Las crisis de pánico se multiplican entre la población
Las crisis de pánico se multiplican entre la población entre la población La cantidad de personas de todas las edades que sufren estos episodios ha aumentado en 50% tras la pandemia. Algunos de los síntomas son sentir que se está perdiendo el control, que se está teniendo un ataque cardíaco o incluso que se va a morir.
SON MÁS COMUNES EN LAS MUJERES: CONSTANZA MENARES L a primera vez que Viviana Uribe (32) tuvo un ataque de pánico fue en tiempo de pandemia. "Recuerdo que llevaba seis meses de teletrabajo cuando una mañana me conecté a una reunión y al rato comienzo a sentirme muy abrumada. Tenía escalofríos, náuseas, sudaba helado, se me revolvió el estómago y sentí que me había bajado la presión. Era una mezcla de muchos síntomas muy incómodos, no dolorosos, sino que eran muy molestos. Me sentía extraña en mi propio cuerpo, y mientras más pensaba en cómo me estaba sintiendo, peor era, porque la incomodidad crecía. Fue tanto así que en un minuto me puse a llorar, no podía parar y me paré de la videollamada y me fui a acostar", relata Uribe.
Y continúa: "Es difícil describir lo que me pasó, porque si lo pienso ahora racionalmente, no hay modo de que mi mente pensara de que por el nivel de estrés que tenía a causa de mi trabajo yo haya pensado que me iba a morir.
No hay una conexión entremedio, pero en ese momento yo creía que no estaba rindiendo lo suficiente, que no era capaz de hacer mi trabajo, que nadie estaba conforme conmigo, ni siquiera yo misma, y esa sensación de ansiedad tremenda me llevó a tener pánico y a sentirme físicamente mal, pensando que moriría". Uribe cuenta que ese mismo día, tras haberse logrado calmar por su cuenta, pidió una hora de telemedicina al psicólogo, quien luego la derivó a un psiquiatra.
Gracias a la ayuda profesional, dice, supo que el episodio que había experimentado era una crisis de pánico: "Cuando pasa por primera vez, la incertidumbre de no saber lo que está sucediendo hace que la experiencia sea peor". "Una crisis de pánico no es un trastorno mental, o una clasificación de una `enfermedad mental'. Son experiencias que ocurren en distintos tipos de situaciones, en particular bajo estrés, y no necesariamente decantan en un problema de salud diagnosticable", explica Cristóbal Hernández, académico de la Escuela de Psicología de la U. Adolfo Ibáñez.
En concreto, dice el experto, "según el Manual Estadístico Diagnóstico de Trastornos Mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, son episodios donde una person a s i e n t e u n m i e d o y u n a incomodidad muy intensa que tiende a durar minutos, al menos en su peak más intenso, y que se acompaña de sensaciones físicas desagradables, difíciles de tolerar o que asustan, tales como palpitaciones, sudor, temblor o sentir el pecho apretado, entre otros". "Lo que asusta bastante es que tienden a ser abruptos e inesperados.
Cuando suceden, las personas se asustan un montón y pueden llegar a tener la sensación de perder el control, de que están teniendo un ataque cardíaco o que incluso se pueden morir, de ahí el pánico", relata Hernández. Tema tabú Juan José Trebilcock, psiquiatra de la Clínica U. de los Andes, cuenta que "las crisis de pánico, al igual que todos los trastornos ansiosos, han tendido a aumentar pospandemia. Hemos visto mayor número de estos cuadros en el último tiempo, son de los más frecuentes junto con la ansiedad generalizada y ansiedad social.
De hecho, hasta un 5% de la población puede experimentar crisis de pánico durante su vida". Sobre quiénes pueden padecerlos, el médico dice que "cualquier persona, aunque hay distintos elementos que pueden influir, como los genéticos, que no son modificables.
También elementos ambientales, como la falta de sueño, el uso de drogas y el consumo de alcohol en algunos casos". "Se plantea que los trastornos de ansiedad han aumentado en torno a un 50% en los últimos años. La exposición a información a través de internet y redes sociales hace que los jóvenes estén más sensibilizados ante los problemas de salud mental", señala Jennifer Conejero, psicóloga de Clínica Santa María.
Sin embargo, el aumento, explica, ha ocurrido en personas de todas las edades y sobre todo mujeres. "Si bien también se presenta en hombres, quienes tienden a consultar de manera más tardía, existe una mayor prevalencia en mujeres. En su caso, las brechas de género, la sobrecarga mental y la exposición a violencia aumentan la probabilidad de desarrollar estas patologías", puntualiza Conejero. A juicio de la especialista, que el tema se converse más abiertamente "ha hecho que más personas sean susceptibles a creer que los padecen.
En este sentido, es importante señalar que un solo episodio ansioso no es significativo para el diagnóstico, ni tampoco es un ataque cuando se producen una vez como reacción a una situación de estrés agudo, como la muerte de un ser querido. Sentirse ansioso no es una crisis de pánico, ni la ansiedad anticipatoria a situaciones estresantes. Tampoco lo es la frustración o ira en momentos específicos. Marianne Pugin (31) ha sufrido múltiples crisis de pánico. Según recuerda, la primera vez que experimentó una fue a los 16 años. "Yo no sabía lo que era, solamente empecé a sentir mucha angustia y no sabía cómo manejarlo. Sentía que me iba a morir y no podía parar de llorar, me ahogaba. En ese tiempo no conocía a nadie que hubiera pasado algo así", resume. Y añade: "Actualmente, trabajo como creadora de contenido y veo que hoy en día el tema está más visibilizado, al menos en redes sociales. Han salido muchos artistas y famosos a comentarlo (por ejemplo, la cantante y actriz Tini Stoessel lo ha reconocido abiertamente), lo que ha ayudado a que se hable más de esto.
Creo que falta educación aún respecto a la salud mental, pero vale la pena luchar por estar bien y romper con la idea de que son tópicos tabú". "Cuando se experimenta una crisis de pánico lo más importante es ser evaluado por un médico, porque hay otras enfermedades que pueden presentar síntomas similares", asegura Eugenia Escorza, jefa de Salud Mental de Clínica Dávila. Para quienes tienen estos episodios, la especialista recomienda "tratar de estar tranquilo y tener la certeza de que va a pasar.
Algo que ayuda es cambiar el foco de la atención, por ejemplo, llamar a alguien que acompañe, respirar profundo y soltar en tres tiempos o estimular otros sentidos: oler un perfume o ver imágenes que nos distraigan.
Siempre es recomendable pedir ayuda y ser tratado por un profesional de la salud". Cuando se vive un ataque de pánico, lo ideal es poner el foco en otra actividad, como oler un perfume o ver imágenes que distraigan. Respirar profundo y soltar el aire en tres tiempos también ayuda. PEXELS / CREATIVE COMMONS.