Autor: Un reportaje de JULIO NAHUELHUAL MUÑOZ
Realismo con renuncia: El inevitable y doloroso ajuste al programa social y económico del gobierno
Ambiosen la medida delo posible. La recordada frase del expresidente Patricio Aylwin y que el propio Gabriel Boric reivindicó hace cuatro meses en la inauguración de la estatua del exmandatario, hoy se repite con frecuencia en el mundo oficialista.
Siel triunfo del Rechazoel 4 de septiembre fue un duro golpe para la pretensión de haceroiniciar gruesas transformaciones durante los cuatro años de gobierno, el reciente rechazo a laidea de legislar de la reforma tributaria ha obligado al oficialismo a aterrizar drásticamente sus expectativas financiera y políticamente posible en lo que resta de la administración.
El rechazo a la reforma impositiva, que financia la mayor parte del programa de gobierno y que tendrá que ajustarse fuertemente para hacerla viable nuevamente en el Congreso, ha abierto el escenario para que el Socialismo Democrático instale el debate sobre cuáles son las prioridades del programa de gobierno, en medio de su creciente influencia en la coalición.
De hecho, la propia presidenta del PS, Paulina Vodanovic, llamó recientemente a “haceruna revisión crítica del programa de gobierno”, lo quese contradice con la dura defensa al programa original de gobierno manifestada por el Partido Comunista. “El gobierno tiene que hacer todos los esfuerzos por avanzar sin renunciar”, afirmó el líder del PC, Guillermo Teillier, a Radio Nuevo Mundo, luego del reciente cambio de gabinete.
Pero más allá del debate estratégico de los sociosdecoalición, al interior del gobierno entienden que es necesario explicitar un ajuste de las expectativas sobre lo que ya no es posible dehacerenlos próximos tresaños de gobierno, dada la estrechez financiera y el mayor empoderamiento de la oposición. “En la situación actuales absolutamente claro que todo aquello en lo que no haya consenso, sencillamente no se va a poder hacer. El resto sería simplemente dar peleas más bien testimoniales”, afirma el socio de Impuestos de KPMG y excoordinador de Políticas Tributarias del Ministerio de Hacienda durante la segunda administración de Michelle Bachelet, Alberto Cuevas. “El gobierno inevitablemente pasará de una agenda de transformaciones a otra de gestión. Es un cambio no menor. El gobierno entró con expectativas de implementar reformas estructurales dela mano de un nuevo texto constitucional. Esa ruta fracasó rotundamente. De ahí en adelante se agudizó la crisis económica, la crisis de seguridad pública y la crisis migratoria. Al cambiar las prioridades, también cambió la agenda”, complementa el analista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales. La minoría estructural con la que enfrenta su agenda legislativa, añade el experto, también hace imposible sacar adelante reformas que impliquen cambiosradicales. “Elgobiernotendrá que conformarsecon lo que tanto criticó de los últimos 30 años: la gradualidad en el marco dereformas moderadas”, concluye Morales.
Una tributaria menos ambiciosa En medio del comienzo de los diálogos abiertos por Hacienda para consensuar un tento de reforma tributaria, el ministro Mario Marcel entiende que la nueva negociación con los empresarios y la oposición parte desde una posición más debilitada luego del rechazo a la idea de legislar de la reforma en la Cámara de Diputados. El inesperado traspié derribó las avanzadas y sigilosas conversaciones que tuvo Hacienda con el mundo empresarial y que aprestaban a sellarse en la tramitación del Senado. El plan original de Marcel apuntaba a ceder en puntos clave de la reforma en la Cámara Alta, eliminando el impuesto al patrimonio y suavizando el gravamen a las utilidades retenidas, entre otros.
Sin embargo, en el nuevo ciclo de conversaciones el ministro corre el riesgo de perder el corazón de la reforma y uno de sus grandesanhelos: la desintegración total del sistema (hoy es semi-integrado) para las grandes empresas y la inauguración de un sistema semi-dual en que tributan separadamente los ingresos del trabajo y los ingresos del capital, dado los provoca la medida en la oposición, confidencian Cercanos.
Sin embargo, en la derecha matizan y aseguran que Marcel estaba preparado para una reforma menos recaudadora desde el inicio y que la ambiciosa propuesta original (de 5% del PIB) contenida en el programa de gobierno de segunda vuelta sólo apuntaba a calmar a los sectores más duros del PC y el Frente Amplio. “Marcel siempre supo que la reforma tributaria no iba arendirloqueseestaba señalando. Inicial de recaudación siempre buscó tranquilizar alos sectores más duros de la izquierda y, particularmente, al PC.
