Autor: Por Jéssica Henríquez y René González
¿ Kast o Macaya?: Los dos caminos de la derecha se distancian
Ad portas de un nuevo proceso constitucional, el aplastante triunfo del Rechazo profundizó las diferentes miradas políticas dentro del sector. Siete expertos analizan ambos liderazgos Hay una visión, un estilo y una estética distinta entre la centroderecha de Macaya y la derecha republicana de Kast”. Roberto Méndez Esc. Gobierno UC L aplastante triunfo del Rechazo en el plebiscito no solo desconcertó al Gobierno, sino también a la derecha, sector que viene atravesando una crisis desde el estallido social, cuando Piñera era Presidente.
Lejos de aglutinarla, el resultado del 4 de septiembre profundizó su división: por un lado Republicanos, con un discurso duro hacia el gobierno y crítico de un nuevo texto constitucional; y por otro Chile Vamos, donde persisten las diferencias sobre cómo seguir el proceso. “Hoy la derecha está en un punto de inflexión y corre el riesgo de tomar malas decisiones si no se ordena. Que el 62% rechazara no significa que el 62% de los chilenos se fue a la derecha”, advierte Roberto Méndez, profesor de la Escuela de Gobierno UC.
Méndez cree que el futuro del sector comienza a definirse ahora, y que serán claves los movimientos de dos de sus líderes: Javier Macaya (43 años), presidente de la UDI, y José Antonio Kast (57 años), fundador de Republicanos. Ambos comparten origen histórico (abogados UC, exdiputados, cercanos a la Fundación Jaime Guzmán y formados en la UDI), pero hoy con estilos y plataformas diferentes.
Macaya aparece dialogante con el centro político y abierto a un nuevo proceso constitucional, convirtiéndose en uno de los principales interlocutores de Chile Vamos en esa tarea, pero abriendo el flanco derecho, por donde entra Kast con una propuesta mucho más conservadora. Kast aparece como un crítico del proceso constituyente y como líder de un partido que hace fuerte oposición al gobierno. Corre con la ventaja de haber sido el candidato presidencial que enfrentó a Boric en las últimas elecciones, donde obtuvo un 44% de los votos. “Macaya tiene tres ventajas para posicionarse: juventud, liderazgo proyectable y un carácter más cercano al acuerdo que al conflicto. Kast se perfila hacia un grupo más pequeño, pero más intenso que le da más libertad para hacer política testimonial”, dice Gonzalo Cordero, experto en comunicación política. “Kast es el típico político de la defensa de un orden social, refractario a cualquier cambio. Macaya busca abrir espacios, llegar a nuevos grupos, conducir más que resistir el cambio”, agrega.
Marcos Moreno, analista político, plantea que “Kast tiene una visión más mesiánica, apuesta a un neopopulismo al estilo de Trump y Bolsonaro, contra la migración, contra la paridad de género, con un discurso anti-identitario basado en la idea de orden y progreso”. Al menos tres son los temas que diferencian fuertemente ambos liderazgos: “... ¿ Por qué insistir en una nueva convención y no exigir al Congreso que +Haga La Pega y, de ser necesario, reforme la actual constitución?”. La frase es uno de los últimos tuits de José Antonio Kast para referirse al proceso en marcha.
Macaya fue quien dio por muerta la Constitución del 80 en su estrategia, que luego siguió con apoyar la rebaja de quórum a 4/7 para garantizar las reformas constitucionales y una campaña ciudadana por el Rechazo. Desde antes del plebiscito de salida, sostenía que “el proceso constituyente no tiene marcha atrás” y, tras la victoria del Rechazo, refrendó la palabra empeñada del sector.
Si bien todo eso le ha valido capitalizar la confianza de algunos dirigentes de centroizquierda (“esta derecha de Macaya no tiene nada que ver con la de Novoa que se opuso a todos los cambios a la Constitución”, reconoció Ximena Rincón), también le ha generado cuestionamientos tanto en la UDI como en sus partidos aliados (especialmente RN). “No cabe duda que hay una visión, un estilo y una estética distinta entre la centroderecha de Macaya y la derecha republicana de Kast”, dice Méndez, mientras que para Cordero hoy Kast aparece “encajonado en un posición que no influye” y Macaya “se ha convertido en un interlocutor imprescindible”. Moreno agrega que lo que sí tiene Kast “es una base muy dura, ese 22% del plebiscito de entrada que no quería cambiar la Constitución del 80.
