Estudio relaciona el dolor crónico en el Parkinson con la microbiota intestinal
Estudio relaciona el dolor crónico en el Parkinson con la microbiota intestinal Parkinson con la microbiota intestinal DANIELA TORÁN DANIELA TORÁN la composición de la microbiota comensal, el conjunto de microorganismos que se localizan en el intestino, con efectos en la regulación del dolor crónico.
Este mecanismo es parte de una sintomatología poco estudiada por la comunidad científica mundial, cuyos alcances fueron abordados recientemente en un artículo de revisión realizado por inves enfermedad de Parkinson altera enfermedad de Parkinson altera El investigador del Centro Basal Ciencia y Vida concluye que la respuesta inmune contra una proteína agrava la calidad de vida de las personas que sufren personas que sufren personas que sufren. El doctor tudiando los mecanismos que hay Parkinson. Pacheco publicó letrás del Parkinson, enfermedad el artículo junto degenerativa del cerebro, asociada a la neuróloga principalmente a síntomas motores. Margarita Calvo.
Pero esta enfermedad también tietigadores chilenos del centro basal ne un grupo amplio de síntomas no Ciencia y Vida de la Universidad San motores que normalmente solos, Sebastián, el cual fue publicado en la explica, no son suficientes para diagprestigiosa revista Pharmacological nosticar Parkinson. Sí son síntomas Reviews. que acompañan a las personas que El doctor en inmunología Rodrigo viven con esta enfermedad. "Uno de Pacheco lleva más de 10 años esellos es el dolor crónico.
Entre el 65% y el 80% de los pacientes con Parkinson sufren dolor crónico, el cual puede presentarse a nivel intestinal, a la piel o en otra parte". "Se podría pensar que el dolor se produce por mecanismos secundarios de la enfermedad, pero no. El dolor está totalmente afectado por la respuesta inmune y por la microbiota", agrega. Para estudiar este mecanismo, primero hay que entender la relación entre el Parkinson y la microbiota.
Estudios internacionales indican que el Parkinson comenzaría en el intestino muchos años antes de que el paciente muestre problemas de movimiento. "En el Parkinson se ve comprometida la composición de la microbiota, es decir, hay una disbiosis. En condiciones de salud, la tarea principal de la respuesta inmune del intestino es inducir tolerancia a las proteínas de los alimentos y a los componentes propios. Cuando hay disbiosis, el sistema inmune cambia su comportamiento y en vez de promover tolerancia produce inflamación contra una proteína de las neuronas del sistema nervioso de las neuronas del sistema nervioso CEDIDA entérico. Esta respuesta inflamatoria tiene dos consecuencias: genera linfocitos con memoria contra esta proteína, y conlleva estrés oxidativo. Esta es una proteína que existe en condiciones normales, pero el estrés oxidativo hace que se transforme en una proteína patogénica, es decir, que promueve esta enfermedad. Se forma un ciclo vicioso porque la misma respuesta inmune contra esta proteína genera estrés oxidativo y hace que se genere más de esta proteína", explica Pacheco. Cuando esta proteína adquiere su conformación patogénica en el intestino es capaz de migrar hacia el cerebro através del nervio vago. Los linfocitos también viajan y promueven la muerte de estas neuronas que controlan los movimientos.
Otros estudios compararon la microbiota de animales sanos y de animales enfermos con Parkinson y concluyeron que la principal diferencia estaba en bacterias que eran productoras de ácidos grasos de cadena corta, que son unos metabolitos. "Hay una proporción de ácidos de cadena corta que es sana.
Ellos veían que la disbiosis que ocurría en el Parkinson implicaba un cambio en la proporción de los ácidos grasos de cadena corta". En el estudio, Pacheco y la neuróloga Margarita Calvo, describieron todos los mecanismos por los cuales la microbiota o bacterias producen diferentes metabolitos que pueden actuar directamente sobre las neuronas que censan el dolor, que se llaman nociceptores.
Eso afecta el umbral por el cual esas neuronas pueden desencadenar una corriente, que se traduce en la percepción del dolor. "Lo otro que describimos es cómo la microbiota, a través de la producción de metabolitos, puede indirectamente regular el dolor", dice Pacheco.
El investigador comenta que si se entiende bien el detalle de estos mecanismos, se podría manipular la composición de la microbiota para poder atenuar este síntoma. "Es un área que falta mucho por estudiar, pero cuando haya mayor conocimiento uno podría generar un probiótico o mezcla de bacterias que corrijan este problema de composición y hagan desaparecer el dolor". y hagan desaparecer el dolor".. - -