COLUMNAS DE OPINIÓN: Talcahuano y Ruta Interportuaria
COLUMNAS DE OPINIÓN: Talcahuano y Ruta Interportuaria ENFOQUE que una obra de infraestructura: es una señal de voluntad política, de planificación territorial y de visión compartida. Esta ruta fue pensada hace más de tres décadas con un objetivo claro: conectar los puertos de la Región afectando lo menos posible zonas residenciales. No obstante, aún no contamos con una vía expedita hacia uno de nuestros activos estratégicos: el Puerto de San Vicente.
El MOP ha planteado una solución en dos etapas, pero sin plazos definidos para la ejecución del segundo tramo, a cargo Talcahuano y Ruta Interportuaria El cierre de Huachipato no sólo marcó el fin de un ciclo industrial emblemático para Talcahuano y la Región, también nos enfrenta al imperativo de reimaginar el desarrollo productivo. Por ello, hoy más que nunca, la actividad logístico-portuaria es una oportunidad concreta para impulsar esa transformación, generando empleo, inversión y futuro.
En ese contexto, materializar la conexión vial entre el Enlace Colón y el Puerto de San Vicente, como parte de la extensión de la Ruta Interportuaria, representa mucho más Eduardo Saavedra Bustos Alcalde de Talcahuano de Vialidad.
Esta indefinición resulta especialmente preocupante si consideramos que el Puerto de San Vicente deberá ser relicitado en 2028 y que su valorización depende en gran parte de la existencia de una conectividad moderna, segregada y eficiente. Por ello, este año es clave para tomar decisiones que garanticen que esa licitación sea en condiciones favorables para Talcahuano y para la Región.
En el caso de la primera etapa, que corresponde a la construcción de un paso elevado que conecte la actual Ruta con la rotonda Cementos Bio-Bio -pasando por sobre Avenida Colón y la línea férreaexiste el temor que nuevamente quede postergada y se privilegie en el sistema de Concesiones otros proyectos.
Avanzar en esta obra no sólo responde a una necesidad comunal, así lo reconoce el Plan Más Movilidad impulsado por el Ministerio de Transportes, donde se identifican más de 25 proyectos estratégicos para la Región, entre ellos la conexión interportuaria como uno de los ejes claves para articular un sistema logístico y mitigar externalidades urbanas. A ello se suma el Plan de Fortalecimiento Industrial del Biobío, donde se reconoce la necesidad de robustecer la infraestructura logística como base para diversificar la economía regional.
No obstante, en la Cuenta Pública presidencial se echó de menos una mención decidida a este tipo de inversiones estructurales. ¿De qué sirve hablar de industria sin caminos para sostenerla? Esto no es una crítica, sino una invitación al Gobierno central, al mundo empresarial, a los trabajadores y la ciudadanía: llegó la hora de empujar juntos este proyecto y transformar a Talcahuano y al Biobío en el verdadero polo logístico-portuario del sur de Chile y Argentina. La extensión de la Ruta Interportuaria no es sólo una obra para Talcahuano, es una inversión para el país. Tenemos la oportunidad de hacer las cosas bien, con planificación, diálogo y compromiso. No la dejemos pasar. Talcahuano está listo para avanzar..