Un “Requiem” entre la memoria y la emoción
Un “Requiem” entre la memoria y la emoción La ejecución del "Requiem" (1791) de Mozart en el hermoso Templo Mayor del Campus Oriente de la UC, bajo la dirección de Felipe Ramos Taky, fue no solo un acontecimiento artístico relevante, sino también un gesto de memoria cultural: la versión interpretada proviene de una copia manuscrita llegada a Chile en 1853, que permaneció intacta durante 172 años en la Catedral de Santiago.
Descubierta por el musicólogo Alejandro Vera, esta partitura, silente por más de un siglo y medio, recobró vida en el marco del 22º Encuentro de Música Sacra UC, en un concierto que conjugó fervor religioso, rigor académico y la complejidad de una obra tan mítica como exigente. Anoche, la misa de difuntos fue interpretada en el mismo lugar donde fue hallada: la Catedral de Santiago. El programa se abrió con el motete "Ave verum corpus" (1791), anticipo lírico y sereno que permitió establecer desde el inicio una atmósfera de recogimiento. El "Réquiem", en tanto, desplegó toda su arquitectura dramática con una sonoridad diáfana, impulsada por una dirección clara y decidida. Seguramente guiado por la partitura recién recuperada, Ramos Taky optó por tempi poco habituales. Particularmente en los movimientos iniciales y finales, la velocidad imprimió vitalidad al conjunto, pero también impuso grandes desafíos al Coro de Estudiantes UC y a la orquesta. En algunos pasajes, la rapidez dificultó la comprensión del texto y comprometió la articulación coral. Mención especial merece el concertino Miguel Ángel Muñoz, cuya excelencia técnica y musicalidad aportaron brillo y unidad al conjunto instrumental.
Entre los solistas, la soprano Claudia Figueroa brilló con una emisión luminosa y natural, ideal para el estilo mozartiano, aportando especial belleza en momentos como el "Lux aeterna". Evelyn Ramírez (alto) ofreció una interpretación interiorizada y cálida, con una línea expresiva de gran profundidad.
El tenor Gonzalo Quinchahual destacó por su bello timbre y pulcro legato, particularmente en "Mors stupebit et natura... " y el "Recordare", mientras que Cristián Lorca se impuso en el solemne e imponente "Tuba mirum". Fue un cuarteto bien equilibrado, que respondió con sensibilidad y musicalidad a los variados matices emocionales de la obra. Crítica de música Un "Requiem" entre la memoria y la emoción JUAN ANTONIO MUÑOZ H. ENCUENTRO DE MÚSICA SACRA UC: En el concierto, Claudia Figueroa, Evelyn Ramírez, Felipe Ramos, Gonzalo Quinchahual y Cristián Lorca. MÚSICA UC.