Autor: BÁRBARA VIAL A.
Cristián Valenzuela: EL ASESOR CLAVE detrás de José Antonio Kast
“El abogado de la UC le propuso a Kast depositar toda su estrategia política en la web. Así, pasó a transformarse en un activo usuario de Twitter y, luego, de You Tube”. “Es un perfecto republicano, conservador en lo valórico y liberal en lo económico”, dicen sus cercanos.
Eso sí, varios aseguran que es más moderado que Kast”. Era el segundo debate presidencial de este año y José Antonio Kast no brillaba tanto como lo hizo en su debut, La expectativa era alta y el candidato del Frente Social Cristiano la sentía sobre sus hombros. Se veía cansado y menos asertivo. De los cinco miembros de su equipo que lo acompañaban ese día, solo uno podía entrar al set en las tandas comerciales para apoyarlo y reajustar la estrategia.
Todos allísabían que esa persona era Cristián Valenzuela (40). El abogado de la UC y máster en Ciencias Políticas de la misma casa de estudios se ha transformado en el hombre clave en la candidatura presidencial de Kast.
De bajo perfil, no postula a ningún cargo de elección popular y evita las apariciones en público; fuera de sus intervenciones como comentarista en televisión o radio, Valenzuela ha cultivado un rol de asesor en las sombras. Pero en cada decisión que el candidato presidencial toma para su campaña, él está detrás.
Es experto en campañas norteamericanas, conocedor del funcionamiento de las redes sociales y, según sus pares, dueño de un gran “olfato político”. Una combinación ideal, dicen, para una campaña que se ha salido de los patrones tradicionales. Pero su complicidad con Kastno nació hace tres meses, camino ala papeleta. La histosia comienza mucho más atrás, cuando el candidato decidió darle su voto de confianza para avanzar en una estrategía política, hasta ahora, inédita en Chile ESTUDIOSO DE HILLARY Y TRUMP Era marzo de 2018. Kast había perdido las elecciones presidenciales, aunque había sorprendido con un 8% de los votos en primera vuelta. Pero quedaban cuatro años para la guiente oportunidad y el líder de Republicanos no tenía partido ni cargo político que le diera resonancia en los medios.
Fue en ese entonces que Valenzuela le pidió hacer un “salto al vacío”. Apasionado por las nuevas redes sociales y la forma en que estaban cambiando la manera de hacer elecciones en el mundo, el abogado le propuso a Kast depositar toda su política en la web. Así, pasó a transformarse en un activo usuario de Twitter y, luego, de You Tube. Pero eso no era todo. Su discurso también tenía que venir acompañado de frases polémicas, para estar en la agenda mediática. La apuesta no era fácil, pues el equipo de comunicaciones no estaba convencido y se resistía a hacer experimentos. Pero Kast dio el paso y se volcó a las redes, donde comenzó a sumar miles de seguidores. “José Antonio Kast tiene muchas caras según la plataforma en que esté y eso es Cristián Valenzuela”, dicen en Republicanos. De hecho, el abogado tiene un lema para el equipo. “Nosotros no nos podemos quedar sin internet”, dice, haciendo alusión a que deben ser siempre los primeros en aparecer en las redes. En 2016 y 2017, en las primarias y luego elecciones presidenciales entre Hillary Clinton y Donald Trump, Valenzuela estudiaba un máster en administración pública en la Universidad de Comell. Amante de las campañas norteamericanas, asistió como miembro del público en los “rally” o concentraci nes de Clinton y Trump. “Su paso por Estados Unidos fue clave para poder ver qué es lo que estaba ocurriendo en el mundo y el futuro de las campañas presidenciales”, dice Jorge Barrera, exsecretario general de Republicanos. Desde ese entonces, su “consumo” de materíal de candidaturas en Estados Unidos no paró. Ha estudiado a fondo la campaña de Barack Obama, y no se pierde las franjas, presidenciales o parlamentarias, en los canales gringos. Seguidor de los clásicos políticos como Margaret Thatcher, Ronald Reagan y Winston Churchill, Valenzuela es asiduo lector y uno de sus panoramas favoritos es recorrer librerías. De poca vida social y reservado de su vi da familiar —casado con tres hijos—, el abogado dedica varias horas al día a la lectura de diarios internacionales y libros de ciencias políticas. También tiene su lado geek. Sentado en su silla de gamer, está al tanto de todas las nuevas redes sociales y plataformas de comunicación virtual.
