De Piñera a la piñata
De Piñera a la piñata D espués de la muerte de Sebastián Piñera hubo un intento de unir a la derecha, o lo que hoy se conoce como "las derechas", dentro de una agrupación política que fuera extendiéndose hacia el centro, y ya no viviera a la sombra del Partido Republicano, ni sufriendo el bullying de quienes la acusan de ser, como se decía en España, una "derechita cobarde". La idea del "piñerismo" sonaba bien pero no sé qué pasó con ella. Tal vez nunca fue más que una declaración de buenas intenciones hecha entre las condolencias, los palmoteos y los balances del legado del expresidente muerto. Hoy estas derechas están divididas como siempre y corren el riesgo de farrearse las próximas elecciones parlamentarias, pese a que, como podría pensarse, todo está a su favor.
Desde aquí se ve que al parecer lo único que las une es entretenerse jugando a la piñata con el gobierno, dándole palos a una efigie de cartón del presidente al que le pegan todo el rato por las razones que sean. No es ninguna novedad que este gobierno lo ha hecho mal y que vive tropezándose, enredado en obstáculos que el mismo va poniendo en su camino.
Pero no creo que tenga mucho sentido, si de verdad quieren resolverse los problemas del país, seguir insistiendo en las contradicciones de sus autoridades o cómo han tenido que cambiar de opinión prácticamente sobre todo lo que vienen diciendo desde que entraron en política, a excepción de constatar que el chancho está mal pelado, algo que lo sabe todo el mundo. Por lo d e m á s l a l i s t a d e l o s arrepentidos de octubre de 2019 crece y crece por todos lados.
La gracia de jugar a la piñata es romperla para que caiga el montón de premios que esconde adentro, pero puede que no caiga ninguno si la derecha no se pone de acuerdo ni se concentra en ofrecer una alternativa de soluciones o propuestas concretas para resolver los problemas que este gobierno no ha podido solucionar.
Hace una semana un grupo de parlamentarios de derecha publicó una carta bastante razonable en El Mercurio, "Una oposición con vocación de mayoría" llamando a la unidad del sector y a que este le proponga al país una "hoja de ruta alternativa" a la que ha ofrecido la coalición que nos gobierna y que su actividad "no se agote en la sola negativa y denuncia". Una de las lecciones que ha dejado nuestro delirio constituyente de los últimos años es que el pueblo chileno podrá ser mañoso e impredecible, pero jamás tonto.
La economía no va a volver a crecer por pura voluntad y la crisis de seguridad no se terminará a punta de puras promesas de mano dura, mientras las cárceles no den abasto y los colegios no funcionen.
El juego que a la oposición le parece tan divertido y emocionante de pegarle a la piñata hasta destruirla, puede terminar convertido en un duelo a garrotazos como en la famosa pintura de Goya y ese es un drama que preferiría no tener que mirar. De Piñera a la piñata Marcelo Somarriva Q. "El juego de pegarle a la piñata hasta destruirla puede terminar convertido en un duelo a garrotazos"..