Autor: JUAN TORO. Fotografías: SERGIO ALFONSO LÓPEZ.
TOMÁS VODANOVIC "MI LIDERAZGO AÚN NO SE PONE A PRUEBA"
-Todavía me incomoda que me digan |alcalde -dice Tomás Vodanovic (30) mientras se ríe nervioso intentando entrar en el encuadre de la imagen con sus 1,93 de altura para las fotos que acompañan esta publicación. Ha pasado una semana desde que el político de Revolución Democrática ganó las elecciones municipales de Maipú con 46,82% de los votos. Hoy, trabaja junto a tres personas de su equipo en una habitación de menos de 10 metros cuadrados que consiguió en un café de Maipú a pocas cuadras de la municipalidad. La casa que utilizó como comando durante la campaña ya fue devuelta, pero el trabajo de preparación para asumir su cargo el 28 de junio no se detiene. Tampoco se detienen las notificaciones en su celular que constantemente recibe mensajes de WhatsApp y llamadas que deja sin contestar. Su agenda ya está llena. -Tengo treinta años y hasta hace dos semanas no me El alcalde electo de Maipú dice que la cam???? lo la dejo sin tiempo para vida personal.
Ha vivido en al menos cinco comunas de Santiago y dos países fuera de Chile, pero asegura que nunca ha echado raíces: "El único lugar donde sentí un poco de pertenencia fue en La Pincoya". pedían fotos ni mis amigos. Ahora mucha gente en la calle me habla o quieren estar conmigo. *** Tomás Vodanovic se define como un hombre sin raíces. Vivió en Lo Barnechea, Las Condes, Nuñoa y Providencia. Solo en los últimos tres años ha vivido en siete lugares diferentes: -He tenido una vida dinámica. Nunca he visto algún territorio con una sensación de arraigo como muchas personas lo tienen. Siempre he visto mi casa como el espacio para dormir unas horas. Y me he avocado a siempre trabajar en distintos territorios. El único lugar donde sentí un poco de pertenencia fue en La Pincoya, porque había una identidad, la sensación de vivir ahí.
Tras una vida de vivir en el sector oriente de Santiago y “(Con Jadue) tenemos evidentemente diferencias ideológicas, yo comulgo con los socialismos democráticos y no milito en el PC”. estudiar en el Colegio Cumbres junto a sus hermanos, Benjamín y Andrés (ambos mayores que él), Vodanovic decidió ir a La Pincoya a abrir un preuniversitario popular que con el tiempo se convertiría en la fundación Formando Chile. El proyecto comenzó en su primer año universitario (Sociología UC) y para el tercero, se fue a vivir a la población de Huechuraba junto a algunos de sus compañeros. En 2014 se fue a Inglaterra. Volvió al año siguiente como profesor de Enseña Chile en el colegio Carlos Prats de La Pincoya hasta diciembre, cuando se fue a Washington, Estados Unidos, para estudiar Políticas Públicas. En 2016 regresó a dar clases en La Pincoya. —¿ Por qué se fue a vivir a La Pincoya? —Llegó un minuto en que ya no queríamos ser visitas.
No quería solo ir a hacer la clase. —¿ Por qué? —Queríamos ser parte un poco de los procesos y dinámicas que estaban ocurriendo, porque pensamos que nos iba a dejar comprenderlo de mucha mejor manera, sin desconocer de dónde veníamos y los privilegios asociados que eso conllevaba. Son los 3 años donde más me formé, aprendí y donde más feliz he sido. —ó¿ Se acostumbró al cambio? —Es pasar de un extremo de la ciudad a otro. Tenía estudiantes que pasaron el año completo estudiando y ninguno entró a la universidad. En el Cumbres, algunos de mis compañeros con suerte abrieron un libro en el año y todos entraron a la universidad. Con los chiquillos de mi pasaje en La Pincoya me tocó ir a más funerales y visitas carcelarias que graduaciones. Son países radicalmente distintos que no se encuentran. Aún así, Vodanovic asegura que también hubo momentos buenos, alumnos que hasta el día de hoy lo contactan para agradecer consejos y ayudas que cambiaron sus caminos de vida.
Y aunque define la fundación como laica, asegura que para él la formación católica fue parte de su inspiración para el trabajo: —Nunca me consideré un católico acérrimo, pero admiraba la Iglesia que había empujado cambios sociales donde debían empujarse.
