Autor: CECILIA VALDÉS URRUTIA
Artistas visuales chilenos EXPRESAN LA FE
UN LIBRO LLEGARÁ AL PAPA | Y el proyecto sigue Una obra de arte es una flecha al infinito. Teresa Gazitúa dejó en reposo sus obras matérica y citó al Correggio, a sus personajes. Y creó un nuevo trabajo que instala en imágenes suyas de la cordillera de los Andes.
A artista y maestra de generaciones Teresa Gazitúa pintó una crucifixión que cita una obra del Correggio, peroella solotomó las tres figuras principales que aparecen dentro de una multitud y las instaló sobre un fondo que creó a partir de una fotografía que obtuvo en la cordillera de los Andes en el norte argentino, buscando que la luz y la monocromía impregnaran de más dramatismo a esa escena.
Mientras la artista textil Maite Izquierdo (premiada ayer por el Círculo de Críticos de Arte) abordó la crucifixión con géneros y retazos de luminosos colores y los fue clavando, uno a uno con alfileres, en un proceso intenso y doloroso, “en los que cada clavo es la imagen atravesada en el vivo telar de mi alma”, escribe.
Estos son solo dos ejemplos luminosos las 100 obras— que integran el proyecto ecuménico “Artistas expresan la fe”. El que lleva cinco colecciones-exposiciones mostradas en distintos lugares y que se hanreunido ahora en un libro único y contemporáneo (en plástico reciclado), que entregaran al Papa Francisco, en abril.
El proyecto de años —creado por el arquitecto José Aldunate Menéndez— destaca en la introducción del volumen “El poder de la belleza quea través de las formas, palabras, sonidos, colores, gestos y actos se convierte en un signo sensible para transmitir ideas y realidades.
Y el poderoso lenguaje del arte se ha transformado, a través de los siglos, en un testimonio permanente de la humanidad que comunica también una suerte derealidad sacramental”. Es lo que trasunta a esas creaciones de casi 70 artistas visuales que vienen participando hace casi 10 años forma libre y contemporánea— alrededor de un tema de fe. Hay autores de distintas generaciones —una gran mayoría de artistas mujeres— y no solo católicos, sino que el llamado es ecuménico. “Es abierto y con la libertad esencial del arte”, precisa su impulsor y curador.
Pero en cada una de las cinco colecciones se evoca o resuena uno de los temas convocados: el Vía Crucis; los misterios del Rosario; Laudato si (la encíclica de Francisco sobre el medio ambiente y la naturaleza); la misericordia y Dios.
Y ello no se agota con la entrega del gran libro con "La belleza de creer y la alegría de comunicarlo” es el título del volumen que recibirá el Papa Francisco con el registro de un proyecto ecuménico, de años, de arte contemporáneo y fe. Integrado por más de 100 obras de más de 60 artistas (en su mayoría mujeres) en torno a cinco temas. Ha sido expuesto y algunos están en muestras permanentes. Y el proyecto continúa con novedades, impulsado por el arquitecto José Aldunate Menéndez. un registro gráfico y de textos de los artistas al Papa, sino que el proyecto sigue con fuerza. “Vienen este año más convocatorias, colecciones y muestras alrededor de otros asuntos de fe y arte.
Estamos empezando a trabajar en ello”, asegura Aldunate, quien fue también director de las Casas de Lo Matta y subdirector adjunto de extensión de la PUC. (Para la publicación contaron con apoyo de la Fundación Vida Buena, la Corporación del Patrimonio Religioso y Cultural y del Departamento Ecuménico del Arzobispado). Desafíos en pleno siglo XXI “La idea esacercar el arte de hoy al mensaje de la fe. Darle una mirada más refrescante desde la sensibilidad actual del mundo creativo y en particular desde la pintura, las técnicas mixtas y también el volumen”, afirma.
El resultado es visible: varias de esas colecciones han quedado expuestas en forma permanente, sea en la capilla de la casa Central de la PUC, en el Templo Votivo de Maipú o en las salas del Arzobispado. Y han exhibido en lugares como la Catedral y en la parroquia ortodoxa de Pedro de Valdivia. La última muestra fue en diciembre en el Templo Bahaí, en Peñalolén. Y quieren llegar también y trabajar en zonas vulnerables.
El hecho es que este llamado abierto y contemporáneo de fe y arte no es usual —más bien inusual en pleno siglo XXI—, con las crisis de la Iglesia y en medio de algunas nuevas tendencias en las artes visuales más conceptuales y performativas, críticas y tal vez muchas escépticas al mundo espiritual. Pero la idea seduce, crece y los artistas invitados responden con entusiasmo. Aldunate y el académico e investigador Jaime Carril crearon el Centro de Fe y Diálogo con la Cultura en el que la principal acción siguen siendo el arte y la fe.
Y han participado artistas reconocidos como José Basso, Inés Harnecker, Malú Stewart, Ángela Wilson, Concepción Balmes, Gonzalo Cienfuegos, Soledad Chadwick, Flavia Rivori, Teresa Ortúzar, María Elena Vial, Andrés Vio, María José Mir, Amelia Errázuriz, Guadalupe Valdés, Catalina Mena, María Angélica Echavarri, Tatiana Lastarria, entre muchos más. Obras que remecen y dan luz La idea partió en la Universidad Católica, en 2012, cuando Aldunate propuso evocar el Vía Crucis en obras contemporáneas. Invitó a artistas. Y su resultado (no exento de sombras y algunas piezas débiles) superó lo dibujado: quedó como exposición permanente en la Capilla de la Casa Central de la PUC.
