Autor: Octavio Álvarez Campos Profesor de Historia y Geografía
Región de Coquimbo: ¿ Seguiremos entrampados en quimeras?
Nos parece interesante que se esté hablando sobre la necesidad de una reactivación económica entendiendo que ya estamos entrando en un proceso de recesión en donde esta región lamentablemente es una vez más pionera y por ello se deben buscar mecanismos para enfrentar esta situación. El tercer conversatorio realizado este martes en la conurbación, nos hace pensar que no se avanza mucho en una nueva propuesta para enfrentar esta disyuntiva.
Todos sabemos que es el empuje de las empresas privadas quienes nos pueden ayudar a desarrollar y reactivar la economía de la zona, pero estamos conscientes que con la visión de las nuevas autoridades que no creen en un sistema económico de libre mercado, será muy difícil avanzar ya que los proyectos se entrampan en la burocracia administrativa del Estado y por concepciones ideologizadas que están obsoletas y fracasadas.
Recordemos que también desde el año 2018 se viene trabajando entre la Universidad de La Serena y el proyecto Azul, quienes están en la búsqueda de un desarrollo sustentable donde se han abocado en implementar una desaladora, pero han dejado de lado al parecer, la arista de investigar los daños ambientales que provoca el emisario submarino que ya debería haberse transformado en una planta real de tratamiento de aguas, y con ello solucionaríamos dos problemas a la vez, es decir; tendríamos agua dulce utilizable y eliminaríamos el vertimiento de aguas servidas al mar, la cual perjudica el desarrollo del turismo más la flora y fauna marina de la costa de nuestra región.
Estamos a las puertas de un nuevo verano y con posibilidades ciertas que pese a la situación económica de nuestros vecinos argentinos, es factible que arriben a la zona hacia sectores costeros por un asunto más que nada de distancia.
De allí, que es prioritario crear una cultura de atención y protección hacia ellos ya que, no solo dejan alrededor de 94 dólares por día por persona, sino que también se ha comprobado en años anteriores que mueven el comercio local.
Creemos muy loable pensar en el futuro, pero tener conexión con Argentina a través de túneles que no cumplirían el objetivo en el año 2040 debido a que habría otra realidad o la Planta Desaladora la cual se ha venido hablando varios años atrás y que alo menos se demoraría unos 5 años más, es seguir ilusionándose.
Por ello, hacemos un llamado a focalizar las estrategias con acciones más concretas de corto y mediano plazo que provoquen un dinamismo, como lo que se ha venido realizando, con la recuperación y hermoseamiento del centro de las ciudades, que daba una pena enorme ver el grado de destrucción en que estaba; el capacitar al área de atención turística; el fomentar emprendimientos como ha sido el Pueblito de Peñuelas; incentivar las ferias costumbristas que beneficia principalmente a los sectores rurales.
Paralelo a ello, pueden implementarse otras medidas rápidas como la de eliminar el césped de plazas y jardines y cambiarlo por especies autóctonas; diseñar estrategias de utilizar de mejor manera el «derroche» de agua que hoy tenemos como consumidores. En el ámbito empresarial incentivar con reglas claras la inversión e instalación de empresas aprovechando los múltiples tratados de libre comercio que tiene Chile y, no olvidando que somos una región minera, agrícola y turística.