Autor: Karina Piña Pérez, directora ejecutiva Corporación Cruzando el Pacífico.
Aportes a la historia del aprendizaje de China en Chile
Más de 200.000 niños, niñas, jóvenes y adultos en Chile se han acercado a China a través de diversos programas de cooperación que surgieron con base en un equipo humano y profesional de excelencia. Era el año 2004 y el ministro de Educación, Sergio Bitar, dio pie al inicio de la enseñanza del chino. Ya teníamos suscrito un Memorándum de Entendimiento firmado en APEC. No era la primera vez que se enseñaba chino mandarín en Chile, se habían realizado actividades interesantes, sin embargo, no tenían el alcance que ahora se proponía. Los esfuerzos que había que hacer eran enormes y tenían que hacerse en conjunto con las autoridades chinas. Las primeras regiones en partir fueron Valparaíso y Biobío. Luego le siguieron otras y cada vez llegaban más solicitudes de alcaldes para contar con la enseñanza de China, su cultura e idioma. Los desafíos eran claros y estimulantes, prontamente los estudiantes pudieron enfrentarse a las dificultades que presentaba aprender chino. A pesar de los esfuerzos, de estudiantes y docentes, no todos pudieron terminar. Sabíamos que nos enfrentábamos a un período especial, donde solo Karina Piña Pérez, directora ejecutiva Corporación Cruzando el Pacífico.
Cruzando el Pacífico: Karina Piña con las ganadoras del Campeonato Universitario de Voleibol de la Universidad de Beijing (noviembre de 2010) La férrea voluntad por el conocimiento mutuo sería el verdadero incentivo para sortear las diferencias culturales e idiomáticas. Con la finalidad de ampliar el proyecto, recurrimos al Centro Cultural Chino. Así en 2009 aplicamos el Young Chinese Test (YCT) a 140 alumnos. La medición tuvo resultados sobresalientes, el 38% aprobó. Los resultados no solo fueron celebrados, sino también premiados. El efecto fue inmediato y el Gobierno Chino nos invitó a los “Campamentos Juveniles” junto con los alumnos que obtuvieron el 100% de logro en la prueba. Fui la encargada de la delegación que llevaría a 14 estudiantes chilenos al campamento mundial de chino mandarín. En 2009 surgió la gripe aviar y el viaje se pospuso, pacientemente esperamos y en diciembre de ese mismo año, nos embar Ccamos en la aventura. Ser la representante del Gobierno de Chile y encontrarnos con delegaciones de todo el mundo, fue una experiencia enriquecedora. Cada día fui Testigo de cómo nuestros estudiantes hablaban e interactuaban en mandarín, demostrando el talento existente en la educación pública chilena. En 2010 ya se enseñaba chino en la mayoría de las regiones. El entusiasmo e interés eran palpables, los estudiantes y la comunidad educativa estaban atraídos por aprender de esta civilización milenaria.
En solo 6 años logramos implementar las ideas de las autoridades en cuanto a instaurar la enseñanza del mandarín y estrechamos los lazos de amistad entre Chile y China con rigor, compromiso y sobrepasando las expectativas iniciales. Nuevos desafíos Decidí aprender más de China y resultado de una beca del Gobierno Chino, fui a cursar un MBA en La Universidad de Negocios y Economía Internacional - UIBEen Beijing. Allí me encanté aún más con la cultura, con su gente y pude visualizar las tremendas posibilidades de colaboración. Mi principal “He sido afortunada de ser parte de esta historia. Es un gran orgullo, como mujer y emprendedora social, contribuir al entendimiento entre nuestros pueblos y contar con un equipo humano y profesional de excelencia. Tenemos la convicción de que como dijo Confucio “donde hay educación, no hay distinción de clases” Karina Piña Pérez, directora ejecutiva Corporación Cruzando el Pacífico. Karina Piña Pérez. Objetivo era aprender de China, compartir con su gente e interiorizarse de su rica cultura. Una significativa experiencia fue ser seleccionada de voleibol de la universidad, representando oficialmente a la UIBE, recorrer la ciudad en el bus universitario y poder conocer otras universidades. Antes de iniciar el campeonato, la capitana del equipo se acercó y me dijo que llevaría el número 8 en mi camiseta, fue inevitable dar un grito de emoción por lo valioso de su significado.
Entender las claves de la competencia deportiva, las dinámicas del trabajo en equipo, la armonía, el respeto por la entrenadora y la capitana, el cuidado por el otro, el cultivo de la buena salud y la paciencia, fueron los aprendizajes que marcaron miexperiencia en China. Fuimos ganando partidos, llegamos a la final y obtuvimos el segundo lugar. Yo, la única extranjera llevaba con alegría la bandera chilena. La idea de un emprendimiento Mientras cursaba mi MBA, con algunos amigos chilenos nos planteamos la pregunta de cómo aportar para acercar Chile a China y seguir contribuyendo en este proceso de aprendizaje. La combinación de haber sido funcionarios públicos y de haber estudiado en China, nos impulsó a crear una ONG que propiciará el conocimiento entre ambos pueblos.