Y como dice el título del libro (que después tal vez se publique El libro de 5 tomos "La belleza de creer y la alegría de comunicarlo”, editado por José Aldunate y Jaime Carril, que recibe el Papa Francisco. En el exterior: Bacon, Kapoor, Beuys, y artistas en Nápoles En Europa hay algunas pocas experiencias de envergadura conocidas en las últimas décadas. Y en su mayoría temporales.
El sacerdote jesuita Friedhelm Mennekes (quien vino a Chile hace años a la Escuela de Arte de la PUC) hizo la curaduría de obras de Francis Bacon, Joseph Beuys y volúmenes de Eduardo Chillida, que expuso en el altar de la parroquia St Peters, en la ciudad de Colonia, en diálogo con la espiritualidad. En tanto, el famoso y mediático (también polémico) artista indio Anish Kapoor hizo circular humo blanco en un site specific que evocaba religiosidad en la Basílica San Giorgio de la Maggiore en Venecia. Y en Nápoles, fuimos testigos privilegiados de una exposición de pintura de hoy en que resonaba lo religioso en la capilla del hermoso convento medieval de Santa Clara. Las obras de tamaño medio seducían al público italiano, aunque en un primer momento algunos fueron más escépticos. Esa muestra dibujó de inmediato una relación con el proyecto en Santiago. Aquí ya se habían inaugurado, años antes, las dos primeras colecciones, que partieron con el Vía Crucis.
Soledad Chadwick contrastó el desierto (que trabajó con arena) y el mar. en edición masiva) apela a “La belleza de creer y la alegría de comunicarlo”. Sobre los temas han surgido obras estremecedoras como las abstracciones matéricas expuestas a la fuerza del mar de Paz Lira, ejemplificada en su trabajo “Flagelación”, “donde el dolor de la naturaleza es mudo. El de Cristo en la Cruz No! ”, escribe. Particularmente sutil y evocadora es la pintura de José Basso con un amanecer y una luz que ilumina un punto de un vasto campo en su interpretación del misterio luminoso. En tanto, “Andrés Vio muestra la traición a través de una variante de su perspectiva en el uso de la forma circular”, agrega Aldunate. La artista visual Angela Wilson cruzó las “aguas profundas” y la fe. Andrés Vio hizo una leve variación de la perspectiva para el tercer misterio. la artista visual Soledad Chadwick abordó la encíclica Laudato si, que habla del cuidado de la casa común que es la naturaleza.
Tituló su pintura matérica: “Las raíces de nuestra tierra cansada”, y pintó un contraste entre las tierras que están quedando desérticas (lo hizo con arena) “y el cuidado de nuestros mares a través de lo que devuelve la vida al planeta”. Ángela Wilson también evocó el agua en obras abstractas de singular fuerza y cruces, comenta Aldunate. Wilson la llama “Aguas profundas, aguas oscuras”. Los títulos y textos de los artistas integran también cada obra.
Malú Stewart pintó una obra figurativa con gran dominio del color para abordar “La pérdida”. Amelia Errázuriz decidió evocar el tema de la misericordia con un trabajo abstracto realizado en pan de oro sobre tela, con maderas y objetos encontrados. Suma y sigue. La libertad del arte Para los escépticos del cruce del arte contemporáneo con pasajes de la fe, Aldunate Menéndez subraya que ese es el valor del arte y su libertad, y aporte a la fe. “No puede quedarse solo en una pintura hiperrealista.
Otra cosa son los íconos, vitrales o figuras, y de hecho participa aquí un maestro en íconos, el profesor Gerardo Zenteno, con una pintura de especial solidez en su estilo”. La colección que aún no se ha expuesto, y lo hará en los próximos meses, es “La misericordia”. Mientras el nuevo proyecto que será convocado en el segundo semestre contempla a nuevos artistas para que interpreten bajo su sensibilidad y/o creencias (siempre sobre soporte tela) las últimas seis frases de Cristo en la cruz. Entre ellas: “Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”. “Mujer, he hijo”... “Tengosed”... “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Habrá que esperar las nuevas traducciones contemporáneas... Las próximas creaciones de artes visuales. El desafío no es fácil. Nunca lo ha sido. Pero como escribieron susimpulsores en el libro que el Papa Francisco recibe el próximo mes en el Vaticano: “Una obra de arte, mientras esté presente, es una flecha al infinito. Y sus fuentes son los artistas”. El reconocido artista José Basso pintó un sutil tercer misterio luminoso, en el que sobresale un punto de luz en la inmensidad del paisaje minimalista. Crucifixión. La artista textil Maite Izquierdo fue clavando con alfileres telas y retazos en una acción intensa y obra que rememora —con fuerza y belleza— la cruz de Cristo. Paz Lira expone sus obrasa la inclemencia de la naturaleza, y se crea una nueva pieza como en esta dramática y reveladora "Flagelación”.