Karin Cárdenas Leal
Desde el año 2016 es parte del equipo de la Unidad de Patrimonio de la Municipalidad de Chillán (UPA) a cargo de realizar metodologías de participación ciudadana para la valoración del patrimonio en comunidades y metodologías para la educación patrimonial, creando el programa de Educación Patrimonial Escolar (EPE) para escuelas públicas. Y desde el 2019 es encargada de la UPA liderando el trabajo multidisciplinar de la unidad. Es Licenciada en Educación, mención Historia y Geografía de la Universidad del Bío-Bío, institución en la cual además, se desempeñó como ayudante de as cátedras de Historia del siglo XIX y América del siglo XX.
Y de orma paralela a su trabajo en la UPA ha profundizado sus estudios en el ámbito del patrimonio egresando como diplomada en Patrimonio Cultural y cursando actualmente el magíster en Parimonio Cultural, ambos en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Entrevista. Nos transformamos en capital regional y estamos experimentando un desarrollo acelerado.
En ese camino muchas veces se pierden los valores originaes e identitarios del territorio y ahí es donde hay que poner el ojo, el desafío es crecer pero sin perder nunca el quiénes somos, para qué y hacia dónde vamos.
Estamos en un punto de inflexión donde muchos de nuestros patrimonios están en riesgo”. 0 Cómo recibió el desafío de liderar la Unidad de Patrimonio de la Corporación Cultural de Chillán? Ha sido un gran desafío, trabajar en el sistema público no es fácil y tampoco coordinar distintas disciplinas, porque el enfoque que tenemos es ser multidisciplinario, hay que dialogar con arquitectos, antropólogos, sociólogos con una mirada super crítica, amplia y dialogante para tener una visión más integral del patrimonio. También ha sido un desafío súper bonito, porque me ha dado el espacio de poder profundizar este interés en torno a la educación patrimonial.
De hecho, este año pudimos concretar el programa y ya hay 7 colegios donde se está implementando. 0 Qué aspecto destacaría de la labor que realizan ustedes en la unidad? Es un trabajo muy gratificante porque trabajas constantemente con comunidades y eso está muy ligado a lo emocional, porque son ellas las que te dicen qué valorar, qué eslo importante y por qué motivos.
Siempre entramos en un dialogo cercano con las comunidades y también como de agradecimiento, porque nos abren parte de su historia personal y nos confían parte de sus anhelos para, dentro de lo posible, concretar sus intereses de salvaguardar sus patrimonios.
Yo creo que eso es algo muy destacable y gratificante porque trabajamos con personas para las personas. 0 Por qué es tan importante preservar el patrimonio local? ¿ Qué características tiene Nuble? Se sabe que Ñuble está ligado a la identidad de ser tierra de héroes y artistas y si bien eso es así, también es importante pensar por qué, qué se da en este territorio que hay tanta inspiración y creación y yo creo que eso nos pega un poquito a todos. Y eso, si bien muchos no lo tienen claro, tiene que ver con nuestro patrimonio. Nuestro territorio es super rico, desde la ruralidad a los sistemas urbanos que se han creado se preserva una calidad de vida, donde los barrios todavía tienen una identidad fuerte que hace comunidad. Eso hay que cuidarlo para que se preserve en el tiempo. 0 Qué desafíos o amenazas presenta el patrimonio en la región actualmente? Nos transformamos en capital regional y estamos experimentando un desarrollo acelerado.
En ese camino, muchas veces se pierden los valores originales e identitarios del territorio y ahí es donde hay que poner el ojo, el desafío es crecer, pero sin perder nunca el quiénes somos, para qué y hacia dónde vamos. Estamos en un punto de inflexión donde muchos de nuestros patrimonios están en riesgo y eso hace que las comunidades se levanten a proteger lo que consideran importante.
La gente se está dando cuenta que si no se hace algo, nuestro patrimonio podría desaparecer. 0 Cuáles son los tipos de patrimonio que están en riesgo y cómo esperan trabajar para preservarlos? Tenemos el caso de las alfareras de Quinchamalí, que están a la espera de la resolución de la Unesco, pero en un contexto donde ellas saben que sino se hace nada en el presente, probablemente en poco tiempo ese saber puede ir desapareciendo. A este elemento inmaterial más que nunca ha estado nuestro apoyo, pero quizá lo más difícil es salvaguardar el patrimonio urbano arquitectónico, porque está en este punto de inflexión donde hay un crecimiento acelerado. Nuestro desafío es generar los lineamientos para la protección de este patrimonio logrando más declaratorias.