"Israel necesita menos a Chile de lo que Chile necesita a Israel"
Según él, el antisemitismo “arraigado en muchas sociedades” viró. “Antes de la Segunda Guerra Mundial los antisemitas venían de la extrema derecha y la derecha. Ahora el antisemitismo es promovido principalmente por la izquierda o extrema izquierda”. Por Pablo Rodillo M. Abriel Ben-Tasgal, israelí, tiene muchas facetas: cientista político de la Universidad Hebrea de Jerusalén, periodista, autor de libros sobre antisemitismo y el conflicto palestino-israelí. Últimamente, también, le dio por escribir novelas.
Es quizás uno de los hombres que más conoce las piezas que se mueven en el siempre convulsionado Medio Oriente, desde la fundación del Estado judío, el desarrollo de los países árabes y todas las ramas (y subramas) que componen al Islam y su historia. Y aunque trata de mantener un espaneutro al conversar, su acento porteño, ese que se habla sólo en Buenos Aires, lo traiciona. También su forma de ser; no se guarda nada y es a veces polémico.
De paso en Chile, donde presentó su libro «Venganza», se dio un tiempo para conversar con «La Segunda» de uno de los dos conflictos bélicos que tienen hoy al mundo en vilo: la guerra en Franja de Gaza. Por estos días, Israel ha vivido días ajetreados. Los avances en el conflicto, las marchas contra el premier israelí Benjamin Netanyahu, sumado a la presión internacional sobre el Estado judío se pelean por los titulares en los diarios de Jerusalén y Tel Aviv.
Y aunque para Ben-Tasgal, el primer ministro debería renunciar, las marchas “no son definitorias para su la caída”. “Israel está buscando una guerra con Hezbolá” —¿ Es Netanyahu un líder que puede conducir una guerra si está siendo cuestionado?—La pregunta debería ser si hay una alternativa a él. Y esa sería (el liberal) Benny Gantz. Él es parte del gobierno de Israel (ministro sin cartera de la coalición) pero acaba de decir que si Netanyahu no llama a elecciones de acá a septiembre alguna medida habrá que tomar. Y es visto como una alternativa porque tiene pasado militar.
Sin embargo, a mi me da la sensación que todavía Netanyahu tiene más confianza para enfrentar una crisis bélica como esta y para entenderse con Estados Unidos. —Pero es un Netanyahu cuestionado internacionalmente. —Yo veo más a Israel cuestionado internacionalmente que a Netanyahu. Se critica a Israel, algunos han cuestionado la propia existencia de Israel, otros las políticas bélicas de Israel y otros el gobierno de derecha de Israel. No creo que en este momento Netanyahu sea el centro de todas las críticas mundiales. —Entonces es Israel el cuestionado... —Claro, y tiene relación con el aumento del antisemitismo. Pero el pueblo de Israel está decidido a continuar la guerra contra Hamas. Decidido. Pero si el mundo se guía por las manifestaciones en Israel parecería que su pueblo no quisiera seguir con la guerra o que están obsesionados con el tema de Netanyahu y no es tan así.
Están convencidos en seguir la guerra contra Hamas y convencidos de iniciar una guerra contra Hezbolá (el movimiento islamista chiíta en el Líbano). —¿ Una guerra contra Hezbolá? ¿ En territorio libanés? =Sí, para mí, el gobierno ya lo tiene decidido.
Entre mayo y junio o antes va a empezar la guerra contra Hezbolá porque su capacidad militar es mucho mayor y hay 60 mil desplazados israelíes que están fuera de sus casas en el norte de Israel. Por primera vez en su historia el país desalojó ciudades.
Este tema es gravísimo... y como es gravísimo, Israel está buscando una guerra con Hezbolá. —Entonces esto no va a terminar nunca. —No, sí va a terminar, pero será una guerra donde Hamas va a dejar de gobernar Gaza y donde probablemente Hezbolá salga debilitado, no destruido, porque a los grupos radicales nunca los destruyes por la fuerza. —Muchas declaraciones de dirigentesisraelíes dicen que la guerra no acabará hasta que vuelva el último secuestrado. Ya ha pasado bastante tiempo; ¿ crees, con el corazón en la mano, que volverán? —De los 133 secuestrados sabemos que hay 40 muertos. Yo soy muy pesimista que Israel, a través de la fuerza, pueda liberar a los secuestrados. Al fin y al cabo, sólo tres fueron liberados por la fuerza. El resto no, que fueron por negociaciones.