Es probable que la menor recaudación tampoco sea una renuncia tan grande para él como economista”, afirma el senador y miembro de la Comisión de Hacienda, José García Ruminot (RN). Mientras la reforma enviada en julio del año pasado al Congreso recaudaba un 4,1% del PIB en cuatro años, variadas indicaciones situaban tasaderecaudación en un 3,6% del producto, incluyendo el royalty y los llamados impuestos correctivos o verdes.
Asesores oficialistas y de oposición coinciden en que la nueva reforma debiera basarse fundamentalmente en las medidas antievasión yantielusión, el proyecto de royaltyalaminería, impuestos correctivos, medidas de ahorro fiscal y, eventualmente, ingresos estructurales derivados de la extracción del litio.
El coordinador macroeconómico de Clapes UC, Hermann González, reconoce queel gobierno deberá ajustar sus promesas decampaña, especialmente las maximalistas y refundacionales, y estima que es clave que la nueva propuesta tributaria logre consensos amplios, sea más acotada e incorpore estímulos al ahorro y lainversión. Estima que el royalty minero, el proyecto de impuestos correctivos y para reducirla evasión y la elusión podría aumentar la recaudación en régimen en torno al 2,6% del PIB.
“Si a esto sumamos algún esfuerzo en materia de revisión de gasto público y una fracción de los mayores ingresos por litio -lo que se considere estructural-, podríamos tener un monto significativo de recursos disponiblesadicionales, sin necesidad de tomar medidas que ahuyenten los capitales, como elimpuesto al patrimonio, oque afecten negativamente al ahorro, alainversión o el desarrollo del mercado de capitales”, explica.
Para el excoordinador Tributario de Hacienda, Alberto Cuevas, en este nuevo escenario es posible llegar a acuerdos similares alos que Luego del inesperado rechazo que sufrió el oficialismo con la reforma tributaria, el escenario adverso que ya enfrentaba el gobierno para cumplir sus promesas sociales y económicas está aún más cuesta arriba. Mientras la reforma impositiva deberá excluir todas las propuestas polémicas y reducir sus expectativas de recaudación para hacerla viable, la reforma previsional tiene un camino aún menos alentador.
Para los analistas, el gobierno debe sincerar que la reforma a la salud y la condonación universal al CAE tal como fueron planteadas en el programa no serán posibles de concretar en lo que resta del gobierno. Toto Marcel siempre supo que la reforma tributaria no iba a rendir lo que se estaba señalando.
El monto inicial de recaudación siempre buscó tranquilizar alos sectores más duros”. JOSÉ GARCÍA RUMINOT, senador RNintegrante de la Comisión de Hacienda se hubiesen pactado si el proyecto impositivo hubiera pasado al Senado y sugiere perseguirlos focos de informalidad en la economía. “Lainformalidad es actuar al margen dela ley y con ello se perjudica al final a toda la sociedad. Sugeriría avanzar en los que hay mayor acuerdo técnico y político, de forma tal que se vayan convirtiendo pronto en leyes con altos niveles de consenso. Me refiero al royal£yala minería, alos impuestos correctivos, rentasregionales, normas para combatirla evasión y elusión tributarias, entreotras”, explica el abogado de KPMG.
El dilema de las pensiones El programa de Gabriel Boric enmateria de pensiones no sólo prometía eliminar las AFP, crear una institucionalidad públicaa cargo de la administración de los recursos y destinar una parte del incremento del 6% en lacotización a reparto, sino también una Pensión Garantizada Universal (PGU) de $ 250 mil. El propio gobierno ha dicho queesteúltimo incremento depende de los recursos generados por la reforma tributaria.