Y está apostando por el desencanto de mucha gente para crecer”. Por eso la tarea de Macaya es delicada, o, como sostiene Claudio Alvarado (exsenador UDI) “la responsabilidad que tiene es bien importante: ser claro en cumplir los compromisos adquiridos en el tema constitucional, generar puentes para construir mayorías y establecer consensos, pero no claudicar en su rol de opositor. Si la gente percibe que para ser más transversal renuncia a sus principios y a su rol de oposición, la ventaja se la llevará Republica- ” nos. La forma de aproximarse al Presidente de Kast y Macaya es diametralmente opuesta. Y qué tan conveniente es una estrategia u otra para los líderes de la derecha, dependerá en gran medida del propio Boric, explica más adelante el filósofo Hugo Herrera. Macaya ha dicho que la oposición que encabeza no le negará «la sal y el agua» al Mandatario. Ello le ha rentado una buena llegada al Presidente, quien suele llamarlo y lo ha invitado a giras internacionales. La fórmula le permite incidir y expandir sus posibilidades hacia el centro.
Ejemplo de ello es que el Presidente (luego de los reclamos UDI) reversó la designación de Nicolás Cataldo (PC) en la subsecretaría del Interior y ayer Boric validó poner «bordes» al debate constitucional, como lo había planteado Ma Caya. Tras el triunfo del Como plataforma, la UDI es el partido con más mujeres (56,5 % de su militancia) y Republicanos el con menos (29,7 %)”. Isabel Castillo Cientista política e historiadora rechazo, ambos hablaron. Macaya le transmitió la necesidad de generar un acuerdo y le dijo que no se marginara del proceso, como planteaban sectores más duros. Ya antes habían tenido contactos telefónicos en miras de un acuerdo político por temas de seguridad.
Kast, en cambio, tiene una relación beligerante con el Presidente, dinámica que viene desde la segunda vuelta presidencial (Boric más de una vez le dijo que dejara de mentir y Kast lo emplazó a hacerse un test de drogas). No repara en usar un lenguaje duro y sarcástico: habló de “berrinches” del Presidente y “chambonada diplomática” por el impasse con Israel.
Ha dicho que su gobierno “es un desastre” y tras el plebiscito sostuvo que el resultado “es un tremendo fracaso del Presidente Gabriel Boric y de todo su gobierno”. Herrera advierte que “el Presidente es una incógnita, parece por momentos un adolescente encaprichado, ideológicamente partidista. Y en ese sentido, le hace el favor a Kast. Sólo en la medida en que Boric asuma su papel de conductor de Estado, más allá de los caprichos baladíes, podrá tener interlocutores de mayor peso.
Y sólo así le da base de acción a una oposición más dialogante, como a la que parece estar apuntando Macaya”. Mientras Kast tiene como plataforma un partido político relativamente nuevo y muy homogéneo, aunque a ratos desordenado, Macaya participa en un grupo de partidos muy heterogéneo, con sectores en la UDI y en RN que cuestionan su mirada al centro político, difícil de articular en su totalidad, pero más grande y con un aparataje robusto. Sin embargo, en los últimos años la UDI perdió casi un millón de votos. Bajó desde el 19,35 % en 2017 al 10,61 % en la última elección de diputados. Republicanos creció, superando el 10% en diputados.
La UDI, con Joaquín Lavín, perdió las primarias presidenciales y Chile Vamos, con Sebastián Sichel, fue derrotado en primera vuelta, frente a un Kast que levantó una plataforma desde abajo y logró la primera mayoría en noviembre de 2021. Allado de la UDI, RN se consolidó como la primera fuerza parlamentaria. Pero Gonzalo Cordero advierte síntoMacaya se ha convertido en un interlocutor imprescindible y si el proceso (constituyente) tiene éxito, será un gran ganador”. Gonzalo Cordero Analista político mas de fracturas en el Partido Republicano. “Su bancada parlamentaria ha estado llena de conflictos”, dice. Añade que “su principal ventaja es la libertad que le da no tener votos que definan algo. La ventaja de la UDI es su tamaño y que, desde que apareció Republicanos, puede situarse en la centroderecha.