Hay que ser muy pesimistas incluso con la posibilidad de recuperar a los cuerpos sabiendo que Hamas utiliza este tema de las vidas como moneda de cambio para presionar a Israel, —+¿ Alguna vez pensaron en Israel el nivel de antisemitismo que se desataría, muy visiblemente, tras el ataque del 7 de octubre y posterior respuesta israelí? Gh Si fuese Hamas contra Suecia, ¿a quién le creerían? Nadie podría en duda que Suecia esté diciendo la verdad”. La posición de Chile está en lo que se llama la “interseccionalidad'. Se trata de una ideología de moda hoy que divide al mundo entre buenos y malos”. —El antisemitismo es un fenómeno que tiene dos mil años, no es algo nuevo. Después hubo personas que pensaron —no me encuentro entre ellas— que tras el Holocausto el antisemitismo no se iba a poder manifestar como el que se expresa actualmente. Lo que pasa es que el antisemitismo viró. Antes de la Segunda Guerra Mundial los antisemitas venían de la extrema derecha y la derecha. Ahora el antisemitismo es promovido principalmente por la izquierda o extrema izquierda; incluso por algunos medios de comunicación.
Entonces cambió el espíritu o la forma de manifestar ese antisemitismo y la guerra en Gaza fue una excusa para poder dejar de ser políticamente correcto y volver a destilar un antisemitismo muy acuñado en algunas sociedades. —¿ Cuándo el antisemitismo se volvió de izquierda? —Después de que Israel se volviera una potencia tras la guerra de 1967. Ahí la izquierda pasó de admirar a Israel a dudar de Israel porque era demasiado potente.
Le gustaba ese Israel que era socialista y esa imagen de “David contra Goliat”. Cuando Israel viró hacia la derecha pasó a ser el arquetipo de lo malo, del imperialismo y de todos los valores occidentales. —¿ En Israel tenían claro que una respuesta total como la que hemos visto en estos casi 180 días de guerra, con la cantidad de muertos que van, iba a generar el rechazo no solo en los países enemigos, sino también en los países aliados? —Dos días después del atentado del 7 de octubre dije en una entrevista que la solidaridad que Occidente muestra hacia Israel va a durar mientras Israel no responda. En el momento que Israel responda va aseracusado de uso desproporcionado de la fuerza no importando qué fuerza utilice. Entonces era bastante esperable.
“¿ Crees que al pueblo de Israel le importa lo que digan?” tu juicio, se le pasó la mano a Israel con la respuesta militar? Esta semana se sumó el ataque al convoy del chef español que generó una condena internacional. —Cuando alguien pregunta si a Israel sele pasó la mano, hay que tener en consideración que nunca un país del mundo occidental peleó en una guerra en donde el enemigo use a sus propios civiles como escudos humanos y sus combatientes ba jo tierra. El único caso comparativo parecido es la Batalla de Manila, cuando Estados Unidos peleó contra Japón en la Segunda Guerra Mundial en 1945. No hay ningún caso parecido.
Entonces en base a esta cosa única, ¿se podría haber hecho algo mejor? ¿ Qué podría haber hecho Israel mejor? Por supuesto no atacar ni matar a civiles ni a voluntarios que preparan comida para la gente.
Por supuesto eso es un error y es condenable. —Pero no estamos en Manila en 1945. —Te lo repito, ningún pueblo ha combatido en una situación parecida. —¿Te refieres al combate callejero? Pero está Stalingrado o la batalla de Berlín. —No, esta es una guerra contra un grupo que agrede, después usa a su población como escudo humano y que tiene túneles donde se esconden bajo la tierra mientras su pueblo está arriba. Donde su estrategia militar es cuantas más muertes palestinas, mejor. Ese tipo de combate nunca ocurrió. Entonces cuando se critica a Israel también hay que decir, bueno, qué otro combate fue parecido. —¿ Lo que dices es que entre más muertos palestinos, mejor para Hamas? —Esa es su estrategia. La estrategia de Hamas fue atacar Israel, sabiendo que Israel iba a responder y después sobrevivir a la respuesta israelí. Ellos sabían lo que iba a pasar.
Entonces su misión era sobrevivir el tiempo suficiente para que la presión internacional sobre Israel actúe. ¿Y qué hago para que suba la presión internacional? Miento. —¿ Cuándo vamos a conocer el número real de muertos? —Cuando acabe la guerra y se cuente el número.