En medio de un cada vez más lejano consenso entre el gobierno y la oposición sobre el rol del Estado y el destino del 6% adicional de cotización, en el gobierno entienden que deberánceder fuertementeen su posición inicial si buscan evitar un nuevo fracaso en materia previsional. “Espero que sí haya una reforma de pensiones, porque este es el tercer intento de reforma previsional y la actual cotización del 10% quedó corta hace mucho rato. Cuanto más pronto empecemos a subir la cotización, mucho mejor. De todas formas, los trabajadores quieren que el aumento de cotización vaya a sus cuentas individuales. Ahí debería haber un realismo con renuncia (del gobierno). En lo demás, deberíamos ser capaces de construir un acuerdo”, sostiene José García Ruminot. Enla misma línea, Hermann González, de Clapes UC, cree que es necesario aprobar unamejorreforma dela que ya está en el Congreso. “He escuchado muchas voces que dicen que una vez más no será posible llegar a un acuerdo para avanzar en una reforma de pensiones. Yo prefiero aunque entiendo que no será fácil, porque este es un asunto muy importante para las personas y porque en varios aspectos tenemos un diagnóstico compartido”, sostiene el economista. Sin CAE universal ni reforma a la salud Ha sido el propio gobierno el que lentamente ha buscado bajar las expectativas con una de las promesas más polémicas durante la campaña presidencial. El programa de gobierno asumía una condonación universal al CAE y crear un nuevo sistema único de créditos que sea transitorio, hasta alcanzar la gratuidad universal. “El proceso de condonación del CAE, que puede tener diferentes mecanismos, estamos evaluando cuál es la mejor alternativa, pero para ello también se requieren más recursos.
La primera prioridad hoy día esla reactivación educativa, porque Chile no puede permitirse que haya niños y niñas sin ir ala escuela”, dijo recientemente el Presidente Borica TVN, en loque esuna señal sobre la complejidad de abordar financieramente una condonación universal.
El propio ministro Marcel ha situado la deuda total del CAE en unos US$ 7mil millones, lo que aparece como inalcanzable para un Fisco que pretendía recaudar entre US$ 10 mil millones y US$ 12 mil millones con la reforma tributaria rechazada. “El gobierno deberá priorizar y decirle al país cuáles son esas prioridades y cuánto cuesta su financiamiento. Más allá de que considero que la condonación del CAE erauna mala política pública, losrecursos de la reforma tributaria que se rechazó no contemplaban ingresos para esefin. No confundamos a la gente: si no se cumple con la promesa de condonar el CAE, no será por el rechazo de la reforma tributaria”, afirma Hermann González, de Clapes UC. Con todo, el senador García Ruminot cree que aún es posible condonar a los sectores de menores ingresos. En el mundo político también coinciden en que la otra promesa damnificada con el nuevo escenario político y financiero será la reforma a la salud. El programa de gobierno proponía crear un Fondo Universal de Salud financiado conel7% de cotización obligatoria de todos, más aportes del Estado, lo que significaba la desaparición de las isapres tal como hoy se conocen.
En el oficialismo reconocen las dificultades para abordar un cambio estructural de este tipo y aseguran que lo urgente hoy es evitaruna crisissistémicaen el sector debidoal fallo de la Corte Suprema que obliga a las isapres restituir los cobrosen exceso por la aplicación de la tabla de factores entre otras materias. Alberto Cuevas, de KPMG, cree que ningún sistema político está preparado para resolver todos los temas a la vez. “Se requiere gradualidad, pero al mismo tiempo avanzar en otrosaspectosque no son necesariamente legislativos.
Porejemplo, en materia de salud, resulta esencial fortalecer medidas de gestión y destinartodos los recursos posibles para seguir acortandola brecha histórica y el deterioro delasalud de las personas que todavía se hace sentir como consecuencia de la pandemia.
Quenose pueda avanzar tan rápidamente en una reforma estructural no significa que no se puedan hacer cosas importantes y urgentes, como reducir las listas de espera, especialmente en cirugías pendientes, seguir reforzando los cuidados contra el Covid, o enfrentarlas secuelas de la pandemia en la salud mental de muchas personas”, concluye Cuevas. Q Ía E | situación actual es absolutamente que todo aquello en lo que no haya consenso, sencillamente no se vaa poder hacer.
El resto sería simplemente dar peleas más bien testimoniales”. ALBERTO CUEVAS, socio de Impuestos de KMPG Chile y excoordinador de Políticas Tributarias de Hacienda El gobiemo deberá avanzaren lo que pueda en el tiempo que queda y eso significa ajustar las promesas de campaña, especialmente aquellas que tenían un enfoque maximalista y refundacional”. HERMANN GONZÁLEZ, coordinador macroeconómico de Clapes UC El gobierno tendrá que conformarse con lo que tanto criticó de los últimos 30 años: la gradualidad en el marco de reformas moderadas”. MAURICIO MORALES, analista político y académico de la Universidad de Talca