Si lo hace sin perder el perfil de partido de derecha, será mucho más eficaz”. Para Moreno, “es claro que Republicanos está apostando a quitarle base electoral por la derecha a la UDI, porque hay sectores duros de ese partido que se sienten mas cómodos con el discurso de Kast, más cuando Macaya parece no tener el control de la UDI; aunque los excoroneles están de retirada, meten mucho ruido”. Macaya puede aprovechar la ventaja de estar en medio del Senado, lo que favorece su rol de articulador, y su experiencia al liderar el partido cuando sobrevino la crisis tras el estallido social. Pero Moreno advierte que “Kast ya se instaló como candidato presidencial para 2025.
Para la elite política de la derecha puede tener mayor influencia el estilo de Macaya, pero la base electoral de la derecha y quienes están decepcionados de los gobiernos de centro pueden ser más cercanos a Kast, quien toca la tecla emocional, propia de los populismos de derecha”. Alvarado plantea que las banderas de lucha de Kast -como la delincuencia o la crisis económicano son de su exclusividad: “Macaya puede tener perfectamente un discurso firme en torno a las urgencias sociales, sin perder su rol de buscar acuerdos para solucionar o avanzar en esos temas.
Hoy el escenario no está para hablarle a un nicho, sino para convocar mayorías”. Y en esas mayorías, la plataforma que entrega la UDI tiene una diferencia cualitativa que le permitiría un mayor “registro” a Macaya: el tema género, que hoy es relevante no solo en el centro y en la izquierda, sino también en el electorado de derecha, dice la cientista política, historiadora y profesora de la U. De Chile, Isabel Castillo. “La UDI es el partido con más mujeres del país (56,5 % de su militancia) y Republicanos el con menos (29,7 %). Siendo más nuevo, está claro que no está apelando a ellas. Por el contrario, está en una guerra antiideología de género.
Macaya no tiene interés personal en el tema de género, pero es hábil al captar su importancia, representando un cambio del pasado cercano de la UDI, en una sociedad que en eso ya no es tan conservadora”. Es claro que Republicanos está apostando a quitarle base electoral por la derecha a la UDI”. Marco Moreno Analista político Herrera: “Macaya puede volverse significativo en la precisa medida que luce “Hoy Macaya juega en una posición relativa intermedia, con Kast en el extremo, lo que usualmente es más fácil, especialmente en época de cambios e incertidumbre.
Pero esa desventaja es fuente también de una fortaleza: Macaya puede negociar y ser significativo en la definición del panorama político, mientras que Kast tiende a ser borde derecho, sin influencia en las grandes alianzas”, advierte el filósofo y académico Hugo Eduardo Herrera. — ¿ Cómo evalúa los liderazgos de Macaya y Kast? —El liderazgo de Macaya parece estar orientándose hacia un sentido más nacional, buscando incidir en la conformación del esquema político, preocupado de la estabilidad y progreso del país, más que de darse estar dispuesto a ser un «traidor»” gustos personales o con su pequeño credo.
En este sentido, puede volverse significativo en la precisa medida que luce estar dispuesto a ser un «traidor»: traidor con las creencias del pequeño mundo, de la tribu, porque está comprometido con el devenir de la Patria.
Kast, en cambio, se halla más en la posición de lo que Max Weber llamaría el «santo»: jamás traicionará su pequeño credo, lo que le vuelve poco relevante en la política. -¿ Qué ventajas y desventajas tiene la plataforma política de uno y otro? -La UDI es un partido territorialmente fuerte y grande, pero tiene como desventaja que aún parece dominar allí el discurso «Chicago-Gremialista» (como lo llamó Jovino Novoa), que combina neoliberalismo a la Friedman, con subsidiariedad negativa. Con ese discurso es imposible hacer política de modo constructivo.
En Macaya veo la posibilidad de que la UDI se libere de ese estreñimiento ideológico y se amplíe a una concepción eminentemente política, que tenga a la vista el problema fundamental de la producción de legitimidad, mediante discursos, obras e instituciones en las que el pueblo pueda sentirse efectivamente reconocido.
