Autor: Alex von Baer
Miguel Crispi en la mira: el balance al Segundo Piso tras el cambio de gabinete
Puso foco en intervenir algunas áreas donde había problemas. Pero el resultado del ajuste dejó una estela de críticas, pues no se tocaron carteras cuestionadas como Minería y Educación.
Cómo se ha movido el nuevo jefe de asesores del Presidente Boric Traspasó claridad de qué se está haciendo, por qué y para qué”. Gonzalo Winter, diputado FA 4 Si Miguel Crispi puede ordenar al gobierno, lo sabremos con el cambio de gabinete”, afirmaba la semana pasada el exsubsecretario y exintegrante del Segundo Piso de Bachelet 1, Víctor Maldonado (DC). La idea la repetían dirigentes oficialistas, en la antesala del cambio de gabinete: conscientes del rol que tuvo el nuevo jefe del Segundo Piso en el diseño —junto al jefe de gabinete de Boric Carlos Durán, y la ministra Carolina Tohá estimaban que el cambio de gabinete sería una “primera prueba de fuego” para el exdiputado RD. Crispi y Durán revisaron nombres y pidieron a ministros informes de la gestión de subsecretarios. El Segundo Piso exploró incluso retrasar el cambio para después de las elecciones del 7 de mayo. Pero se mantuvo el plan original: el foco de este ajuste y en el que Crispi ha puesto énfasis —afirman fuentes de Gobierno— era mejorar urgente la gestión, según repitió como mantra Boric el sábado.
El Mandatario cambió 2 de los ministerios con una gestión más cuestionada: la Cancillería, donde Antonia Urrejola arrastraba tensiones internas y polémicas, y OO.PP., donde a Juan Carlos García se le atribuía una ejecución lenta en una cartera clave para la reactivación. Pero la imagen de las famosas sillas, que de 7 pasaron a 5 en el salón Montt-Varas, fue el fiel reflejo del sabor que dejó el cambio en parte del oficialismo.
Si la señal era gestión, dicen, debían al menos salir Marcela Hernando en Minería, de escasa visibilidad en la estrategia del litio, y Marco Antonio Ávila en Educación, criticado por no advertir la alta deserción escolar y por su altercado con la diputada ecologista Viviana Delgado, que terminó botando la reforma tributaria. “Para todo el bombo que hubo, uno queda con gusto a poco”, grafica un presidente de partido. Tanto a Ávila como a Hernando, en el oficialismo los contaban afuera del gabinete.
En el caso de Hernando, los cambios de última hora (Alberto Van Klaveren en vez de Marta Maurás en Cancillería) afectaban la paridad, y se quedó; mientras que sobre Ávila, en el oficialismo afirman que la evaluación del Segundo Piso no era positiva, pero que el Presidente lo mantuvo para no ceder a presiones y no exculpar a la derecha por la caída de la tributaria. “Los que tenían más luces rojas en gestión, fueron resueltos con el cambio.
Pero quedaron algunos ministros pendientes, con tarjeta amarilla, sujetos a evaluación permanente para que mejoren gestión, como Educación y Medio Segundo Piso asumió el exdirector de la Fundación para la Superación de la Pobreza, Leo¿ nardo Moreno (en reemplazo de Diego Pardow, que llegó al ministerio de Energía). Y en la Segpres, tras terminar sus estudios en Londres, el expresidente de RD Rodrigo EchecoCómo se distribuye y el seguimiento | de metas Tras el triunfo del Rechazo, el área de seguimiento de políticas públicas fue reestructurada: como jefe de seguimiento de compromisos presidenciales del ambiente”, menciona el diputado y vicepresidente PS, Leonardo Soto. Coincide el diputado DC, Eric Aedo: “Crispi aún está al debe. El Segundo Piso es el encargado de decirle al Presidente lo que no quiere escuchar. En gestión, Minería y Educación estaban al debe, e incluyo a Carlos Montes en Vivienda, con el mismo problema que el MOP.
Quedó corto el cambio si la apuesta era mejorar gestión”. Pese a las críticas, en el oficialismo y la DC hay valoración de la capacidad de gestión de 3 nuevos ministros: Van Klaveren (afín al mundo interno de Cancillería), Jessica López en OO.PP. (con probada gestión en el Banco Central y Banco Estado) y Jaime De Aguirre en Cultura, a quien por su rol en el No y su paso por canales de TV ven como propicio para la conmemoración de los 50 años del Golpe.