En Twitter, monitorea qué dice la gente acerca de Kast y sigue a personas de todo el espectro político, para saber qué está pasando. ¿Y qué piensa Valenzuela, hoy sin militancia en ningún partido? “Es un perfecto repu blicano, conservador en lo valórico y liberal en lo económico”, dicen sus cercanos, sobre sus posturas. Eso sí, varios aseguran que es más moderado que Kast y que es capaz de dialogar y ser para llegar a acuerdos. De hecho, fue él quien lideró las conver nes para que Republicanos fuera junto a Chile Vamos en las elecciones de constituyentes. Aunque otros también aseveran que tiene el mismo estilo directo y vehemente que Kast.
DE LA TÁCTICA A TIKTOK Valenzuela le ha dicho a su equipo que, si bien hay elementos parecidos de la campaña de Kast con la de Trump —posicionarse fuera del establishment y poner énfasis a promesas de orden y certezas—, Kast no se parecería al expresidente “para nada”, Cada vez que Kast escribe en redes sociales no lo hace sin antes consultarlo con su equipo más estrecho: Valenzuela y su jefa de co'municaciones, Carolina Araya. Y quien lleva la batuta en empujar al equipo a nuevos terenos es el abogado. Fue él quien convenció a Kast y al resto del comando de que el candidato presidencial tenía que tener TikTok, aplicación popular entre jóvenes, donde se suben videos cortos y llamativos. Hubo resis tencia, pero ahora el candidato tiene más de 230 mil seguidores. Mientras, Boric solo alcanza 21 mil y Sebastián Sichel, 62 mil. No ha sido su único acierto. Según cercanos, Valenzuela también se ha adelantado en prever temas controversiales que podrían golpear a Kast. Así, hizo que el candidato vi jara a Magallanes a hablar de hidrógeno verde cuando ha sido cuestionado por su postura frente al cambio climático. El mismo ojo para el timinglo aplicó en materia migratoria, cuando Kast viajó a Colchane en medio de la crisis. “Es un muy buen surfista. Sabe agarrar la ola en el momento perfecto”, señalan en su equipo. En todo caso, su olfato político no siempre ha logrado convencer a Kast y mirados en perspectiva algunos de sus postulados quizás no hubiesen sido adecuados. Por ejemplo, Valenzuela no estaba de acuerdo en formar un partido político, más bien era de la idea de quel candidato siguiera con su movimiento.
También se inclinaba por que el ex-UDI participara de las primarias de Chile Vamos, en vez de ir directo a la primera vuelta Con todo, el hijo de agregado militar —vivió en Antofagasta, Arica, Santiago, Estados Unidos y Corea del Sur, por la ocupación de su padre— ya es una voz que tiene su propio peso en la campaña de Kast. “Cristián ejerce su autoridad, porque en estos últimos cuatro años ha demostrado que su criterio es súper acertado”, dicen en Republicanos. Y es que con el candidato se leen de memoria y esto responde a un camino largo, que partió hace catorce años. “EL GOMERO” Fue en el Congreso donde un joven Ci tián Valenzuela conoció a José Antonio Kast.
En 2007, el recién egresado de Derecho partía su primer trabajo como asesor legislativo de la Fundación Jaime Guzmán y una de las comisiones que asesoraba era la de Educación, donde Kast, en ese entonces diputado UDI, participaba. Tímido y correcto, Valenzuela no hablaba ni le colaboraba cuando el parla'mentario intervenía en las sesiones, lo que llevó a Kast a reclamar a la fundación que le habían puesto un “gomero” de asesor. Bastó que el parlamentario alegara para que Valenzuela se hiciera notar. Ese mismo.
Año fue el encargado de elaborar un informe en la comisión investigadora por el Transantiago y al año siguiente trabajó codo a codo junto a Kast en la acusación constitucional contra la actual candidata presidencial, por esos días ministra de Educación, Yasna Provoste. En ese período trabajó también con parlamentarios oficialistas como Marcela Cubillos, Claudio Alvarado y Nicolás Monckeberg. Además, cultivó lazos que mantiene hasta hoy con su entonces compañero en la fundación, Jaime Bellolio, actual vocero del gobierno de Sebastián Piñera.
Ambos viven a solo cinco casas de distancia en Buin, son del Colo Colo —estaban abonados juntos— y para mantener la amistad, dicen en su entorno, “construyeron una muralla china” cuando se trata de hablar de la campaña presidencial de Kast o del Gobierno, al cual Valenzuela en más de una ocasión ha criticado. A diferencia de Bellolio, Valenzuela siempre se ha mantenido en la órbita de Kast.
