Autor: CAMILA FIGUEROA
Nueva terapia corrige el temblor esencial con ultrasonido
El dispositivo Neuro HIFU provoca una lesión térmica en una zona cerebral llamada tálamo Detalles de la zona a la que llega el ultrasonido 1 Entre 700 y 800 emisiones de ultrasonido, que salen desde un casco instalado en la cabeza del paciente, son dirigidas a una zona profunda del cerebro llamada tálamo. Allí se emiten las señales neuronales que controlan el movimiento. Las ondas se concentran en el núcleo ventral intermedio del tálamo, que es el lugar exacto donde se genera el temblor en el paciente. Cuando la temperatura llega a los 55 grados, se produce una lesión térmica permanente y el paciente deja de temblar. N casco puede eliminar el temblor provocado por la enfermedad de Parkinson.
Su nombre es Neuro HIFU y está instalado en un equipo de resonancia de la Clínica San Carlos de Apoquindo, de la Red de Salud UC Christus. "Usted me va a robar el alma”, le dice el neurólogo Carlos Juri a un fotógrafo que lo sigue por los pasillos del centro de salud. A Juri le encanta la tecnología de Neuro HIFU. Dice que es como volver al inicio de los tratamientos contra el temblor del Parkinson, pero con tecnología. Bondades del ultrasonido Juri conoce perfectamente la tecnología de Neuro HIFU. “Busca elevar la temperatura en una región muy localizada del cerebro (donde están ubicadas las neuronas que provocan el temblor) que se llama núcleo ventral intermedio del tálamo. Eso se logra con el ultrasonido incorporado en este dispositivo”, explica.
La idea de elevar la temperatura, describe el neurólogo de la Red de Salud UC Christus es calentar el cerebro hasta que se provoque una pequeña lesión térmica focalizada en una zona del tálamo. "Es como poner un papel bajo la lupa para que empiece a quemarse con el sol en un punto. Es exactamente lo mismo, pero en vez de usar rayos de sol, utilizamos ultrasonido”, ejemplifica. Eliminar el temblor Para que todo funcione, cuenta Juri, el paciente debe realizarse una resonancia para planificar el tratamiento. Luego de inmovilizar la cabeza del paciente con un aparato, se instala el casco. Entra al resonador y el neurocirujano comprueba que coincidan las coordenadas a las que deben apuntar los emisiones de ultrasonido, que son mil, pero se utilizan entre 700 y 800. El paciente debe estar conciente en todo el procedimiento. Cuando eso está resuelto, entra el ultrasonido. "Voy aplicando energía. La temperatura sube lentamente (eso es entre 10 y 20 segundos) hasta alcanzar los 45 grados. En ese momento las neuronas de la zona dejan de funcionar de manera transitoria”, detalla el neurólogo. Al llegar a los 45 grados de temperatura, describe Juri, se saca al paciente del resonador para evaluar si el temblor desapareció o no. Si la persona sigue con el movimiento no controlado, debe ingresar nuevamente al resonador para redireccionar los emisores de ultrasonido, ya que la zona afectada puede ser milimétricamente distinta en cada persona. Si el paciente no tiembla, continúan con más ultrasonido. “Buscamos llegar alos 55 grados porque a esa temperatura se produce la lesión definitiva. Con esta técnica tengo la ventaja de evaluar el efecto, para luego producir la lesión definitiva.
La terapia dura entre cuatro y seis horas porque tenemos que ir evaluando, pero el paciente entra entre 10 y 20 veces al resonador”. Tiene una gracia Rómulo Fuentes, investigador del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica, destaca la técnica. "En el pasado el Parkinson se trataba con una lesión localizada, que se realizaba con cirugía. Había que perforar el cráneo. Se ponía un electrodo y así se generaba la lesión térmica. El Neuro HIFU es lo mismo, pero con ultrasonido.
Sí, tiene la gracia de que puedes ver inmediatamente lo que haces y comprobar hasta que se logra la lesión permanente”, comenta Fuentes, quien propuso la técnica de estimulación medular, que trata la rigidez muscular, lentitud y otros signos del Parkinson. "El Neuro HIFU está enfocado solo en temblor. No es mejor uno que otro, solo que están indicados para distintos aspectos”, relata el investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Agrega que la tecnología está aprobada para temblores del Parkinson (enfermedad neurodegenerativa que puede provocar o no movimientos no controlados) y para el temblor esencial, patología en la que el paciente solo tiene temblor. Juri dice que como la terapia es innovadora, aún no está codificada en Fonasa ni en isapres. "La administración de la clínica está en ese proceso. Aplicaremos la terapia a fin de febrero, pero en pacientes seleccionados”, asegura. Efectivo. Su resultado es permanente.
El tratamiento está indicado para pacientes con temblor esencial (solo temblor) o Parkinson (enfermedad neurodegenerativa que no siempre provoca temblor, pero genera lentitud, problemas motores o del habla). Para que el ultrasonido llegue al punto exacto, la persona debe rasurar su cabeza.