Esa imagen de un Cristo jugado por los postergados, luchando por una sociedad más justa y desprendido de lo material, fue una inspiración en un inicio. —¿ Cómo se define en materia de fe hoy? —No me siento parte de la Iglesia Católica desde hace años. Me cuesta avalar conductas de la institución y no tengo la energía para dar peleas desde dentro, así que prefiero tomar distancia. Pero tengo cierta admiración por comunidades de base. La imagen de Mariano Puga, los curas que pelearon en la dictadura sí me despierta admiración y cariño, pero no me llamo católico ni parte de una iglesia. Durante la candidatura, Tomás Vodanovic despertaba a las cinco y media de la mañana. Una hora después estaba en el Metro Plaza de Maipú entregando volantes y hablando con los vecinos. Luego seguían visitas a barrios y reuniones hasta el toque de queda. —Llegaba en la noche a la casa con 150 mensajes de Whats App sin leer. Eso trae costos personales, en el tiempo que puedes destinar a tus amigos, pareja, la familia. Este es un estilo de vida un poco desequilibrado. Hoy, prefiere no referirse a su vida sentimental, pero asume que ha tenido dificultades para ver a su familia. A pesar de eso, intenta mantener los domingos libres para ver a su madre, la psicopedagoga María Isabel Escudero, que vive en Las Condes. Y antes de la pandemia, viajaba lo más posible a visitar a su padre, Jaime, quien vive en el Valle del Elqui. Cuando asuma como alcalde, Vodanovic espera regular mejor sus horarios y encontrar el equilibrio: —Voy a ser alcalde por tres años y medio, tiene que ser algo sustentable.
Al ritmo que llevo ahora, no voy a durar muchos meses. (... ) Pero las expectativas de la gente son muchísimas, son muy altas. —¿ Cómo se toma las expectativas? —Me agobian un poco las expectativas. Escucho a tanta gente, toda con necesidades urgentes, cosas que deberían haberse resuelto hace 20 años, Ayer estábamos en la Villa San Carlos y un caballero lloraba mientras nos contaba sus problemas.
Ven en mí una esperanza de que eso cambie, pero trato de explicarles que vamos a recibir un municipio desfinanciado y con necesidades. —Podría entenderse como una excusa. —Pero no sé si con las atribuciones municipales y los presupuestos que tengamos vamos a poder alterar un orden social profundamente injusto y desigual. Desde ahora les pido bajar las expectativas.
El día de la celebración en Plaza de Maipú, la gente se acercaba al alcalde electo con peticiones como terminar con el Sename y mejorar las pensiones:—¿ Cómo les explicas cuando tienen esos problemas? Vamos a sacarnos la cresta por avanzar en la justicia en todas esas materias, pero no sé si está en mis manos resolver todas esas problemáticas. Me da rabia, me frustra. El domingo 16 de mayo por la noche, mientras comenzaban los recuentos de votos de las elecciones, Tomás Vodanovic se fue a su departamento en Ñuñoa. Quería estar solo lo más posible.
Cuando ya había avanzado el proceso, se fue a Maipú, al departamento de una de sus compañeras de partido donde lo esperaban su equipo de campaña más cercano y sus dos hermanos. —Traté de vivirlo en un espacio bien íntimo, porque sabía que el resultado, cualquiera fuera, me iba a cambiar la vida —recuerda Vodanovic y agrega que, si bien esperaba ganar, no esperaba hacerlo con tanta contundencia. “Recién estoy pensando cómo procesar estos tres años y medio. (... ) Quiero ser un buen alcalde para Maipú. Nada más”, dice. “Me agobian un poco las expectativas.
Escucho a tanta gente, toda con necesidades urgentes, cosas que deberían haberse resuelto hace 20 años”. tomás Vodanovic ganó con más de 20 puntos porcentuales sobre la exalcaldesa UDI Cathy Barriga y con un total de 90.284 sufragios a su favor, es el alcalde con más votos en Chile. —Nadie se espera algo así, te golpea. Pero hay que enfrentarlo con mucha humildad. —¿ Qué significa esta victoria para el Frente Amplio?—Es una oportunidad para el crecimiento de nuestro sector. No se ha conseguido nada todavía. Solo ganamos la oportunidad de representar a muchos vecinos y demostrar con acciones súper concretas que somos capaces de mejorar sus condiciones de vida. Es una prueba de fuego para el Frente Amplio. —Junto a usted entró una camada de alcaldes jóvenes. ¿Cómo explica este recambio generacional? —Responde a nuevas formas de aproximarse y construir. Nos decía mucha gente en campaña que no querían más estos políticos que aparecen regalando y prometiendo y que después de las elecciones nunca más lo vemos.
Y creo que el reconocimiento que hubo en las urnas fue a candidaturas que no seguimos ese patrón. —¿ Se refiere a las “viejas prácticas de la política”?—Nos decían que teníamos que repartir (cargos) el municipio antes de ganar, para generar apoyos. Parecer como un departamento de personal (de una empresa). Y me decían “¿ Quieres ser cura o alcalde de Maipú?”. Yo quería ser alcalde, pero en nuestra línea. El gran grueso de la ciudadanía estaba esperando una política que se construyera en otros términos, con otra lógica y que finalmente tuvo un apoyo mayoritario. Tomás Vodanovic regresó a su departamento en la madrugada del lunes 17 de mayo, después de pasar a la Plaza de Maipú a celebrar con sus adherentes la victoria electoral. Eran las tres de mañana y parte de su equipo seguía celebrando. —Quise llegar a la casa, porque sabía que tenía que dar entrevistas desde las siete de la mañana. Antes de irme, un amigo me había dicho, aquí vuelves siendo alcalde o un Don Nadie.
