Autor: DAVID AGUAYO
Muertes y contagios llevan varias semanas a la baja en el mundo
Informe de la Organización Mundial de la Salud Nivel mundial, en las últimas semanas se ha visto un progresivo descenso en el número de casos reportados de Covid-19, y una baja sostenida en las muertes asociadas a la enfermedad.
Así lo demuestra un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado el 23 de febrero pasado (ver gráficos). Los casos nuevos bajaron 11% en comparación con la semana anterior y las muertes bajaron 20% en el mismo periodo, precisa el informe, disponible en el sitio web www.who.int (https:// bit. Ly/3sqfd Mg). "Esto muestra que simples medidas de salud pública funcionan, incluso ante la presencia de variantes”, comentó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS. "Lo que importa ahora es cómo respondemos a esta tendencia. El fuego no está apagado, pero hemos reducido su tamaño. Si dejamos de luchar contra él en cualquier frente, volverá a rugir otra vez”, agregó.
Lo que aprendimos El médico Jaime Sapag, doctor en Salud Pública y académico de la Universidad Católica, afirma que "los países hemos ido aprendido qué hacer para enfrentar la pandemia y lo importante que es actuar preventivamente para que los casos no se incrementen.
Este aprendizaje, a nivel de medidas colectivas y también en el comportamiento de cada persona, en términos del uso de mascarilla, la distancia física, evitar aglomeraciones, estar en espacios ventilados, el lavado de manos, entre otras, seguramente ha impactado en el efecto de las curvas”. Sapag agrega otra explicación: "Muchas personas cursan la enfermedad de manera asintomática.
Se dice que por un caso confirmado habría otros tres o cuatro contagiados silenciosos; y en algunos lugares, eso podría implicar que cerca del 30%, incluso más, de la población podría ya tener anticuerpos producto de haber sido infectado en algún momento.
Y eso le hace al virus un poco más difícil su expansión poblacional y podría estar teniendo, eventualmente, un efecto”. La epidemióloga Paula Margozzini, investigadora de la iniciativa ICovid y académica de la Universidad Católica, recalca que la disminución de los contagios, al menos en los países americanos, entre ellos Chile, no es atribuible a las campañas de vacunación masiva, sino que a las intervenciones de cada autoridad sanitaria y a las conductas de autocuidado de la propia población. “Ahora se observa una meseta alta de incidencia que podría incluso crecer en marzo o abril.
Por eso necesitamos lograr una alta cobertura de segundas dosis de vacuna en población mayor de 65 años, para que podamos comenzar a ver un efecto de la vacuna en la disminución de mortalidad y hospitalizaciones. Y la población completa debe mantener todas las medidas preventivas para evitar transmisión, de lo contrario, no notaremos el efecto y sólo disminuirá la edad media de hospitalización y muerte”, advierte. Golpe inicial El gráfico de la OMS también muestra cómo fueron variando las curvas de muertes y contagios a medida que pasaban los meses. Al principio de la pandemia, entre marzo y abril, la curva de fallecidos se veía sumamente alta en comparación a la de casos semanales. Esa diferencia luego se acortó.
El doctor Sapag plantea que probablemente, hubo “un subregistro de casos al principio, dado que los exámenes PCR eran muy limitados al inicio y se constataban sólo los casos más graves, por ejemplo, quienes llegaban a los hospitales; y las muertes”. Á medida que pasaron los meses, agrega, los procesos de testeo maduraron y empezaron a detectar también los casos leves y asintomáticos. Fuego no está apagado, pero hemos reducido su tamaño”, afirmó el director de la entidad. 21 de febrero de 2021.