La robótica escolar chilena gana presencia en las competencias internacionales
La robótica escolar chilena gana presencia en las competencias internacionales "M añana todos formales", escribió hace unos días el profesor Mauricio Martínez en el grupo que creó para comunicarse con los estudiantes del equipo de robótica del colegio Puente Maipo, en el sector Bajos de Mena de Puente Alto. Al recibirlo, sus alumnos no supieron interpretar el llamado. "Nadie sabía bien qué iba a pasar, pero hicimos caso. Fue cuando nos pidieron entrar al comedor de profesores que empezamos a sospechar", comenta Bastián Echeverría, de 3 medio. Mientras hacían ingreso a un lugar donde pocas veces son convocados, notaron que además de los docentes, en la sala había representantes de empresas e incluso el alcalde de la comuna.
Todos habían llegado con la misión de comunicar a los escolares que tras meses de rifas, completadas y búsqueda de apoyo externo, el equipo había logrado reunir los 45 millones que necesitaban para viajar al Mundial de Robótica que se realizará en menos de un mes en Estados Unidos. La reacción de los estudiantes quedó grabada y se puede ver en el Instagram del colegio, que es parte de Fundación Nocedal: además de gritos y abrazos, hay muchos saltos. "Fue una felicidad tremenda, evidentemente.
Estábamos en el limbo de si íbamos a poder participar o no, y ahora que sabemos que sí, tenemos claro que vamos para ganar", señala Echeverría sobre la competencia en California, hasta donde llegarán a presentar un robot y un juego de realidad virtual que promueve la práctica del pimpón.
El cupo lo obtuvieron luego de destacar en los torneos nacionales de First Lego League, competencia donde otros cuatro grupos nacionales también obtuvieron pases a encuentros internacionales: el equipo del colegio Montessori de Talca fue invitado a Sídney, el colegio San Vicente de Talcahuano a Noruega y la Escuela Industrial Superior de Valparaíso, así como el colegio San Jorge de Talca, a Estados Unidos.
Este último viaje ocurrió a mediados de mes y tuvo como destino Houston, ciudad donde los estudiantes chilenos obtuvieron el segundo lugar en la categoría Robot Game Alliance, una hazaña que da cuenta del alto nivel por el que pasa la programación escolar del país.
Habilidades clave "Aquí vienen los mejores equipos del mundo; había cerca de 60 países y unas 50 mil personas", comenta María Jesús Díaz, quien durante muchos años entrenó a escolares chilenos para estos encuentros y quien hoy vive en Estados Unidos.
Sus propios hijos fueron invitados a participar en el evento de Houston, en este caso, en la categoría para menores, que a diferencia de las otras, no es competitiva y más bien busca incentivar que los más chicos se motiven con la tecnología y las ciencias.
L a s r e c o m p e n s a s --continúa-no son pocas, porque además de la entrega de becas, en este tipo de encuentros siempre hay empresas buscando talento joven, entre ellas, algunas como la CIA y la Nasa.
La especialista además destaca que la ganancia en aprendizajes es enorme, porque junto con adquirir conocimientos prácticos, "también se aprende a exponer, a argumentar, a mostrar cómo se llegó a desarrollar cierta solución, a entender en qué se equivocaron y cómo corrigieron". Al respecto, Mauricio Martínez agrega que "los chicos ganan desde el día uno, porque en los talleres conocen a personas que no son compañeros suyos, con las que nunca han hablado, de diferentes edades y gustos. Así aprenden a convivir con sus pares, a hacer lazos y desarrollar su comunicación.
Todos juntos aprenden a resolver problemas". Por su parte, Jorge Soto, profesor que acompaña a The Mainstream, el equipo del colegio San Jorge de Talca, destaca que este tipo de actividades "empodera a los estudiantes, porque al ver lo que pueden lograr, empiezan a creer más en ellos mismos, y ese siempre es el máximo logro para uno como docente". Soto recuerda que la educación actual apunta al desarrollo de las llamadas habilidades del siglo 21, que entre otras cosas llaman a saber trabajar en equipo y tener un pensamiento crítico, dos cosas que --dice-la robótica promueve. "Es cierto, porque aparte de las habilidades técnicas que aprendí, para mí lo más importante ha sido el tema del compañerismo y las ganas de querer aprender", comenta Antonia Álvarez, estudiante de 18 años que a fines de 2023, mientras cursaba su último año en el Liceo N1 Javiera Carrera y tras participar de un bootcamp de programación en vacaciones, obtuvo un cupo, con apoyo de la ONG Con-Ciencia y junto a otras cuatro escolares locales, a la First Global Challenge, una competencia robótica estilo olimpiada, que se celebró en Singapur y que reunió a jóvenes de 192 países. "Fue emocionante conocer a gente de tantas partes distintas", rememora. Justamente, la capacidad de reunir a muchas personas diversas es lo que también destacan quienes forman parte de la programación educativa.
En los últimos años, por ejemplo, la Fundación Spark Talents, organización que impulsa la First Lego League en Chile, ha resaltado que en su programa participan niños con trastornos del espectro autista, que forman parte de fundaciones como Nuestros Hijos (para niños con cáncer) o que tienen una discapacidad auditiva, entre otros. Además de conocimiento técnico, la preparación implica aprender a trabajar en equipo y comunicarse mejor: La robótica escolar chilena gana presencia en las competencias internacionales M.
CORDANO n En el último tiempo, son varios los establecimientos locales que han hecho noticia por obtener un cupo para representar al país en torneos globales, compitiendo par a par con los mejores del mundo. 14 son los alumnos del colegio Puente Maipo de Puente Alto seleccionados para participar en un torneo a realizarse en mayo en EE.UU. Gracias al apoyo de diversas empresas y personas naturales, solo hace unos días reunieron los 45 millones que necesitaban para financiar el viaje, al que llegaron tras competir contra otros 180 colegios chilenos. CEDIDA Chile fue uno de los pocos países en participar con un equipo exclusivamente femenino en el First Global Challenge que se llevó a cabo en Singapur a fines de 2023. CEDIDA También en universidades La robótica educativa local también ha tenido buenos resultados a nivel de educación superior.
Un ejemplo es el caso del grupo de la Universidad del Bío-Bío, que tras ganar el All Chile Robot Contest a principios de este año, actualmente se prepara para viajar a competir a Japón en 2025. "Tenemos que diseñar un robot en función a ciertos reglamentos que nos entregan y, estando allá, tenemos primero un test run, que es ir a probar que el robot funcione, ver que detecte bien la pista (por donde deberá trasladarse, dado que parte de las pruebas suponen completar un circuito) y tras eso, vienen los días de competencia", comenta Rodrigo Fuentes, miembro del equipo y estudiante de Ingeniería de Ejecución en Electrónica. La perspectiva de competir a nivel global lo entusiasma a él y a las otras tres personas que representarán a Chile en el torneo..