Sus intervenciones internas El foco de Crispi —quien llegó con look renovado a marzo, dejando la clásica barba que lo acompañó desde la FEUC— apunta a terminar con las desprolijidades y errores del Gobierno, para así torcer la idea de que el Frente Amplio no es capaz de “hacer bien la pega” por su inexperiencia, dicen en sus equipos. A Crispi, quien llegó al cargo en septiembre pasado, en algunos ministerios le atribuyen un estilo resolutivo. Por ejemplo, en noviembre, ante la tardanza en presentar la reforma previsional, convocó a las carteras involucradas para zanjar los nudos pendientes. “Está encima, hace una síntesis de hacia dónde vamos, y distribuye tareas en forma clara”, opina una ministra del Comité Político.
Su equipo lo integran la abogada Andrea Reyes en Contenidos (escriben los discursos), la filósofa feminista Luna Follegati en Estudios (encargan encuestas y analizan coyuntura), Pablo Arrate (Avanzada, a cargo de la agenda) y el experto en políticas públicas Leonardo Moreno (Seguimiento de Compromisos), entre otros. “Crispi ha sido capaz de traspasar claridad de qué se está haciendo, por qué, y para qué”, asegura el diputado de Convergencia Social, Gonzalo Winter. Otros ejemplos que valoran en el núcleo presidencial: en los incendios, sugirió pronto que el mandatario tuviera un amplio despliegue en terreno ante la magnitud de la catástrofe, episodios que losjefes de Estado suelen capitalizar. Esta vez, pese a las críticas y las muertes, no fue la Cias para distribuir tareas, y clarificar funciones: Moreno debe seguir compromisos presidenciales, y Echecopar el resto de los compromisos de gobierno. “Estableció un orden y frecuencia que no tenían”, explica una autoridad de La Moneda. Par asumió como jefe de la División de Coordinación Interministerial. Crispi ordenó el trabajó de ambas áreas, que muchas veces realizaban minutas y productos duplicados sobre un tema.
Así, estableció una reunión de coordinación semanal entre ambas instanDeben entrar personas con más experiencia y afinar el relato”. Tomás de Rementería, diputado PS excepción: la aprobación de Boric subió 7 puntos en Cadem (de 28% a 35%) en 1 mes.
Y en la crisis de las Isapres, alertado de que el problema estallara en la cara al Ejecutivo, impulsó un trabajo con distintas reparticiones, para elaborar la ley corta tras el fallo de la Corte Suprema, propuesta cuya viabilidad genera dudas. Su estilo... y roces con el PS Una de las críticas a Crispi que circulan en el Socialismo Democrático es que “no opera” lo suficiente para solucionar problemas políticos. Dada la afinidad que tiene con ese sector —militó en su juventud en el PS, por su madre, la exministra Claudia Serrano—, aspiraban a que jugase ese rol. Pero para otros esa tarea no corresponde al Segundo Piso. En su entorno explican que no va a ser un “supraministro”, sino que intervendrá en las agendas solo cuando toquen la del Presidente, o haya déficits. En los ministerios le valoran ser dialogante. Su método —afirman— se parece al de Rodrigo Peñailillo en Bachelet 1. En La Moneda dicen que “no va a ser como Cristián Larroulet”, en referencia al jefe del Segundo Piso de Piñera 2, quien influía a través de ministros y parlamentarios. Crispi sí ha abierto canales con congresistas, pero principalmente con los que tiene lazos previos. “Él puede ayudar, pero ese rol lo hace Durán”, explican en el Ejecutivo. Contesta el teléfono a quien lo llama, recibe en La Moneda, o llama cuando necesita retroalimentación. Lo hizo con la crisis de indultos, o consultando a parlamentarios del norte como Pedro Araya (Ind. PPD) por la crisis migratoria, previo al envío de las FF.AA.
“Este Segundo Piso es un avance, porque salió de su laberinto para tener contacto directo con partidos, parlamentarios, y abrir diálogo para anticipar soluciones”, afirma Soto, mientras que Winter valora una “relación fluida”. Un episodio patente de las suspicacias que levantó, eso sí, fue cuando la presidenta del PS Paulina Vodanovic reclamó a DuSalió del laberinto para tener contacto con parlamentarios”. Leonardo Soto, diputado PS Quedó corto el cambio si la apuesta era más gestión”. Eric Aedo, diputado DC rán por supuestos entendimientos entre Crispi y Escalona para que el PS optara por una lista de constituyentes con el FA-PC.
Durán habría comprometido que las tratativas ahora serán institucionales, pero el tema reflotó las heridas que dejó en el PS la designación de seremis, a cargo de Crispi. ¿ Ingreso del PS-PPD? La falta de relato y agendas icónicas es otra de las críticas al Gobierno, que además tiene el desafío de encontrar una salida a la caída de la reforma tributaria.