Pero ningún periodista va a decir, “me comí la pildorita y repetir los números que me daba Hamas”. —+¿ Pero a quién le creemos? —¿ A quién le creemos? ¿ A un país democrático o a la teología islámica cuyo patrón de conducta es mentir? Si fuese Hamas contra otro país, si fuese Hamas contra Suecia, ¿a quién le creerían? Nadie podría en duda que Suecia esté diciendo la verdad.
Lo que pasa es que todo lo que se le pide a Israel, no se le pide a nadie más. —Lo del caso del grupo del chefespañol, cuya ONG fue atacada por Israel, al parecer es un punto de inflexión para Occidente. El Presidente de EE.UU., Joe Biden, le pidió ayer un alto al fuego a Netanyahu. —Para ser sincero, al pueblo de Israel no le puede importar menos la presión internacional.
Te acaban de matar a más gente en un atentado después del Holocausto, violaron a sus mujeres y secuestraron a sus hijos. ¿Crees que al pueblo de Israel le importa lo que digan? —¿ Pero lo de Biden pone a Israel entre la espada y la pared? Finalmente es su principal aliado el que se lo pide. —Biden está muy activo porque necesita ganar la elección y está perdiendo mucho voto musulmán, mucho voto afroamericano y voto progresista. Pero Estados Unidos sigue enviando arsenales militares a Israel. Biden es súper pro Israel. Por un lado hace gestos para la galería y porel otro llena a Israel de armas. ¿A qué Biden le creemos? Entonces no es un punto de inflexión.
“La sociedad israelí va tardar mucho tiempo en curarse” —¿ Le costará a Israel, tras la guerra, recuperar las confianzas con la comunidad internacional? —Creo que después de la guerra en Gaza y seguramente después de la guerra contra Hezbolá, la forma en que Israel tratará de restablecer las confianzas será firmando la paz con Arabia Saudita, que antes del ataque de octubre de Hamas estaba súper preparada para hacerlo, El hecho que Israel firme la paz con la principal potencia sunita en contra de Irán, va a transmitir que los países del Medio Oriente comprenden mejor lo que ocurre en la región que los países europeos o incluso de Latinoamérica. Esto porque los países del Medio Oriente entienden perfectamente quien es el enemigo.
Entienden que detrás de todo esto está Irán. —En Chile se generó mucho revuelo tras quitarle la invitación a Israel ala próxima Fidae. ¿Quién pierde más con unas relaciones desgastadas? en muchos aspectos es una potencia económica y ustedes tienen problemas de seguridad serios. Chile tiene problemas de agua también. En otras palabras, Israel necesita menos a Chile de lo que Chile necesita a Israel. El gobierno israelí ha atacado muy fuerte a Erdogan de Turquía, calificó a Lula da Silva de antisemita y de paso lo declaró persona non grata. Pero el hecho de que no hablen de Boric demuestra que quizás para los israelíes no sea una figura que valga la pena invertir. Ni siquiera en condenarlo. —Según tú, ¿qué hay detrás de la posición chilena? —Creo que hay varias posturas de la posición chilena hacia Israel.
Pero creo que en su posición está lo que se “interseccionalidad”. Se trata de una ideología hoy de moda que divide al mundo ente buenos y malos, donde los buenos y las víctimas son siempre mujeres, homosexuales, aborígenes, personas de color y siempre los palestinos. Y entre los malos están los blancos, heterosexuales, ricos, cristianos y por supuesto Israel y los judíos. En ese mundo dividido en dos, las víctimas, las que se consideran víctimas, se alían de forma incondicional porque dicen, ellos, que los malos siempre se unen. Entonces vemos alianzas contra natura, como por ejemplo grupos LGTB que se alían con Irán.
Entonces el Presidente de Chile está respetando ese principio de “interseccionalidad”. Yo creo que en caso específico de Boric, se trata de un Presidente que no ha logrado nada en su gobierno. ¿Entonces qué le queda? Le queda posicionarse como un defensor de los derechos humanos y nada mejor que posicionarse contra el enemigo de la extrema izquierda, en decir Israel. —¿ Cómo ha afectado la guerra a Israel internamente? —El gran problema que ha provocado la guerra entre los israelíes es que antes estaban convencidos de que tenían un Ejército que le daba mucha seguridad. Confiaban mucho en sus soldados, sobre todo en la capacidad de prevenir algo como el ataque del 7 de octubre.
El trauma que esto va a crear no se puede medir y será superior a la Guerra del Yom Kipur en 1973, porque en este caso no sólo hubo muchas fallas, sino que violaron, asesinaron y secuestraron a ciudadanos israelíes. La sociedad israelí va tardar mucho tiempo en curarse,