“Sin piedad, sin compasión”
“Sin piedad, sin compasión” Claudio Elórtegui Doctor en Comunicación Director Escuela de Periodismo ¡ a Universidad Católica de Valparaíso ¡ a Universidad Católica de Valparaíso e6 La realidad devela con crudeza que el "Sin piedad, sin compasión" na vezmás, hemos sido testigos de nuevas crisis de confianu za pública que afectan a empresas coludidas o instituciones como el Ejército. Situaciones diferentes, pero con efectos que generan un fuerte malestar y estupor en la opinión pública antela gravedad de los hechos.
Lastrágicas consecuencias sobre la vida de un joven conscripto y las secuelas sicológicas en otros, acontecidas en Putre, así como los efectos sobre las realidades a nivel hospitalario durante la pandemia con el oxígeno medicinal, son parte de un triste balance. ¿Qué acontece con la integridad corporativa u organizacional cuando se llega a acciones que producen estos lamentables impactos? Lamentablemente, los entornos de controlnno funcionaron, por más que las buenas prácticas estén enunciadas hacia el interior y se comuniquen al exterior de estas entidades involucradas, obteniendoreputaciones que, finalmente, caen como un castillo de naipes. Se podrá señalar, a su vez, que en estos casos hay decisiones personales, de los responsables que debían estaracargo de los procedimientos o de un cetrado círculo de altos ejecutivos. Sin embarcumplimiento normativo no logra imponerse. No son pocos los casos de colusión que se siguen sumando en el contexto chileno, tampoco los escándalos en las entidades castrenses.
Esto, sin olvidar lo que también ha pasado a nivel de administraciones públicas locales y nacionales". go, estos actos terminan por involucrar a muchos otros dentro de las organizaciones, que son arrastrados en pactos de silencio, miedo a cuestionar a los superiores para no perder sus fuentes laborales o presión desdelas asimetrías de poder. Al final, como hemos visto, todo explota públicamente, con declaraciones contradictorias, informaciones falsas, escasa empatía porlas víctimas y una escalada de responsabilidades que expanden la crisis al conjunto de las entidades involucradas. De esta forma, quedan dañadas en su credibilidad y en la necesaria vinculación que requieren con la sociedad. De hecho, la sociedad noes ajena alas actividades esenciales de estos organismos, pues los servicios que prestan como agentes públicos o privados se fortalecen de la interacción con las personas. Además, los miembros de la comunidad pueden llegara ser sus colaboradores, reclutas o stakeholders, según sea el caso, fortaleciendo una manera de comprendernos y resolver nuestros conflictos, mediante la tolerancia y el conocimiento mutuo. El fallecimiento del conscripto o la colusión del oxígeno son manifestaciones que ya habíamos visto en otros casos de la realidad nacional y que evidencian alarmantes incoherencias.
De hecho, convincentes argumentaciones se habían planteado en determinados ámbitos empresariales o institucionales, sobre supuestos mecanismos y culturas de gestión del riesgo, que actuarían como fuertes diques de contención ante los sesgos del comportamiento y las decisiones poco éticas. Sin embargo, la realidad devela con crudeza que el cumplimiento normativo no logra imponerse. No son pocos los casos de colusión que se siguen sumando en el contexto chileno, tampoco los escándalos en las entidades castrenses. Esto, sin olvidar lo que también ha pasado a nivel de administraciones públicas locales y nacionales.
Las tendencias internacionales que han avanzado en estas materias, nos sugieren la definición de políticas específicas; intensa transparencia, revisión y actualización continua de los procedimientos; así como una difusión clara y efectiva de las normas, fomentando la integridad de una cultura interna y ética, mediante la participación activa de todos los integrantes de la organización. Por último, la dimensión de empatizar en vez de someter al otro, esalgo que nos conecta con una sensibilidad humana particular, sobre todo, en la adversidad y por quienes detentan el poder. Empatizar no se enuncia de forma grandilocuente para generar expectativas y distorsionar las percepciones. La empatía pudo haber evitado subir los precios del oxígeno "sin piedad, sin compasión", como captó el audio de la Fiscalía interceptado a uno de los ejecutivos de la colusión del oxígeno. En tanto, la piedad y lacompasión pudo haber salvado la vida del joven conscripto Franco Vargas. salvado la vida del joven conscripto Franco Vargas. salvado la vida del joven conscripto Franco Vargas..