero ahora que estoy en el sillón de O' Higgins pienso esto otro, porque ahora que sé lo que significa ser presidente le entrego el litio a Soquimich, apruebo la Ley Naín-Retamal y el TPP-11, al que antes me oponía". --Pero tampoco ha dejado de hablarle a su otra alma, más a la izquierda suya, a su concepto de "pueblo", que también lo apoyó. --Pero con simbolismos. Las cosas simbólicas les sirven a los poetas.
Una persona que va en metro y tiene que viajar dos horas para llegar a La Vega y dos horas para volver, y que gana 500 lucas, créeme que la poesía y lo simbólico (no digo que no les valga nada)... , pero hay prioridades que son la vida material inmediata. Y para ellos la vida ha empeorado. La gente pobre no es tonta, porque al final se da cuenta de que toda esa palabrería y toda esa cuestión no se refleja.
Yo creo que el Frente Amplio está feliz con el 30%, mientras se guardan para quizás un próximo gobierno, hablando en "karamanés", y manteniendo esa brecha de clases con las masas de pobres poco ilustrados que no los entienden. Y la idea es que te entiendan. Yo hago humor político, pero no en "karamanés". --¿ Crees que la comedia ha sido blanda con este Gobierno si lo comparamos con otros anteriores, como Bachelet, Frei o Piñera? --Por supuesto. Si te acuerdas, las firmas de Boric se sacaron gracias al trabajo de influencers y varias y varios comediantes que hicieron campaña. El trabajo del comediante es el del bufón: mirar al que gobierna y reírse de él. No ponerse la camiseta del rey y ser obsecuente hasta el final, como si fuera mi líder supremo. Yo prefiero no ponerme la polera de nadie. Imagínate, con las cuestiones que han pasado. Cuando se aprobó la Ley Naín-Retamal lo primero que hicieron fue detener a un cabro de 19 años en San Antonio y pegarle un balazo en la cabeza. Haya sido delincuente o no, toda persona tiene derechos y debe ser juzgada.
No quiero ponerme la polera de los que aprueban una ley que permite eso. --¿ Cuestionar ese tipo de acciones no ha entrado en una zona gris, sobre todo por la situación de seguridad que vive el país? --Esto no quiere decir que yo no vea que la delincuencia está creciendo o que el nivel de delitos de sangre más violentos aumenta cada día más. Yo misma lo vivo y lo veo en mi barrio. Pero aun así Chile todavía es uno de los países más seguros de Latinoamérica.
Y en el uso de eso, también hay un asunto electoral. ¿Vas a sacar a militares a la calle, como piden ahora incluso alcaldes de izquierda, para solucionar un problema electoral, un problema de percepción y de mal trabajo de las policías? --¿ Crees que la derecha ha sabido sacar provecho de los errores del Gobierno? --No. Y ahora están con el caso Hermosilla hasta el cogote. A lo más pueden candidatear a Evelyn Matthei o a Ximena Rincón. Y lo que Matthei está haciendo para salir electa es mostrarse más socialdemócrata que nunca. Está contra la salida de militares a la calle, es feminista, proaborto; o sea, está más progre que el mismo Boric.
En mis delirios, en mis pesadillas, ella gana y al otro día empieza "Years and Years", ¿cachái esa serie? Ahí la protagonista era una presidenta súper disruptiva al principio, estilo Pamela Jiles, que va a cambiarlo todo, hacerlo todo diferente, hasta prácticamente convertirse en una neo-Hitler. --Algunos dicen que por el carácter del chileno es difícil que surja con éxito una figura estrafalaria como Javier Milei. ¿Estás de acuerdo? --No, pero está surgiendo. Está surgiendo de las calugas de Tomás Vodanovic (alcalde de Maipú, RD). Un tipo que no es tan estrafalario, que es de una belleza hegemónica deslumbrante. Nunca hemos tenido un presidente bonito. Y esas cosas en Chile, del cómo te ven te tratan, esas cosas clasistas, pegan a la hora de una elección. Además, está adoptando discursos del sentido común de la derecha.
Y, más encima, es guapo y sobrino de Antonio Vodanovic. ¿Te imaginas a Antonio Vodanovic de vocero? Sería increíble. ¿Cuál es la diferencia entre Vodanovic y Rodolfo Carter (ex-UDI) derrumbando mediaguas? ¿ Cuál es la diferencia? Si ambos están castigando la pobreza, la única diferencia es que uno es más bonito y el otro quiere ser bonito.
Su nombre es Susana, creció en la zona norte de la capital, y antes de dedicarse al stand up, según sus palabras, era "una socióloga latera" con una infancia marcada por la pobreza y el bullying por ser lesbiana.
Hoy hace ruido a través de un podcast, la invitan a programas de televisión y radio, y sobre todo llama la atención por sus observaciones sobre la "élite ilustrada" que, según ella, forma parte del Gobierno. "Como todo `ñuñoíno', como toda generación Z, hay cero autocrítica", dice desde su departamento en el barrio Matta Sur. POR ARTURO GALARCE SU OPAZO: "Hago humor político, pero no en karamanés" "Yo no he escuchado nunca a los grupos mapuche pidiendo un Estado plurinacional. Eso es algo academicista, absolutamente, armado por `ñuñoínos'". SER GIO ALF O NSO LO PEZ "El trabajo del comediante es el del bufón: mirar al que gobierna y reírse de él. No ponerse la camiseta del rey y ser obsecuente hasta el final, como si fuera mi líder supremo". supremo"..