Nos preguntamos, ¿Cuál podría ser la contribución desde un ámbito no oficial? ¿ Qué injerencia se podría tener en las políticas de largo plazo en el conocimiento mutuo? La propuesta consistió en enseñar que en el mundo actual se debe saber al menos algo de mandarín. El nombre para la ONG que se me vino a la mente y corazón fue “Cruzando el Pacífico", reflejaba la idea de llevar cultura y educación a más chilenos. Debíamos continuar haciendo esfuerzos para que el conocimiento de China no solo estuviera ligado a lo económico o para la elite chilena. Unos compañeros de clase de Indonesia diseñaron el logo de Cruzando el Pacífico y una compañera china apoyó con las traducciones al mandarín de la propuesta. Mientras tanto en Santiago, se construía la página web y se adoptaban tecnologías apropiadas para iniciar el desarrollo de una serie de cursos en línea sobre idioma mandarín, cultura china y cultura de negocios. De este modo, la vida de estudiante universitaria también se vio coronada por el emprendimiento.
Estando en Beijing, concurrí a la Embajada de Chile para presentar propuestas educativas y académicas, apoyamos la visita de delegaciones de universidades chilenas a reunirse con universidades chinas, expuse en congresos internacionales, establecí lazos académicos e institucionales, fundé la Red Chile China, entre otras actividades. Con el tiempo obtuvimos La confianza de muchos y firmamos Convenios de Colaboración para ofrecer pasantías a estudiantes chinos para estar un semestre en Chile. Definimos que lo que debíamos hacer era enseñar a través de cursos online, combinando los siguientes lineamientos: calidad, gratuidad, variados cursos y tener sobre 14 años. Los contenidos incluirían idioma y cultura.
Es decir, mientras la mayoría de las instituciones y personas prestaban atención a los aspectos comerciales, nosotros nos dedicaríamos a la dimensión cultural y con un sello inclusivo en términos de tener un alcance al mayor número de personas. Estábamos, en concreto, haciendo la base de la pirámide más extensa. Así pasamos de cientos a miles aprendiendo sobre China en Chile. Realizamos un programa con el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) del Ministerio de Desarrollo Social denominado “Conoce y Emprende con China”, en el que se entregaron más de 100.000 cursos. Desarrollamos las "88 frases en Chino Mandarín”, que permitían a través de videos de un minuto aprender las frases más usadas de este idioma en formato digital.
Las 88 frases se difundieron en TVN y en Radio Cooperativa, debido a su positiva recepción, se transformó en un concurso el cual gracias al apoyo del Instituto Confucio de la Universidad Católica premiaba el esfuerzo con viajes a China. Seguimos ampliando aún más la base de la pirámide.
Creamos un material de aprendizaje donde se pudiera estudiar de manera individual y colectiva, desde la casa o en la sala de clases, y es así como nació "Zóu ba! que en chino quiere decir ¡ Vamos!. Se trata de un juego de cartas didáctico que invita a caminar juntos en la lúdica aventura de aprender los caracteres chinos.
Con el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile creamos el Diploma de Extensión "Entendiendo China” dirigido a estudiantes y profesionales de Chile y América Latina el cual brinda un primer acercamiento a los aspectos claves de la cultuRa y el sistema político-económico del gigante oriental. Resultados satisfactorios En el año 2016, fui invitada a coordinar el Programa Inglés Abre Puertas del Ministerio de Educación, que también cuenta con un programa de enseñanza de Chino Mandarín.
Recibí una invitación del rector del Instituto Nacional a celebrar un gran hito: 3 estudiantes, becados por el Gobierno de China, iban a estudiar su pregrado a Beijing gracias a su nivel de idioma y buen comportamiento. Mi orgullo era máximo, tendríamos generaciones de estudiantes egresados de China y pensando en el mediano plazo en el año 2030 unos 100 chilenos habrán egresado de las universidades chinas. Serán ellos quienes liderarán las relaciones diplomáticas, comerciales, académicas y políticas con el gigante asiático.
Desde el Ministerio de Educación trabajamos arduamente en sacar Lineamientos Curriculares para la enseñanza del mandarín, elaborados con participación de las comunidades educativas, observamos clases; estudiantes y docentes viajaron a China; hicimos alianzas. ¡El desafío es maravilloso! Chile tiene la oportunidad de potenciar el capital humano, el talento existe y debemos pensar en el largo plazo. China ha invertido décadas en compartir. Nuestra relación la debemos planificar al 2050 y a Chile como plataforma de negocios, de instituciones de gobierno, empresas, académicas y de la sociedad civil. Es clave la educación y de potenciar la enseñanza del idioma y la cultura en el sistema educacional. Llevo 17 años en este desafío y seguiré estando para aportar al conocimiento. El chileno o chilena que desee aprender chino sabe que cuenta con Cruzando el Pacífico. He sido afortunada de ser parte de esta historia. Es un gran orgullo, como mujer y emprendedora social, contribuir al entendimiento entre nuestros pueblos y contar con un equipo humano y profesional de excelencia.
Tenemos la convicción de que como dijo Confucio “donde hay educación, no hay distinción de clases”. Soy parte de la historia de acercamiento que ha permitido que más de 200.000 niños, niñas, jóvenes y adultos en Chile se hayan acercado a China. Celebramos con alegría los 50 años de las Relaciones Diplomáticas con China.