“Debe haber una reestructuración en el Segundo Piso, que entren personas con más experiencia para mejorar la gestión y la labor de la Secom, que debe afinar el relato”, afirma el diputado PS Tomás de Rementería.
El cuestionamiento es previo a Crispi —quien se ha ocupado de revisar todos los discursos de Boric— y recae en el director de la Secom Pablo Paredes (cercano suyo). El sábado, La Moneda presentó un nuevo relato: mejor gestión, Estado de Bienestar y salir a terreno, pero en el oficialismo siguen debatiendo si reforzar al Segundo Piso.
En diciembre, los presidentes del Socialismo Democrático pidieron al antecesor de Durán, Matías Meza-Lopehandía, participación en ese espacio (hoy están solo el FA-PC e independientes), pero éste les contestó que era un núcleo de confianza del Presidente, no destinado a equilibrios. Algunas versiones indican que Crispi habría reafirmado ese criterio, que el reclamo habría llegado a Boric y que este prometió espacio al PPD-PS. Hasta ahora, La Moneda ha transmitido que ello se concretará. Víctor Maldonado, ex Segundo Piso: “Habría que haber dejado la silla que se quitó” Ntes de ser subsecretario Segpres en Bachelet 2, Víctor Maldonado (DC) integró el Segundo Piso de su primer gobierno.
En un staff liderado por Rodrigo Peñailillo como jefe de gabinete y Francisco Díaz (Contenidos), su rol era conectar los discursos presidenciales con la coyuntura, para marcar agenda. —¿ Qué funciones debiera cumplir un Segundo Piso? —Ser una extensión del Presidente para poder enfrentar a su propio gobierNo, para que el Gobierno sienta que e Presidente no está solo y tiene opinión. E: su equipo de confianza, no deben tene: figuración. —¿ Cómo funcionó Bachelet 1? —Peñailillo no se metía donde que: ría.
Si Bachelet tenía una muy buena rela: ción con un ministro, él no hacía nada Cuando había una dificultad, estaba ahí. —En Piñera 2, Cristián Larroulet operaba con parlamentarios y ministros. ¿ Tiene desventajas eso? —Es peligroso.
Él entraba en competencia (con ministros). El primer Segundo Piso de Boric, era de alta calificación, pero Dammert hizo lo que no podía: pasarse a la línea de mando. —¿ Y cómo lo ve hoy, con Crispi? —El Segundo Piso de Boric sí funciona en análisis de opinión pública. No se engañaron cuando estaban mal: lo informaron. No es un Segundo Piso cegador, sino advertidor, pero de lo que pasa afuera. Todavía no es experto en lo que pasa dentro del Gobierno. —¿ Crispi no está levantando esas alertas de articulación del gobierno? —Hay un déficit aún. Él no tiene mucha experiencia en eso. Su experiencia, dada gratis por Bachelet a RD, fue manejar una reforma educacional que nunca supieron para dónde llevarla. De las cosas peor hechas. Pero sí tienen lealtad, saben de comunicaciones.
El nuevo gabinete? —Es importante, porque se sinceró que el Gobierno necesita administrar bien y que podría ser un gobierno solo de administración. ¡Nunca se imaginaron que dirían: “Lo mejor que hicimos fue apagar un incendio!”. —Y si la señal era gestión, ¿era suficiente con RR.EE., MOP y otros 3? —Nunca uno puede sacar a todos los Que lo hacen mal, porque los equilibrios no dan.
Ya con lo que hizo se enajenó el Partido Liberal, y el PR quedó tostado. —¿ Incluso si había mala evaluación, como Ávila o Hernando? —Creo que habría que haber dejado la silla que se quitó. Y que fuera con ruedas, para que pudieran llevar rápido. Ahora, si los problemas son limitados, una buena asistencia de La Moneda permite que el ministerio funcione. Y en Minería se puede poner un encargado del litio, alguien súper bueno en eso. —¿ A Crispi, lo ve capaz de operar como contrapeso a ministros? —En RD, la figura era Jackson. El hombre en las sombras, el oscuro, era Crispi. Operaciones políticas en reserva no le son para nada desconocidas. Puede hacer mucho por Boric. —¿ Y la crítica al relato? —No se le puede pedir peras al olmo. El Gobierno no tiene un programa, porque su programa es una generalidad, más un estilo de gobernar que objetivos claros. Es un déficit de base.
Entonces, si ya pasó el peor momento de evaluación, si mantiene una cierta mejora en gestión... lo que puede hacer el Segundo Piso es hacer como que está todo bajo control, se tienen las soluciones y que el Presidente las cacha todas.