Protesta devenida en cancelación
Protesta devenida en cancelación E n una muestra de apertura y pluralismo, la rectora de la Universidad de Chile, Dra.
Rosa Devés, ofreció el Salón de Honor de esa casa de estudios a la vice primera ministra de Ucrania, Yuliia Svyrydenko, para que dictara la conferencia "Fórmula del Presidente Zelenski para lograr la paz de manera sostenible y duradera en Ucrania". Fue una decisión valiente, pues el que una parte de su estudiantado haya hecho suya la artificiosa argumentación de Vladimir Putin, que acusa a la democracia ucraniana de ser un régimen nazi --a pesar de que quien lo preside es abiertamente judío--, podía anticipar protestas. De hecho, eso fue lo que ocurrió.
Y como una muestra de la confusión conceptual de quienes protestaban, uno de sus lienzos rezaba: "En Chile no aceptamos fascistas, el régimen ucronazi de Zelensky caerá". Ello, aun cuando originalmente la protesta tenía como propósito instalar un "campamento" en la casa central de la universidad para manifestarse contra Israel y en favor de Palestina, replicando las protestas protagonizadas por estudiantes de planteles estadounidenses.
La visita de la vice primera ministra les dio a algunos la oportunidad de mezclar ambas causas, las que tal vez para ellos estarían ligadas según las particulares lógicas de la "interseccionalidad", sin advertir cuán contraproducente resulta ligar la preocupación por la población palestina con la política expansionista de un líder autoritario como es Putin.
Los casi 200 estudiantes que irrumpieron en la casa central con gritos de protesta, banderas palestinas, cánticos y ruidosos instrumentos musicales, hicieron imposible la realización de la conferencia, la que se suspendió "por razones de seguridad". Las autoridades universitarias lograron, sin embargo, evacuar a los asistentes por una puerta lateral y conducirlos hacia la rectoría, lugar donde se congregaron unas 100 personas para escuchar las palabras de la ministra Svyrydenko.
Se constata, una vez más, cómo una protesta supuestamente pacífica, que pretendía visibilizar la postura de los manifestantes frente a un tema controversial, se transforma en la apropiación física y sonora de espacios públicos para impedir que quienes tienen ideas distintas puedan exponerlas.
Es decir, cancelan las ideas de otros si estas no coinciden con las suyas, en una abierta transgresión a la libertad de expresión --derecho fundamental de las democracias liberales--, acción que tiene todas las características fascistas que ellos dicen repudiar.
A pesar de lo ocurrido, cabe aplaudir la decisión de la rectora Devés, no solo por convocar la conferencia y así escuchar la postura de una de las partes de un conflicto que preocupa a la humanidad, sino, además, por no dejarse amilanar ante las protestas y trasladarla a sus oficinas. Mostró así que el corazón del espíritu universitario se encarna, precisamente, en el libre debate de las ideas, un valor que la Universidad de Chile debe y quiere preservar. Los estudiantes harían bien en reflexionar sobre aquello y revisitar críticamente lo ocurrido. El corazón del espíritu universitario se encarna en el libre debate de las ideas..