Republicano, de Kast, es un grupo que no se ve muy fuerte en capacidades ideológicas y cuadros técnicos. — ¿ Cómo les rinde a cada uno su postura frente a los cambios constitucionales? —El entendimiento constituyente que ha de producirse es una oportunidad espléndida para que las fuerzas centrípetas, esas sin las cuales las democracias maduras no funcionan, las fuerzas del cambio con responsabilidad política, dispuestas a reconocer al que piensa distinto y no negarlo, recuperen la conducción. En ese contexto, Kast se vuelve menos relevante y liderazgos más amplios se hacen indispensables.
Pero agregaría algo: es fundamental que Macaya y los liderazgos de oposición hagan algo difícil, que conduzcan las conversaciones con las fuerzas más abiertas de la izquierda, que impulsen ellos el proceso político y no sean arrastrados como comparsa. San Francisco: “Es clave repensar y refundar los partidos de la derecha” “Si bien Macaya y Kast tienen un origen político similar, no solo tienen liderazgos distintos, sino que representan dos proyectos políticos diferentes. Hay una opción más centrista del líder de la UDI, frente a una posición más de derecha en el de Republicanos.
Kast promueve un ideario más tradicional, de la vieja UDI, guzmaniano incluso, tanto en su proyecto constitucional como en otros aspectos (temas tributarios, tamaño del Estado); Macaya, por su parte, está jugado por una nueva constitución, e incluso ha incorporado conceptos como Estado Social de Derecho”, dice el historiador Alejandro San Francisco. — ¿ Cuál tiene más potencial entre los votantes de derecha? — Hay votos para ambos, pero están en planos y etapas distintas. La UDI sigue teniendo un cuerpo parlamentario y municipal más sólido, y logró conformar una base potente, si bien pequeña, en la Convención.
Republicanos todavía es muy pequeño, con liderazgos escasos y muy centrados en Kast, aunque (un partido) creciente que debe mostrar su potencialidad. — Kast pareciera ejercer un liderazgo más normativo y Macaya uno más de consensos. —Ni las normas ni los consensos son bienes en sí mismos en política.
La clave está en qué principios defender como fundamentales en las derechas conceptos graníticos de los que hablaba Jaime Guzmán-, porque no todo tiene el mismo valor. — ¿ Cuáles son los riesgos de esos liderazgos?— El mayor riesgo de ser normativo es comprometerse eternamente con cuestiones opinables o que requieren cambios a tiempo.
Ese me parece que era el caso del sistema = AR OA | Y) Y) | Il binominal, largamente postergado por buena parte de la derecha, cuando requería una modificación inteligente y oportuna. — Ambos tienen plataformas distintas: Kast un partido nuevo y ordenado. Macaya uno ya instalado, pero muy heterogéneo. — El tema es si la adhesión corresponde a un candidato o un partido, a figuras puntuales o a un proyecto político. Son cosas muy distintas. Cuando existe un proyecto político las candidaturas deben responder a un ideario, ser capaces de perder adherentes en función de mantener un ideario permanente, aunque flexible.
Si no existe una verdadera penetración social, la fuerza de un proyecto se verá debilitada y perderá capacidad de crecimiento, lo que es una tarea fundamental en las diferentes expresiones de la derecha actual. — ¿ Qué elementos son cruciales en el futuro de la derecha? — Creo que el futuro de las derechas -y de cada partido en particularse juega en tres niveles: las ideas, las estructuras y las personas. Resulta fundamental articular un programa político, declaración de principios o agenda que defina los ejes fundamentales del pensamiento de la UDI, RN, Republicanos o Evópoli, así como la expresión práctica que debería tener esas ideas. Mo es preciso dar vida y fuerza a estructuras asociadas, como la juventud, los centros de estudios o sectores profesionales.
Finalmente, el tema de las personas es fundamental, tanto en los liderazgos nacionales * como en otras formas de expresión, como el generacional: en este sentido el Frente Amplio, incluso las JJCC, superaron ampliamente el trabajo de las derechas, y cualquier proyecto de futuro debería revertir esa tendencia y aprovechar los talentos presentes en la generación sub-35.