Esas son las dos caras de esto, no había término medio. durante su campaña por la municipalidad de Maipú, Tomás Vodanovic logró lo que no se pudo para las primarias presidenciales: El acuerdo de la oposición.
Su candidatura fue respaldada por políticos del Frente Amplio, el Partido Comunista, el Partido Socialista, PPD y la DC. —Yo siempre he dicho que en democracia hay que construir mayorías para transformar realidades, sin esas mayorías, tus proyectos políticos son infructíferos, no transforman. El proceso para construir unidad en Maipú fue complejo.
Hubo harto desencuentro, mucho diálogo, pero lo logramos sacar adelante porque pusimos el objetivo común por delante y espero que eso se replique a nivel nacional. —¿ Qué falta para eso? —Falta solidaridad de los distintos sectores. Solidaridad de saber muchas veces postergar cierto beneficio personal en favor de una causa que es más grande que nosotros mismos. Pero no quiero romantizar la discusión, porque existen diferencias políticas. (... ) Diferencias tenemos miles, pero necesitamos empujar con unidad.
Aunque en su postulación Vodanovic recibió el apoyo de los candidatos presidenciales de oposición como Paula Narváez, Pablo Vidal, Daniel Jadue y Gabriel Boric, asegura que este último es quien tiene su voto. —Mi candidato es Gabriel Boric, pero no quita que yo crea que el mundo de Daniel Jadue y Paula Narváez también sean indispensables para la construcción que tenemos que realizar en Chile. —¿ Qué lo diferencia del liderazgo de Jadue? —Mi liderazgo aún no se pone a prueba, así que no puedo responder eso. Pero de Daniel rescato la experiencia de un gobierno local transformador que da luces de lo que tenemos que hacer acá. Tenemos evidentemente diferencias ideológicas, yo comulgo con los socialismos democráticos y no milito en el PC. Planes después de la alcaldía? —Recién estoy pensando cómo procesar estos tres años y medio. No me proyecto para nada. Quiero ser un buen alcalde para Maipú. Nada más. Tomás Vodanovic llegó a trabajar a Maipú por primera vez en 2016, como el encargado territorial del diputado Pablo Vidal, entonces parte de Revolución Democrática, cargo que siguió hasta la elección. En ese tiempo, se relacionó con organizaciones vecinales, algunas de las cuales incluso hicieron campaña por él en la elección municipal. Ese trabajo no lo salvó de la crítica de postularse como alcalde de una comuna en la que nunca vivió.
Para Vodanovic, parte de ese pensamiento es legítimo: —Los territorios no tienen por qué aceptar que dos meses antes lleguen a instalarse personas pagando una campaña millonaria y ganen elecciones, que pasaba mucho en los 90. Yo soy profundamente crítico de eso. Yo siempre he intentado contrarrestar esa crítica, porque la considero legítima, con trabajo por delante.
Quizás no vivo en la comuna, pero llego a las 6:30 al metro y soy el último en irme en la noche. —¿ Por qué Maipú y no Huechuraba? —Huechuraba tenía un municipio de centro izquierda que gestionaba medianamente bien la comuna, y mirábamos Maipú con la gestión de Cathy Barriga que le estaba haciendo mucho daño a una comuna con muchos habitantes. La brecha que se podía levantar acá era mucho mayor. —¿ Planea mudarse a Maipú? —Lo he pensado, eso es el espacio privado. Si lo hago, no será una decisión pública.
Mi casa tiene que ser mi refugio, donde sea, pero uno merece al menos seis horas al día para descansar en el anonimato. —¿ Cómo es el Maipú que ha conocido? —Maipú resume muy bien a Chile.
Es una comuna de personas muy pujantes, esforzadas, que se sacan la cresta por sacar adelante a sus familias, sus estudios, que se tienen que endeudar para conseguir todo y lamentablemente han sido abandonados por un Estado que no ha sido capaz de reconocer ciertos derechos.
En diferentes entrevistas y comentarios en medios de comunicación, Vodanovic ha repetido que Maipú ha sido el hazmerreír de Chile en los últimos cuatro años. pero el alcalde electo es rápido en asegurar que no es un adjetivo que haya puesto él: —Nos lo repiten los vecinos en todos los barrios. Esta es una comuna con historia, identidad y motivo de orgullo para sus vecinas y vecinos. En los últimos años Maipú ha sido noticia por otras cosas y los vecinos lo resentían, porque veían que su alcaldesa vivía en un reality paralelo. Vez se ha reunido con la alcaldesa Cathy Barriga? —Nunca, nada. —¿ Le ha hecho mal la farandulización a la política?—Muy mal.
Muchos representantes políticos confundieron medios con fines y terminan perdiendo la brújula de por qué la gente nos elige, cuál es el foco que debe tener la política, que no es otro que mejorar las condiciones de vida concretas de los ciudadanos.
Miro con preocupación a los políticos preocupados de realzar su imagen personal, de estar muy metidos en medios de comunicación y no de realmente estar donde deben, donde la ciudadanía los demanda. —¿ Como quiénes? —No quiero entrar en polémicas innecesarias, pero la ciudadanía se da cuenta.