En 2009, por recomendación del entonces diputado, el asesor legislativo pasó a ser jefe de gabinete del ahora constituyente Rodrigo Álvarez, cuando este asumió como presidente 'al perduró, y ocupó el mismo cargo cuando Álvarez asumió como subsecretario de Hacienda y luego como ministro de Energía. “Tengo la mejor opinión de Cristián; es un profesional brillante, un asesor excelente, con gran capacidad de análisis, con mucha prudencia y mucha sensatez en los temas políticos”, dice el convencional por Magallanes. Su primera aventura presidencial fue para la campaña de Joaquín Lavín, en su intento delegar a La Moneda. Valenzuela recorrió el país junto a él y una cámara Polaroid. “Fue mi escuela de campaña”, le ha dicho a sus cercanos. Con esa experiencia, también asesoró en la candidatura presidencial de Laurence Golborne. Pero la aventura ahí, como es sabido, fue breve. Hoy en su equipo bromean que es “yeta”, pues nunca sus candidatos han logrado salir electos. Tras esto se alejó un tiempo de la política, pero no de Kast, a quien ayudaba con legislativas como la fiscalización a la Universidad Arcis. Su único paso por el mundo privado fue de 2012 a 2013 en el estudio de abogados Morales y Besa, donde hacía asesoría legal con foco en contratos y due diligence. Asimismo, su práctica una vez licenciado fue en las cárceles y su mayor interés estaría en las reformas al Estado. Pero no fue hasta 2015 que Valenzuela llegó a estar en la primera línea del equipo de JAK. Estaba viviendo en Estados Unidos y estuvo a cargo de armar el programa de esa candidatura. Cuatro años después cumplió el mismo rol, pero esta vez luego de un trabajo previo de varios profesionales. Valenzuela veía que el proyecto de Kast agarraba forma.
DE LLENO EN LA CAMPAÑA Hace dos semanas, cuando Kast empezó a subir en las encuestas, el director de Desarrollo de la Facultad de Derecho de la UC pidió permiso sin goce de sueldo para dedicarse de lleno a la campaña. Hoy se le ve más a menudo en el comando, pero en su característi co bajo perfil. Reacio a contestar el celular, asesora en algunas ocasiones a otros miembros de Republicanos en caso de exposición mediática; sin embargo, tiene poca o nula relación con el resto de las figuras políticas del partido. “Es un personaje indescriptible”, confiesan algunos en el comando. Tanto así, que fiel a su estilo, le ha dicho a su entorno que no quiere tener ningún cargo en un eventual gobierno, aunque en su equipolo postulan a ministro del Interior o al sepiso. Pero Valenzuela no se ilusiona con las alzas en los sondeos. Mantiene la calma, pero les reconoce a sus más cercanos que Kast siempre se había preparado para esto. A dos semanas de la primera vuelta, el camino que han hecho juntos en estos más de cuatro años parece estar dando frutos. Eso sí, al asesor estrella aún le falta, Todavía no convence a su señora que vote por El abogado de la UC y exmilitante UDI es un ávido seguidor de la política norteamericana. Siguió las campañas de Hillary Clinton y Donald Trump como un asistente más de sus concentraciones. JAK, a quien conoce hace 14 años, compró su receta de volcarse a las redes sociales. La fórmula los tiene hoy mucho más lejos de lo que el equipo nunca imaginó. |
Resumen
DE LA TÁCTICA A TIKTOK
Valenzuela le ha dicho a su equipo que, si bien hay elementos parecidos de la campaña
de Kast con la de Trump —posicionarse fuera del establishment y poner énfasis a promesas de orden y certezas—, Kast no se parecería al expresidente “para nada”, Cada vez que Kast escribe en redes sociales no lo hace sin antes consultarlo con su equipo más estrecho: Valenzuela y su jefa de co'municaciones, Carolina Araya., Ambos viven a solo cinco casas de distancia en Buin, son del Colo Colo —estaban abonados juntos— y para mantener la amistad, dicen en su entorno, “construyeron una muralla china” cuando se trata de hablar de la campaña presidencial de Kast o del Gobierno, al cual Valenzuela en más de una ocasión ha criticado.,
DE LLENO EN LA CAMPAÑA
Hace dos semanas, cuando Kast empezó a subir en las encuestas, el director de Desarrollo de la Facultad de Derecho de la
UC pidió permiso sin goce de sueldo para dedicarse de lleno a la campaña.
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