Autor: Ricardo Retamal Ortiz/ Abogado, Magister UC
AMENAZA NUCLEAR
La explosión nuclear en Hiroshima, ese aciago 6 de agosto de 1945 dejó muerte y desolación, nunca antes vista. Días después, la muerte y desolación cayó nuevamente en Nagasaki. Tan radical acontecimiento marca un antes y un después en la historia de la humanidad. Hoy día la capacidad de destrucción nuclear es infinitamente superior.
Esa fragilidad de la vida es la que percibimos en Contingencia y crisis (RIL Ediciones, 2022) en que el doctor Rodrigo Álvarez Valdés y la doctora María José Labrador, coordinan un esfuerzo multidisciplinario de especialistas por comprender esta inquietante realidad.
Ciertamente, intelectuales y universidades deben seguir trabajando de forma multidisciplinaria, y las humanidades seguirán siendo importantes para la reflexión del ser humano”. Rodrigo Alfonso Álvarez Valdés (Santiago, 1968) es doctor en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Santiago, master of Arts Political Economy por la Universidad de Tsukuba, Japón y profesor asociado de la Escuela de Periodismo de la Universidad Mayor. Cercano a La Serena, es pariente directo de la familia de los entrañables profesores de la Universidad de La Serena, José Miguel Robles y Gabriela Álvarez, formadores de varias generaciones. Rodrigo, en este lucido trabajo, junto a la doctora Labrador, hace un llamado a los intelectuales para estar alertas en el mundo que les tocó vivir. El tema nuclear no es el único problema que nos tiene en jaque, pero puede ser uno de los más peligrosos. Nadie puede estar indiferente.
Según Álvarez, “hoy se calculan que existen alrededor de 13.500 ojivas nucleares, donde los estudios científicos demuestran que, con la utilización de 100 de ellas, se desestabilizaría el sistema internacional por décadas”. ¿Dónde radica el peligro? Según Rodrigo, “es que, si bien el número existente de ojivas nucleares ha disminuido desde la década de los 80', su capacidad de destrucción ha ido aumentando. Lo preocupante es, por ejemplo, el que -ocurra un error humano y ello genere utilización del armamento nuclear no deseado”. Sería el fin de la humanidad tal como la conocemos.